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La Asociación Colombiana de Psiquiatría (ACP) expresó en un comunicado este viernes que ha recibido con preocupación “información sobre la difícil situación que atraviesan varias IPS dedicadas a prestar servicios de salud mental en Colombia”. Según este gremio, los hospitales y clínicas mencionan “irregularidades en los pagos por parte de diversas EPS”, lo que ha llevado, agregan, a “impactos nocivos en las instituciones”.
Muchas de las IPS de las que informa la ACP señalan que están viviendo limitaciones para ofertar los servicios necesarios para que los pacientes mentales puedan acceder a lo indispensable y procurar su recuperación. “Se han evidenciado situaciones tan críticas que ya hay cierres de servicios de hospitalización en los territorios. Las cifras muestran un incremento en la frecuencia de distintos trastornos mentales y en patologías psiquiátricas asociadas a la infancia y adolescencia en Colombia, con un crecimiento de la demanda de atenciones en salud mental y déficits del recurso humano especializado”, agrega la entidad.
Por esta situación, hace un “llamado a todos los actores involucrados en la liquidación de cuentas médicas y desembolso de recursos a las clínicas de psiquiatría del país, para que sus procesos garanticen la compensación oportuna a las instituciones, teniendo en cuenta las particularidades de los pacientes mentales, que requieren de un enfoque integral y que dada la naturaleza de sus síntomas presentan enorme vulnerabilidad y susceptibilidad a desarrollar recaídas y otros desenlaces negativos para la salud, incluyendo el suicidio, si no se aseguran tratamientos apropiados y continuos. de medicamentos e insumos”.
No es el único gremio preocupado por el cierre financiero de las IPS en Colombia. Hace unos días, la Asociación de Hospitales Públicos del departamento de Caldas hizo un llamado con mensaje de “urgencia” informando al país sobre “la insostenible situación financiera que enfrenta la red hospitalaria pública debido al incumplimiento en los giros directos establecidos por la normativa vigente”. En ese caso, la asociación se refería específicamente a Nueva EPS, que, según decía, no giró recursos a cuatro IPS en diciembre.
“Los giros efectuados al resto de prestadores fueron notablemente inferiores a lo esperado, a lo facturado y a lo históricamente recibido, situación que agrava las ya precarias finanzas de nuestros hospitales, algunos que no venían recibiendo pagos regulares, y otros que, de manera unilateral e irregular, han sido afectados con el no giro de recursos en meses anteriores, ha llevado a un punto crítico que compromete la prestación de servicios esenciales de salud en el departamento”, agregaba el gremio de los hospitales de Caldas.
La red pública del departamento del Valle del Cauca también ha advertido sobre su difícil situación financiera. La Asociación de Hospitales y Empresas Sociales del Estado del Departamento del Valle del Cauca (Asohosval) aseguró en un comunicado de hace unos días que la red de salud pública de dicho departamento se encuentra “al borde del colapso financiero”. La situación financiera, explican, responde a la falta de pago de las EPS Emssanar, Nueva EPS, Coosalud y Asmet Salud, todas intervenidas por la Supersalud.
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