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En Barranquilla hay bacterias resistentes a los antibióticos en relleno sanitario

Una investigación publicada en Environmental Exposure y liderada por profesores colombianos muestra que hay bacterias resistentes a los antibióticos en un relleno sanitario y que pueden ser transportadas hasta 1.500 metros de distancia.

Nicolás de la Barrera - Scidev.Net
22 de septiembre de 2021 - 02:17 p. m.
Cinco especies del total de trece bacterias viables identificadas fueron resistentes a antibióticos.
Cinco especies del total de trece bacterias viables identificadas fueron resistentes a antibióticos.

Los vertederos de residuos domiciliarios pueden ser fuente de bacterias resistentes a antibióticos y afectar a quienes trabajan en esos espacios y también a quienes vivan en las cercanías, porque se pueden transportar en forma de partículas en suspensión a través del aire, según constató un estudio realizado en Colombia. (Lea La nueva propuesta para mejorar la gestión del agua en Colombia)

De acuerdo con la investigación, publicada en Environmental Exposure, al depositarse en los rellenos sanitarios, los restos de antibióticos pueden ayudar a generar bacterias resistentes a ellos y transformarse en biopartículas minúsculas susceptibles de ser aerotransportadas en el aire (produciendo lo que se llama “bioaerosoles”) e inhaladas por seres vivos. (Lea todas las noticias sobre ambiente en Colombia)

Esta observación surge de un estudio que fue realizado en un relleno sanitario de 135 hectáreas de Barranquilla y en seis sitios vecinos al lugar de disposición de los residuos. Allí se tomaron muestras y se identificaron diferentes especies de bacterias transportadas hasta 1.500 metros de distancia.

“Este estudio ha identificado altas concentraciones de bioaerosoles bacterianos en los tamaños que pueden ingresar a los alvéolos, así como resistencia bacteriana a los antibióticos, que denota una posible amenaza para la salud humana”, explicó, por correo electrónico a SciDev.Net, Dayana Milena Agudelo-Castañeda, investigadora del Departamento de Ingeniería civil y ambiental de la Universidad del Norte y una de las autoras del estudio.

“La evidencia de este estudio sugiere que bioaerosoles bacterianos, asociados a partículas finas, pueden haber sido transportados desde el relleno sanitario al municipio, lo que representa un riesgo para la salud de habitantes del entorno”, añadió.

“La velocidad del viento y la dirección son algunas de las condiciones ambientales más relevantes que influyen en la dispersión de los bioaerosoles en exteriores”, señala el trabajo.

“Cinco especies del total de trece (13) bacterias viables identificadas fueron resistentes a antibióticos. Algunas de estas son patógenas, otras oportunistas en individuos inmunodeficientes y otras no patógenas por inhalación. P.aeruginosa, B.cereus, P.pentosaceus mostraron resistencia a múltiples antibióticos”, añadió Agudelo-Castañeda.

“Algunas especies identificadas mostraron resistencia a la vancomicina, uno de los últimos recursos para el tratamiento de infecciones graves”, afirmó la investigadora.

“Nuestro estudio ofrece, a pesar de la muestra relativamente limitada, información valiosa para tomadores de decisiones para mejorar el marco legislativo en países en desarrollo para proteger la salud a trabajadores relacionados con la exposición a agentes biológicos”, consideró Agudelo-Castañeda.

Algunas medidas útiles para reducir los riesgos, comentó Agudelo-Castañeda, serían que los trabajadores utilicen “tapabocas para partículas ultrafinas, como el N95” más gafas de protección. “Esto ya se hace en muchos rellenos sanitarios”, aclaró. “No permitir la construcción de barrios o casas” cerca de estos sitios es otra de las opciones a tener en cuenta, dijo la ingeniera colombiana.

Para Agudelo-Castañeda, el estudio deja como lección que “la separación correcta en la fuente de los residuos de medicamentos debe ser una prioridad”.

Fabián Robles Martínez, doctor en ciencias y técnicas de los desechos, profesor investigador del Instituto Politécnico Nacional (México), dijo a SciDev.Net que el trabajo es sólido a pesar de que “el número de muestras que tomaron para hacer el estudio no fue tan vasto”.

Para el especialista mexicano hacen falta “acciones que fomenten que los residuos sean separados en casa”, para que los microorganismos, que crecen en la materia orgánica no entren en contacto con antibióticos desechados.

“En México ya se empieza a hacer esto. Las cadenas más grandes de farmacias tienen contenedores de residuos para que vayas a depositar fármacos caducos. Con esto estás logrando que estos medicamentos no lleguen a sitios de disposición final”, explicó Robles Martínez.

Además, “estás quitando un riesgo que ahora vemos que está pasando por esta disposición inadecuada, que trae como consecuencia el fortalecimiento de los microorganismos al adquirir resistencia a los antibióticos”, afirmó.

Robles Martínez advirtió que estos bioaerosoles se encontraron en un relleno sanitario, un lugar donde los residuos se depositan de manera adecuada y con infraestructura necesaria para una disposición bajo cierta normatividad. “Pero sabemos que en nuestro países en América Latina hay muchos sitios que no son rellenos sanitarios, son botaderos, tiraderos de basura”, agregó.

“Si esto se está reportando para un relleno sanitario en donde hay diariamente una cobertura de los residuos con tierra y compactación, imaginemos en un sitio donde no hay estas acciones. La cantidad de bioaerosoles seguramente sea mayor”, dijo.

Robles Martínez sospecha que las emisiones de biogas —producido por la degradación de materia orgánica— también podrían estar transportando microorganismos resistentes a antibióticos.

Por Nicolás de la Barrera - Scidev.Net

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