El estudio, publicado en el último número de la revista científica británica “Nature”, registró durante seis meses los movimientos de 100 mil personas a través del rastro que dejaban las señales que emitían sus teléfonos móviles al recibir o enviar mensajes de texto o llamadas.
Otros estudios intentaron anteriormente establecer un mapa del movimiento humano, por ejemplo, con el seguimiento de la circulación de los billetes, pero los científicos aseguran que no dieron resultados tan precisos.
El equipo investigador, liderado por Albert-László Barabási, explica que los hombres siguen la pauta de comportamiento del típico empleado que viaja de casa al trabajo y viceversa.
Los investigadores explican que este estudio permitirá a los científicos comprender el comportamiento de los individuos más allá de establecer un mapa preciso de sus movimientos.
Este mapa contribuirá a establecer una mejor planificación urbanística y del tráfico, a estudiar las respuestas más eficaces ante una emergencia e, incluso, a prevenir las epidemias.