Europa, ¿ante un pico de COVID-19 igual que los anteriores?
La tasa de contagios de varios países europeos como Austria y Alemania se dispara. Sin embargo, su tasa de mortalidad se mantiene estable.
Europa está de nuevo en el epicentro de la pandemia. Así lo anunció a inicios de noviembre la Organización Mundial de la Salud y así se ha ido confirmando, semana a semana, en los informes de nuevos casos.
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Europa está de nuevo en el epicentro de la pandemia. Así lo anunció a inicios de noviembre la Organización Mundial de la Salud y así se ha ido confirmando, semana a semana, en los informes de nuevos casos.
El incremento ha preocupado tanto que países europeos como Austria anunciaron el regreso de restricciones desde este lunes. “Europa está de nuevo donde estábamos hace un año. La diferencia hoy es que sabemos más y podemos hacer más”, confirmó también la OMS. Y esa diferencia entre lo que ya se sabe del covid-19 está haciendo de este pico de contagios uno mucho menos mortal.
En su último informe sobre la situación europea (publicado el 4 de noviembre pasado), el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), confirmó que la tasa global de notificación de casos europea está caracterizada en este momento por ser “elevada y creciente”. En el informe de mediados de octubre la incidencia del COVID-19 en la Unión Europea era de 233,3 casos por 100.000 habitantes; en su informe del 4 de noviembre fue de 306,2 casos por 100.000 habitantes.
Puede ver: “Europa tiene el conocimiento para enfrentar nueva ola de contagios”: OMS
En Austria, para seguir con el ejemplo, se han presentado más de catorce mil casos diarios desde el pasado 17 de noviembre; en contraste, exactamente hace un mes, el 17 de octubre, presentaba entre mil y dos mil casos diarios. Una situación similar se está viviendo en Alemania, otro país que está prendiendo las alarmas.
En su informe del 4 de noviembre, el ECDC, sin embargo, también señala que junto al crecimiento de casos también se reporta una “baja tasa de mortalidad estable”, que se ubica a nivel europeo en 27,2 muertes por millón de habitantes. En su informe de octubre era de 23,8 muertes.
Es decir, si bien ha crecido (de 23,8 muertes por millón de habitantes a mediados de octubre, a 27,2 muertes por millón de habitantes a inicios de noviembre), no lo ha hecho en la proporción en la que ha crecido la incidencia (que pasó de 233,3 casos por 100.000 habitantes a mediados de octubre, a 306,2 casos por 100.000 habitantes a inicios de noviembre).
El detalle de ese crecimiento a distintas velocidades también se puede ver en Austria. Mientras sus casos confirmados fueron de 14.042 este 22 de noviembre, su cifra de muertos se ubicó en 22. Un dato que, si bien es doloroso, está lejos de los más de 100 muertos diarios que presentó durante algunas semanas de noviembre de 2020.
Puede ver: Las deudas de la vacunación contra el COVID-19
Austria tiene casi el 69% de su población vacunada con al menos una dosis contra el COVID-19. Esa cifra, elevada, lo hace aun así uno de los países europeos con este indicador más bajo. El país, con una población de alrededor 9 millones, hace 51 test de coronavirus por cada mil habitantes, lo que lo ubica como uno de los países europeos que más hace pruebas.
Para poner algunos ejemplos: Alemania realiza 2,74 pruebas por cada mil habitantes; Estados Unidos hace 3,37 pruebas por cada mil habitantes; Colombia realiza 0,82 pruebas por mil habitantes, según Our World in Data. El ECDC es claro en afirmar, en su informe del 4 de noviembre, que “los países con menor índice de vacunación siguen viéndose gravemente afectados”.
Los países con las cifras de vacunación más bajas están sufriendo una mayor mortalidad. El caso de Rumanía ejemplifica bien: el país tiene alrededor de 19 millones de habitantes; de ellos, apenas el 28% se han vacunado con al menos una dosis. El pasado 20 de noviembre el país reportó 2.889 casos, mucho menos que Austria que tiene menos población, pero 281 muertes. Rumanía hace 2,33 pruebas por cada mil habitantes.
Aún así, y según el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus,”ningún país debería estar en esta situación, casi dos años después de la pandemia de COVID-19. Con la combinación adecuada de medidas, es posible que los países encuentren el equilibrio entre mantener baja la transmisión y mantener abiertas sus sociedades y economías”.