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Sería la segunda vez en la historia que algo así sucede: una bebé nacida con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es sometida a un tratamiento muy temprano que, según los médicos, logra desaparecer todo indicio de la infección. La niña nació en abril del año pasado en un suburbio de Los Ángeles (EE.UU.) y su tratamiento estuvo a cargo del Hospital Infantil Mattel, de la Universidad de California.
En el momento del parto los médicos sabían que la madre no había sido tratada con antirretrovirales y, por lo tanto, tan pronto nació la menor fue sometida a un tratamiento para controlar la infección.
Una noticia igual de esperanzadora, y prácticamente con los mismos ingredientes, le había dado la vuelta al mundo un año atrás. Una niña nacida a finales de 2010 en zona rural de Mississippi empezó a recibir un tratamiento agresivo de antirretrovirales 30 horas después del parto. Los médicos de la universidad estadounidense Johns Hopkins la presentaron como la primera bebé curada de VIH.
La niña de Mississipi, que hoy tiene tres años y medio, sigue sin rastros del virus a pesar de que no ha recibido tratamiento durante dos años, han dicho los expertos. La segunda bebé, en cambio, continúa tomando medicamentos, lo que incrementa las dudas, a pesar de que ha sido sometida a múltiples pruebas que indican que está libre del virus, según explicó la doctora Deborah Persaud, de la Universidad Johns Hopkins.
“La OMS da la bienvenida a la información sobre este caso... pero recuerda la necesidad de más estudios para confirmar el hallazgo”. Así reaccionó la Organización Mundial de la Salud el año pasado a la noticia de que médicos estadounidenses aseguraban haber curado por primera vez a un bebé con VIH. La OMS señaló sentirse entusiasta, pero pidió cautela.
La misma reacción tuvo en su momento, y aún ahora, la comunidad científica, que siete años después sigue tratando con prudencia el primer caso de este tipo que se registró en el mundo: el de Timothy Brown, “el paciente de Berlín”, quien se habría curado tras recibir un trasplante de médula ósea de un donante genéticamente resistente al VIH.