Luego de que la ministra de Salud, Carolina Corcho, y el presidente Gustavo Petro radicaran la reforma a la salud, varios actores han manifestado su posición frente al documento. Algunos, como las EPS, han dejado en claro su inconformidad; otros, como el gremio de los hospitales públicos (Acesi), han respaldado la iniciativa. El turno, ahora, le llegó a la asociación que reúne a las facultades de medicina de Colombia, reunidas en Ascofame. (Lea ¿Cómo se embolata una reforma a la salud entre tantos intereses?)
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Por medio de un documento enviado a El Espectador, Ascofame (que representa a 55 facultades) aclara, primero, que el actual debate sobre la reforma a la salud es una gran oportunidad para evaluar cómo ha evolucionado el sistema de salud en los últimos 30 años y hacer ajustes. A sus ojos, es clave mejorar el acceso y priorizar los territorios desatendidos.
“En ese sentido”, señalan, “consideramos acertadas las medidas encaminadas a fortalecer la atención primaria integral en salud, la capacidad resolutiva de los equipos de salud, el enfoque de salud familiar y comunitaria y las redes integradas e integrales de servicios de salud”.
Para Ascofame, mejorar los servicios de salud depende, en parte, “de la capacidad resolutiva de los equipos de salud en los primeros niveles de atención”. Para eso, dicen, es clave que se fortalezca al médico general para que tenga mayor capacidad resolutiva. Es algo que se debe hacer desde su formación y en su ejercicio profesional.
“Para ello, las facultades de medicina de Ascofame ha venido avanzado en la transformación de la educación médica de pregrado, posgrado y educación continua”, apuntan en otro apartado.
De hecho, aseguran, la formación del talento humano en salud ha venido mejorando mucho en Colombia que hoy, según sus cálculos, cuenta con más de 130.000 médicos, de los cuales 31.000 son especialistas. “Consideramos que el país cuenta con una oferta educativa suficiente para atender el crecimiento progresivo, en cantidad y calidad, de la demanda de servicios de salud”, indican.
“Las medidas encaminadas a garantizar condiciones laborales adecuadas a los trabajadores de la salud también son un aspecto positivo, siempre que se acompañen de instrumentos para promover la meritocracia, la eficiencia y la flexibilidad que garanticen la calidad de los servicios de salud y la viabilidad de las instituciones”, afirman.
Así mismo, explican que es importante formular Política de Formación y Educación Superior en Salud, pero aclaran que “su construcción debe involucrar a las universidades y considerar la capacidad de las instituciones de salud para absorber los profesionales en formación. Es necesario asegurar en esta política la coordinación de los sectores Salud, Educación y Trabajo”.
Pero Ascofame también tiene varios reparos a la reforma presentada por el Ministerio de Salud.
Los reparos a la reforma
De acuerdo con la Asociación, una de sus principales inquietudes tiene que ver con “la forma como se implementarán los cambios propuestos en la gobernanza y la institucionalidad del sistema de salud”.
“También nos preocupa el traslado de funciones a entidades públicas nacionales, regionales y locales, de decisiones frente a la ordenación del gasto, el manejo y flujo de recursos, la organización de redes y servicios, sin que se hayan tomado medidas previas para superar la histórica debilidad de muchas de ellas, frente a la injerencia de los factores como el clientelismo, la ineficiencia y la corrupción”, señalan.
Para Ascofame es clave que se conozca cómo se “construirán o transferirán capacidades a estas entidades, dado que muchas de ellas tienen dificultades críticas para desarrollar sus actuales funciones”.
Igualmente, piden que a la hora de implementar disposiciones “sobre la habilitación de los hospitales públicos de alta complejidad como hospitales universitarios y el servicio social obligatorio para médicos residentes” se consideren las “características propias de calidad de la educación superior en salud, la disponibilidad de recursos para su financiación y el desarrollo de capacidades en instituciones y servicio para adelantar estos procesos.
“La recertificación de los trabajadores de la salud es una medida necesaria para garantizar la idoneidad de quienes atienden la salud de la población”, añaden.
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