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El Gobierno Nacional de Gustavo Petro declaró este miércoles la emergencia sanitaria nacional debido al inquietante brote de fiebre amarilla, que entre 2024 y los primeros meses de 2025 ya ha dejado 74 casos confirmados y 32 muertes. Una de las estrategias prioritarias es la vacunación masiva. El Ministerio de Salud, en cabeza de Guillermo Alfonso Jaramillo, se ha propuesto inmunizar alrededor de 14 millones de personas, priorizando a quienes habitan en regiones con mayor riesgo.
La fiebre amarilla se previene mediante la vacunación, que ofrece una alta eficacia y protección de por vida con una sola dosis. La vacuna es efectiva contra la enfermedad a partir del día 10 de su aplicación, alcanzando una inmunidad del 99% al cabo de 30 días. El esquema de vacunación en Colombia tiene como objetivo a la población de 1 a 19 años en todo el territorio nacional; no obstante, en las zonas de alto riesgo para fiebre amarilla se vacuna desde los 9 meses incluyendo población de mayor de 60 años. De hecho, el ministro de salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, anunció que ya se han vacunado más de 8.000 adultos mayores de 70 años.
El Gobierno aseguró que el país cuenta con suficientes vacunas para hacer frente a la emergencia sanitaria. Según cifras del Ministerio de Salud, actualmente hay disponibles 3.100.000 dosis para aplicación inmediata. En los próximos siete días se espera la llegada de 1.500.000 más, y ya se ha confirmado la compra de otras 2 millones a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Además, el Gobierno ha solicitado 8 millones de dosis adicionales “para garantizar vacunas suficientes para cada colombiano”, señaló el ministro Jaramillo. En total, serían 14.6 millones de dosis, una cifra que permitiría cubrir la meta de vacunar a 14 millones de personas en todo el país, priorizando las zonas de alto riesgo.
No hay tratamiento específico para la fiebre amarilla, solo medidas de sostén para combatir la fiebre y la deshidratación. Las infecciones bacterianas asociadas pueden tratarse con antibióticos. Las medidas pueden mejorar el desenlace de los casos graves y están disponibles en todas las zonas del país. De manera paralela a la vacunación, el Gobierno busca volver a exigir el carné de vacunación para la salida e ingreso del país, especialmente en las fronteras con Brasil, un país que también enfrenta brotes de fiebre amarilla y que comparte zonas selváticas de alto riesgo epidemiológico. Esta medida busca evitar la propagación transfronteriza del virus y proteger tanto a la población nacional como a los viajeros internacionales.
“Esta emergencia tiene un énfasis en el carácter preventivo. La vacuna salva vidas. A pesar de todos los esfuerzos que hemos hecho en los últimos seis meses —tanto desde el Gobierno como desde las alcaldías y la población—, hay que extremar las medidas de prevención. No se trata de generar temor, sino de actuar de manera conjunta. No podemos desestimar el riesgo; eso no sería responsable”, afirmó Jaime Urrego, viceministro de protección social. Los colombianos se pueden acercar desde ya a cualquier punto de vacunación nacional a recibir la respectiva dosis.
Para avanzar con el plan de vacunación, el Gobierno está coordinando esfuerzos con las EPS y ordenó despliegue de los llamados equipos básicos de salud: unidades conformadas por médicos y enfermeras que constituyen el pilar de la estrategia de atención primaria del actual gobierno. Según explicó el ministro Jaramillo, ya hay 10.000 de estos equipos distribuidos en todo el territorio nacional.
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