El embarazo adolescente podría estar relacionado con un mayor riesgo de muerte prematura
Las mujeres con un embarazo en la adolescencia tuvieron una mayor proporción de antecedentes de autolesiones entre los 12 y los 19 años de edad que aquellas sin un embarazo en la adolescencia.
Una gran investigación que analizó los datos de 2,2 millones de mujeres adolescentes acaba de ser publicada en JAMA Network Open. El estudio se hizo una pregunta: ¿Cuál es el riesgo de mortalidad prematura a partir de los 12 años en asociación con el embarazo adolescente? La respuesta es de gran importancia: “las lesiones no intencionales, el suicidio y el homicidio son las principales causas de muerte entre las mujeres jóvenes. El embarazo adolescente puede ser un marcador de experiencias vitales adversas”, concluyen los autores.
El estudio se realizó entre todas las mujeres vivas a los 12 años de edad desde el 1 de abril de 1991 hasta el 31 de marzo de 2021, en Ontario, Canadá (la provincia más poblada de ese país). De 2.242.929 adolescentes, 163.124 (7,3%) experimentaron un embarazo a una edad media de 18 años, calificado como embarazo adolescente. De las que tuvieron un embarazo adolescente, 60.037 (36,8%) terminaron en un parto (de los cuales 59.485, el 99,1% fueron nacidos vivos), y 106.135 (65,1%) terminaron en un aborto inducido.
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Algo clave es que el estudio encontró que hubo 6.030 muertes (1,9 por 10.000 personas-año) entre aquellas sin embarazo adolescente y 701 muertes (4,1 por 10.000 personas-año) entre aquellas con 1 embarazo adolescente, y 345 muertes (6,1 por 10 000 personas-año) entre aquellas con 2 o más embarazos en adolescentes. Es decir, el riesgo de mortalidad prematura se duplicó en mujeres que tuvieron un embarazo adolescente en comparación con aquellas que no tuvieron embarazos durante la adolescencia.
Las mujeres con un embarazo en la adolescencia tuvieron una mayor proporción de antecedentes de autolesiones entre los 12 y los 19 años de edad que aquellas sin un embarazo en la adolescencia. “Los factores protectores aparentes para la prevención del embarazo adolescente incluyen una familia estable, apoyo escolar y de pares, comunicación abierta con mentores adultos o padres sobre el uso de anticonceptivos, acceso gratuito a los anticonceptivos y empoderamiento femenino para abstenerse de tener relaciones sexuales no deseadas o no planificadas”, dicen los autores.
“Los autores sugieren que el embarazo adolescente puede ser un indicador de otras características que aumentan el riesgo de mortalidad en la edad adulta temprana. Como dejan claro en su artículo, el vínculo entre el embarazo adolescente y la mortalidad temprana probablemente no sea causal”; analiza en un comentario independiente Elizabeth L. Cook, científica de Child Trends, una organización de investigación centrada en niños y jóvenes. “Más bien -continúa Cook- hay otros factores que codeterminan tanto el embarazo adolescente como la mortalidad, como las experiencias infantiles adversas”.
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“Algunas adolescentes deciden quedar embarazadas, pero la mayoría de los embarazos adolescentes son no deseados, lo que expone las deficiencias de los sistemas que existen para educar, guiar y apoyar a los jóvenes. Las adolescentes que quedan embarazadas a menudo experimentan estigmatización y aislamiento que pueden hacer que les resulte más difícil prosperar en la edad adulta, especialmente si carecen del apoyo necesario para afrontar una decisión tan importante”, agrega Cook.
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El estudio se realizó entre todas las mujeres vivas a los 12 años de edad desde el 1 de abril de 1991 hasta el 31 de marzo de 2021, en Ontario, Canadá (la provincia más poblada de ese país). De 2.242.929 adolescentes, 163.124 (7,3%) experimentaron un embarazo a una edad media de 18 años, calificado como embarazo adolescente. De las que tuvieron un embarazo adolescente, 60.037 (36,8%) terminaron en un parto (de los cuales 59.485, el 99,1% fueron nacidos vivos), y 106.135 (65,1%) terminaron en un aborto inducido.
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Las mujeres con un embarazo en la adolescencia tuvieron una mayor proporción de antecedentes de autolesiones entre los 12 y los 19 años de edad que aquellas sin un embarazo en la adolescencia. “Los factores protectores aparentes para la prevención del embarazo adolescente incluyen una familia estable, apoyo escolar y de pares, comunicación abierta con mentores adultos o padres sobre el uso de anticonceptivos, acceso gratuito a los anticonceptivos y empoderamiento femenino para abstenerse de tener relaciones sexuales no deseadas o no planificadas”, dicen los autores.
“Los autores sugieren que el embarazo adolescente puede ser un indicador de otras características que aumentan el riesgo de mortalidad en la edad adulta temprana. Como dejan claro en su artículo, el vínculo entre el embarazo adolescente y la mortalidad temprana probablemente no sea causal”; analiza en un comentario independiente Elizabeth L. Cook, científica de Child Trends, una organización de investigación centrada en niños y jóvenes. “Más bien -continúa Cook- hay otros factores que codeterminan tanto el embarazo adolescente como la mortalidad, como las experiencias infantiles adversas”.
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