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“¡TENEMOS LEY! Ayer fue aprobado en su último debate nuestro proyecto Antitrámites, logramos sacar adelante DOS leyes en apenas dos años de legislatura”.
Con ese tweet el representante Juan Fernando Reyes Kuri (Partido Liberal) celebró la aprobación de la llamada Ley Antitrámites en la mañana del viernes 12 de junio, luego de que pasara el último debate en el Congreso. Según él, se trataba de un documento que permitiría “construir un Estado ágil, simple y eficiente y #SinTramititis”.
¡TENEMOS LEY! Ayer fue aprobado en su último debate nuestro proyecto Antitrámites, logramos sacar adelante DOS leyes en apenas dos años de legislatura 👏🏼
— Juan Fernando Reyes Kuri (@ReyesKuri) June 12, 2020
Nuestro compromiso es construir un Estado ágil, simple y eficiente y #SinTramititis. ¡Seguiremos cumpliendo! pic.twitter.com/Tu0IP3vqEs
Sin embargo, entre el documento fue incluido un parágrafo que poco tenía que ver con el propósito de la ley y que volvió a revivir una de las discusiones más intensas del mundo farmacéutico colombiano en los últimos años: el artículo 72 del último Plan Nacional de Desarrollo (PND) del Gobierno Santos. Desde el momento mismo en que fue redactado, creó un debate que ha generado demandas por parte de multinacionales, cartas amenazantes de embajadas y de compañías y hasta condicionamientos para entrar a la OCDE.
En pocas palabras, ese artículo del PND intentaba resolver unas de las inquietudes que hoy enfrentan todos los sistemas de salud cuando aparece un nuevo medicamento en el mercado: ¿Realmente sirve? ¿Es útil? ¿Es innovador? ¿Cuánto debería pagar por él el Estado? ¿Cuál es un precio justo?
El artículo 72 resolvía esas preocupaciones de la siguiente manera: antes de que un fármaco entrara al país, indicaba, se debía hacer una detallada evaluación de su valor terapéutico. Así, si aportaba algo verdaderamente nuevo frente a los que ya circulaban en el mercado, se justificaría pagar un precio alto. De lo contrario, no. Sería una condición para que el Invima le otorgara el registro sanitario, el permiso que debe tener toda medicina para ser comercializada en Colombia.
Pero, en la ley antitrámites aprobada esta semana incluyeron un parágrafo que cambiaba por completo el sentido de ese artículo. Es el siguiente: “La evaluación a la que hace referencia el artículo 72 de la ley 1753 de 2015 se hará de forma simultánea con el trámite de registro sanitario y no será requisito previo para la expedición y/o renovación del mismo”.
En otros términos, de ser aprobado así como está, ese pequeño párrafo hace una transformación trascendental al artículo 72: cambiaría las condiciones y permitiría que se ponga el precio antes de que se otorgue el registro sanitario.
Un buen ejemplo para entender el fondo de esta discusión son los nuevos fármacos para el cáncer. Un porcentaje de ellos no son más efectivos que los existentes pero son comercializados a precios exorbitantes. Como apuntó en el British Medical Journal Vinay Prasad, un popular oncólogo afiliado a la Universidad de Oregón (EE.UU.), hoy se aprueban medicamentos para el cáncer a un ritmo muy rápido, pero a menudo ofrecen beneficios marginales. Sus precios, por el contrario, crecen vertiginosamente.
Alejandro Gaviria lo explicó mejor en uno de sus libros: “Hace veinte años, el precio de un nuevo medicamento en comparación con su valor, con los años de vida ganados, era de US$ 50.000. Hoy ese mismo precio ha aumentado a US$ 150.000 por año de vida ganado”.
¿Quién coló el mico?
Una de las primeras cosas que advierte el represente Juan Fernando Reyes Kuri es que no fue él quien incluyó ese parágrafo en texto de la ley antitrámites. Aclara, de hecho, que cuando vio el debate que hubo en Twitter criticando ese “mico” lo primero que hizo fue llamar a la profesora de la Universidad Nacional Claudia Vaca, para que le ayudara a entender el motivo del disgusto.
“Yo no sabía que ese parágrafo tenía ese alcance porque sé muy poco de estos asuntos. No sabía que era tan grave”, dice.
“El artículo 72 no contiene un trámite insulso más. Es una medida sustancial que traerá ahorros gigantes para el sistema de salud. Disfrazarlo de capricho burocrático, además de ser mentiroso, ignora completamente de qué se trata la medida”, escribió en Twitter Carolina Gómez, ex directora de la Dirección de Medicamentos y Tecnologías en Salud del Minsalud y hoy integrante del Centro de Pensamiento Medicamentos, Información y Poder de la U. Nacional.
¿Por qué lo incluyeron? “Fue por recomendación del mismo Ministerio de Salud en diciembre (aún no estaba Fernando Ruiz). Después de que el proyecto fue aprobado en segundo debate, hicimos unas mesas técnicas en las que los funcionarios del Ministerio sugirieron que debía incluirse. No recuerdo el nombre de los técnicos”, responde Reyes Kuri.
Sin embargo, asegura que aún hay tiempo de hacer cambios. Aunque la ley ya fue aprobada debe pasar por un proceso de conciliación, que, según el representante, se llevará a cabo este sábado 13 de junio. Posteriormente, dice, será votada en la plenaria del Congreso la próxima semana.
“Ya hablé con los otros cinco congresistas que hacen parte de esta conciliación y todos están de acuerdo en que eliminemos ese párrafo. Así se hará”, asegura. Esos congresistas son: Álvaro Uribe, Fabio Amín, Armando Benedetti, Gabriel Vallejo y Gustavo puentes.
¿Por qué el Ministerio de Salud sugirió incluir ese párrafo? ¿Respalda el nuevo ministro Fernando Ruiz esa propuesta? Aunque consultamos a esa cartera, hasta el momento no habíamos obtenido respuesta. Lo cierto, sin embargo, es que no es la primera vez que ese ministerio, mientras estuvo liderado por Juan Pablo Uribe, ha intentado hacer esa transformación. A finales del año pasado, aprovechando las facultades especiales que le otorgó el Congreso a Iván Duque, también quiso hacer un cambio similar.