Hasta ayer, tal y como lo aseguró David Lakey, comisionado de salud de Texas, eran cien las personas que debían estar bajo observación, y aunque ninguna ha presentado síntomas, es posible que hubiesen tenido contacto directo o secundario con el paciente infectado, Thomas E. Duncan.
“Hemos desplegado todos los protocolos para proteger al público y detener la propagación de esta enfermedad. Queremos supervisar la situación de la manera más meticulosa posible”, dijo Lakey a través de un comunicado.
De acuerdo con las autoridades sanitarias de Dallas, hasta el momento sólo la familia de Duncan está aislada. Las otras personas hacen parte de un plan de entrevistas y observación médica con el que se espera descartar poco a poco probables contagiados.
Duncan, que contrajo el ébola en Monrovia (Liberia) al ayudar a transportar a una mujer embarazada que presentaba síntomas, se encuentra recluido en el Hospital Presbiteriano de Dallas. A ese centro había acudido el pasado 26 de septiembre, pero fue enviado a su casa pese a haber informado sobre su presencia en el país africano. Hasta el momento, por la escasez del fármaco, no ha sido tratado con ZMapp, medicamento experimental que fue aprobado por la OMS para contener esa epidemia que ha cobrado 3.338 vidas.
Justamente para evitar que se propague, ayer Reino Unido y Francia anunciaron el giro de más recursos hacia Sierra Leona y Guinea. Serán casi $200 millones de euros con los que esperan contener la enfermedad.