Según un nuevo estudio publicado por la revista Nature Medicine, el tratamiento a largo plazo con Avandia, también conocido por rosiglitazona, puede provocar osteoporosis en los pacientes diabéticos porque impulsa la acción de las células osteoclastas, que reabsorben el hueso.
Estudios anteriores indicaron que el medicamento impedía la actuación de las células osteoblásticas, que forman los huesos.
GlaxoSmithKline admitió que su medicamento, utilizado en pacientes con la diabetes tipo dos, aumenta el riesgo de fracturas en mujeres que toman Avandia, tal y como demostró otro estudio. El mismo medicamento fue recientemente objeto de otro descubrimiento sobre sus efectos secundarios.
Una investigación reveló que ciertos medicamentos administrados en el tratamiento de la diabetes tipo dos duplican el riesgo de que el paciente tenga problemas cardíacos, entre ellos Avandia.
La Administración federal de Fármacos y Alimentos exigió a la farmacéutica que advirtiera de este riesgo en el etiquetado del medicamento.
Según Ronald M. Evans, del Salk Institute for Biological Studies en La Jolla California y autor del estudio, los resultados ayudan a entender mejor los desafíos en el tratamiento a largo plazo de los pacientes con diabetes tipo dos. También aporta la base para el desarrollo de la próxima generación de medicamentos que pueden corregir este problema.
Los pacientes que tomen Avadina pueden contrarrestar este efecto secundario con otros medicamentos contra la osteoporosis, de acuerdo con Evans.