En medio de la agitada actualidad del sector salud, una denuncia de la Superintendencia Nacional de Salud pasó desapercibida este viernes. La entidad alertó que funcionarios de la Supersalud, Nueva EPS y Disfarma, un gestor farmacéutico, han sido víctimas de amenazas en el Valle del Cauca.
“Esta superintendencia rechaza categóricamente cualquier tipo de intimidación o presión contra el equipo de funcionarios que están incasablemente comprometidos con buscar soluciones a la problemática de medicamentos y otros servicios de salud con los usuarios de Nueva EPS en el departamento”, dijo Giovanny Rubiano García, Supersalud. El funcionario admitió que la reciente terminación del contrato entre Nueva EPS y Audifarma, motivada por problemas de pago, ha desencadenado una crisis en varias regiones del Eje Cafetero y el Valle del Cauca.
Precisamente en estos departamentos, el viernes se registraron bloqueos y largas filas de pacientes que exigían la entrega de sus medicamentos. En el Valle del Cauca, Nueva EPS es la aseguradora más grande, con casi 630.000 afiliados, seguida por Emssanar (354.000) y SOS (288.000). En cuarto lugar está Coosalud, con 187.000 afiliados, y en quinto, Sanitas, con 130.000. Todas estas EPS están actualmente intervenidas por el Gobierno Nacional. Valle del Cauca es uno de los departamentos donde más del 80% de los afiliados al sistema de salud están bajo la administración de interventores designados por la Supersalud.
El pasado 21 de febrero, Audifarma anunció la suspensión de sus servicios para los afiliados de Nueva EPS a partir del 23 de ese mes. Según el gestor farmacéutico, la EPS le adeudaba $110.000 millones, a pesar de un convenio administrativo firmado en diciembre de 2024. Nueva EPS, por su parte, respondió que entre diciembre de 2024 y febrero de 2025 giró a Audifarma $265.269 millones, sin que esto garantizara la dispensación de medicamentos a los usuarios.
El cruce de cifras es complejo, y todo indica que ambas partes se refieren a deudas diferentes. Mientras Audifarma reclama el pago de cartera vencida—es decir, montos pendientes por servicios y medicamentos ya prestados—, Nueva EPS se enfoca en cubrir la deuda actual, la que se genera en el día a día. Esa situación la explicamos con más detalle en esta nota. La decisión de Audifarma obligó a Nueva EPS a buscar nuevos gestores farmacéuticos en las regiones. En el Valle, la elegida fue Disfarma. Sin embargo, la transición no ha sido como se espera.
Ante esta situación, el 7 de marzo la Supersalud impuso una medida cautelar a Audifarma y Nueva EPS, ordenando la suspensión de cierres de establecimientos farmacéuticos por dos meses. El objetivo es garantizar una transición ordenada y evitar afectaciones a los usuarios. En otras palabras, aunque ambas compañías dieron por terminada su relación contractual, la Supersalud dispuso que las farmacias continúen operando durante este periodo para evitar interrupciones en la entrega. Rubiano confía en que estas medidas comiencen a dar resultados pronto.
Valle del Cauca no es el único departamento afectado por la terminación del contrato entre Audifarma y Nueva EPS. Caldas, Quindío, Risaralda y Nariño también reportan muchos problemas. “Nos preocupa mucho la situación”, nos confirmó Ana Belén Arteaga, directora del Instituto Departamental de Salud de Nariño.
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