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Farmacéuticos, ¿olvidados en la pandemia?

Pese a que quienes prestan servicios farmacéuticos suelen tener contacto directo o indirecto con pacientes con COVID-19, el Ministerio de Salud no los incluyó de manera explícita en la resolución que otorga bonificaciones al personal de salud por su trabajo en la emergencia.

Sergio Silva Numa - @SergioSilva03
14 de agosto de 2020 - 02:22 a. m.
La resolución del Minsalud no es clara respecto a si incluye o no a quienes trabajan en servicios farmacéuticos.
La resolución del Minsalud no es clara respecto a si incluye o no a quienes trabajan en servicios farmacéuticos.
Foto: EFE - ERNESTO GUZMAN JR
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Hace un par de meses la organización Pacientes Colombia realizó una mesa de trabajo con varios actores del sistema de salud. En ella participaron gremios y representantes del sector farmacéutico. También estuvo el viceministro de Salud, Luis Alexánder Moscoso. Una de las inquietudes que le manifestaron los asistentes tuvo que ver con la resolución que daría una bonificación al personal de la salud por su labor en la pandemia. Le recordaron que faltaba incluir a un grupo clave: quienes permiten que los medicamentos lleguen a los pacientes y que los hospitales estén abastecidos. Moscoso, como confirma Denis Silva, organizador del encuentro, admitió el error y prometió que los incluiría. Unos prefirieron recordárselo por escrito. (Lea Vacuna, una promesa a medio camino)

El 17 de julio la esperada resolución (1172) vio la luz. “Es una semana histórica”, dijo esa noche el ministro Fernando Ruiz. “Es un incentivo para apoyar la labor humana que se hace en los hospitales”. Dar bonificaciones implicó una inversión de $450 mil millones, un esfuerzo que muchos aplaudieron. Sin embargo, no todos quedaron contentos. En ninguna línea del documento aparecía la promesa de Moscoso. En la norma habían omitido a las personas encargadas de los servicios farmacéuticos.

“Gracias Minsalud por recordarnos que los farmacéuticos somos un cero a la izquierda y que, según ustedes, no somos parte de la línea de frente. Se les olvidó que la dispensación de medicamentos es un servicio de salud”, apuntó en Twitter Hannah Escobar, química farmacéutica. “Somos parte del personal de salud, pero no nos tuvieron en cuenta”, dice Carolina Aristizábal, también química farmacéutica de una IPS en Bogotá.

El disgusto tenía varios motivos: este grupo, entre los que están los auxiliares de farmacia y los regentes, desempeña una tarea clave en clínicas y hospitales de la que muy poco se habla en esta pandemia. Son los responsables de dispensar medicinas al personal de enfermería para que las administren a los pacientes.También, ¬en el caso de los químicos farmacéuticos¬ hacen seguimiento a la evolución de los pacientes para observar los posibles eventos adversos, la interacción de los fármacos, su efectividad, su adherencia y si se están consumiendo en las dosis adecuadas. Que los hospitales estén abastecidos de medicamentos es otra de las funciones esenciales del departamento de farmacia.

En otras palabras, como cuenta Aristizábal, es un grupo que tiene contacto directo o indirecto con los pacientes y con el resto del personal sanitario. “Desde luego que en el ámbito hospitalario hay riesgo de contagio de COVID-19”, añade Ángela Caro, presidenta de la Asociación Colombiana de Farmacovigilancia.

De hecho, como muestran las cifras del Instituto Nacional de Salud, en la lista de casos de contagios en el personal de salud de Colombia hay varios pertenecientes a este grupo. En el momento en que se escribe este artículo se han identificado 118 técnicos de farmacia con el coronavirus, 31 regentes en farmacia y 14 químicos farmacéuticos (aunque no es claro si se infectaron con el SARS-CoV-2 en un ámbito hospitalario o ambulatorio, es decir, en farmacias).

¿Por qué, entonces, no fueron incluidos en la resolución del Minsalud? Juan Pablo Osorio, presidente de la Asociación de Químicos Farmacéuticos Hospitalarios (Acqfh), no sabe con precisión el motivo. Por eso, días después de que fue publicada aquella norma, envió, junto con Fernando Puello, presidente del Colegio de Químicos Farmacéuticos, un derecho de petición preguntando al Ministerio las razones. “También solicitamos la inclusión porque somos personal de salud, pero hasta el momento no hemos recibido una respuesta”, cuenta Puello.

Una de sus principales dudas es si, en el caso de que un químico farmacéutico, un auxiliar de farmacia o un regente contrae COVID-19 en un hospital, tiene o no derecho, como el resto del personal de salud, a acceder a la bonificación que promete la resolución. El documento, al menos, no es claro. Enumera una larga lista de servicios (de consulta externa, hospitalización, UCI, radiología o cirugía), “pero no incluyeron el servicio de farmacia”, dice Osorio.

No estar de manera explícita solo ha creado confusiones. De acuerdo con el Ministerio de Salud, pese a no estar escrito, alguien que sea parte de estos grupos sí podría acceder a los beneficios. Claro, solo si cumple con esta condición: que el servicio farmacéutico esté en el interior de la IPS y que haya estado expuesto al COVID-19. “En ese caso puede hacer el respectivo reporte para acceder al reconocimiento”, explican en el Ministerio.

¿Y qué sucede en el caso de quienes dispensan medicamentos en farmacias? Puello cree que también deberían ser incluidos si están en un sitio con riesgo de contagio. Osorio prefiere ser prudente y esperar una respuesta formal del Minsalud. “Son escenarios distintos y lo mejor es no generalizar. No puedo decir cuáles deberían incluirse y cuáles no”, dice.

“El problema es que incluir a este tipo de personal es complejo por dos razones: es difícil saber si se contagian en la farmacia o en otro ambiente. Además, sería extremadamente costoso para el Ministerio de Salud”, comenta un directivo de una reconocida empresa que tiene varias droguerías en el país que prefiere no ser nombrado. Asocoldro, la Asociación que defiende los intereses de los droguistas, es una buena muestra de ello: agrupa cerca de 10 mil locales.

Claudia Sterling, de Cruz Verde, que tiene más de 380 droguerías en Colombia, prefiere no entrar en estas discusiones, aunque reconoce que en las farmacias hay un alto riesgo de contraer COVID-19. A sus ojos, más allá de lo compleja de esta discusión, este debate debería abrir las puertas a un asunto que no es nuevo: la posibilidad de que todo este personal, del cual no hay una cifra precisa, sea incluido en la base de datos donde está todo el talento humano en salud (el ReTHUS).

“Por ahora, asegura Puello, “esperamos que nos respondan el derecho de petición”.

Por Sergio Silva Numa - @SergioSilva03

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