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Desde finales de enero, comenzaron a reportarse casos de sarampión al sur de Estados Unidos, en Texas. De hecho, se reportaron los primeros contagiados el 23 de enero, y ese mismo día el Departamento Estatal de Servicios de Salud (DSHS, por sus siglas en inglés) emitió una alerta de salud pública. Luego, se comenzaron a reportar más casos, hasta que ese despacho declaró que este es el mayor brote de sarampión que ha vivido Texas en los últimos 30 años.
En cifras, el pasado martes se confirmó que el número de personas infectadas subió a 124, entre ellos 39 niños menores de 4 años. Y, el pasado miércoles 26 de febrero, se confirmó la primera muerte que estaba hospitalizado en una clínica pediátrica del condado de Lubbock, una zona rural ubicada al noroeste texano. Aunque se desconoce la edad exacta de la persona fallecida, se sabe que no estaba vacunada previamente.
Melissa Whitfield, portavoz del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica de Texas, confirmó el fallecimiento, pero no ha compartido más detalles al respecto, como tampoco la edad de la persona que murió.
Ante este panorama, y en un comunicado emitido el pasado 28 de febrero, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) afirmaron que están en constante comunicación con las autoridades de salud de Texas tras la confirmación del fallecimiento. “El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) está proporcionando asistencia técnica, apoyo de laboratorios, vacunas y medicamentos terapéuticos, según sea necesario, al Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas y al Departamento de Salud de Nuevo México, que están liderando las respuestas a los brotes en sus jurisdicciones”, dijo el CDC.
Esa entidad también alertó que otros brotes de sarampión a nivel mundial podrían incrementar la posibilidad de que se presenten casos entre viajeros no vacunados que regresen a Estados Unidos. Esto sucedió, por ejemplo, con un ciudadano del condado de Orange, en el Estado de California, que regresó de Asia y estaba infectado.
“La vacunación sigue siendo la mejor defensa contra el sarampión. No hay un tratamiento antiviral específico para el sarampión. Los cuidados de apoyo, incluida la administración de vitamina A bajo la dirección de un médico, podrían ser adecuados”, dice el CDC en su comunicado.
No es la primera vez que un brote de sarampión ocurre. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ya había emitido alarmas para advertir que esta infección estaba resurgiendo por falta de vacunación. Los países en los que se reportaron casos fueron Brasil, Canadá, Bolivia y Argentina.
Desde entonces, la recomendación continúa siendo la misma: que se aumenten los esfuerzos para fortalecer la vigilancia, respuesta rápida y cobertura suficiente para la vacunación.
En Colombia, esa vacuna es gratuita y se aplica en dos dosis: una, a los 12 meses de edad, y otra, a partir de los 18 meses
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