Indígenas, una población vulnerable que también lucha contra el coronavirus

Las comunidades de la Sierra Nevada, el Amazonas y el Norte del Cauca ya han tomado medidas para enfrentarse al SARS-CoV-2. Aunque la medicina tradicional hace parte de las prevenciones que tienen en cuenta, ellos mismos aceptan que de presentarse un caso tendría que haber intervención del sistema de salud.

Juliana Jaimes Vargas / @julsjaimes y Nicolás Sánchez
25 de marzo de 2020 - 09:02 p. m.
Las comunidades manifiestan que el mayor temor es el ingreso de turistas que puedan contagiarlos del virus. / Foto: Manuel Salinas
Las comunidades manifiestan que el mayor temor es el ingreso de turistas que puedan contagiarlos del virus. / Foto: Manuel Salinas

Desde hace unas semanas, Colombia se enfrenta al SARS-CoV-2, un virus que ya cruzó las fronteras de 19 departamentos del país y en su paso por estos lugares ya dejó un mensaje claro: nadie está exento de contagiarse. En las grandes ciudades las medidas de contención no se hicieron esperar, aislamientos voluntarios y simulacros de cuarentena trazaron el panorama de lo que serán las próximas semanas. Los municipios también emplearon acciones para evitar el flujo masivo de población. Incluso, las comunidades indígenas de la Sierra Nevada, el Norte del Cauca y el Amazonas ya son conscientes de que puede ser cuestión de tiempo para que el brote llegue a ellos. 

“Nos reunimos con las autoridades tradicionales y espirituales para escuchar toda la información del nuevo coronavirus y estamos preocupados”, contó José de los Santos, cabildo gobernador de los cuatro pueblos de la Sierra Nevada. Creer que las comunidades indígenas o campesinas no tendrán peligro de contagio del COVID-19 porque se encuentran alejados de las principales ciudades es un error. El pasado 18 de marzo se registró en Iquitos, una ciudad al norte de la Amazonía peruana, el primer contagio. Un hombre de 51 años que, a pesar de vivir en zona selvática y solo poder acceder a ese punto vía aérea o fluvial, tuvo contacto con un turista portador del virus.

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Una de las primeras medidas tomadas por el gobierno colombiano fue el cierre indefinido de parques nacionales para combatir el principal miedo de las comunidades: los turistas. Desde el pasado 16 de marzo, cerca de 24 áreas protegidas sellaron su entrada y suspendieron sus servicios de ecoturismo. "Para nosotros el mejor control sería evitar la entrada de los visitantes dentro de los resguardos y así evitamos el contagio. Si esto no se respeta no sabemos lo que pueda pasar”, señaló el cabildo gobernador, José de los Santos. Los indígenas del Norte del Cauca también fueron enfáticos en este punto. “Las autoridades tradicionales orientaron a hacer control frente al ingreso de turistas o extranjeros a los sitios sagrados. La Guardia Indígena está al tanto de esto”, señaló Oscar Bonilla representante de la EPS Indígena del Cauca.  

Sin embargo, el ingreso de los turistas no es el único canal de contagio que pueden tener las comunidades indígenas y rurales. “En Colombia el campo surte a todo el país. Es muy complicado pensar en aislamiento por las redes de comercio. Normalmente campesinos e indígenas salen a un casco urbano y hacen los mercados y transacciones”, aseguró Pablo Martínez, médico cirujano antropólogo y salubrista público.

Aunque el suministro de alimentos durante la cuarentena es un tema que no se ha visto afectado hasta el momento, y los canales de distribución siguen en pie con los planes de distribución, es importante que el gobierno también implemente medidas de seguridad en estos espacios. “Hay la posibilidad de hacer un cerco sanitario con lugares de tránsito controlado para evitar desplazamientos de personas. Como el que se quiere hacer con el internacional, pero más de orden local”, agregó Martínez, quien también hace parte de la ONG Sinergias. 

Las recomendaciones internas que circulan dentro de las comunidades van desde el cese de contacto físico, hasta la cancelación de eventos masivos y reuniones. En el caso de la Sierra Nevada, ya se designaron líderes que se encarguen de las sedes administrativas en los cascos urbanos, mientras que el resto de la población tendrá las salidas restringidas. “Nos hemos organizado con las familias de la comunidad y estamos recomendando no tener contacto con la parte baja, con los vecinos de las veredas y cabeceras municipales. Estaremos todos arriba resguardados”, añadió el cabildo gobernador De los Santos.

Muchos pueblos indígenas en Colombia no sólo se deben cuidar del coronavirus, sino también del conflicto armado que persiste en sus territorios. Inclusive, el pasado lunes la guerra siguió derramando sangre aborigen. En un atentado que se registró en el corregimiento Naranjal de Bolívar, Valle del Cauca, fueron asesinados dos líderes de la comunidad embera chamí y dos personas más resultaron heridas. “Nos preocupa que ahora los criminales que han venido amenazando y asesinando a los líderes indígenas los vayan a coger como presas fáciles en sus casas a raíz de la cuarentena en la que estamos”, enfatizó Luis Fernando Arias, consejero mayor de la Onic.

Dicha organización no conoce ningún comunicado por medio del cual los grupos armados anuncien la disminución de las hostilidades por la crisis del coronavirus. “Se requieren medidas urgentes para la atención inmediata de estas comunidades que están en mayor vulnerabilidad y riesgo por la presencia del conflicto, de los actores armados y de esta pandemia”, señaló Arias.

“Nuestra preocupación está en que el conflicto se siga escalando y profundizando y no permita que las ayudas humanitarias lleguen a los territorios”, enfatizó el líder indígena. Las regiones que más preocupación suscitan por la intensidad de la guerra son el Pacífico (Valle, Chocó, Nariño y Cauca), Catatumbo (Norte de Santander) y el norte del Cauca. Por lo anterior, piden a todos los actores armados que declaren un cese al fuego, por lo menos, mientras se acaba la crisis.

Las autoridades indígenas han tomado una serie de medidas para contener la pandemia del coronavirus. Por ejemplo, el pueblo kankuamo de la Sierra Nevada de Santa Marta expidió una resolución en la cual se acogió el decreto del presidente Iván Duque en el que se establece el aislamiento preventivo obligatorio que empezó el 25 de marzo y terminará, por ahora, el 13 de abril. También prohibieron la circulación de vehículos y personas foráneas, sólo exceptuando a quienes abastecen alimentos o prestan servicios de salud. Le preguntamos a Arias si la Onic tiene información de algunos choques entre los indígenas y los grupos armados por cuenta de esas y respondió “no tenemos información de que los actores armados se estén oponiendo a las medidas de contención que los pueblos indígenas han venido adoptando en el territorio”.

Medicina tradicional contra el coronavirus

Limón como desinfectante de manos, sahumerios de plantas para ahuyentar el mal y bebidas de corteza de árboles como el chuchuguaza son algunas de las herramientas que las comunidades indígenas han utilizado para prevenir la llegada del COVID-19. Aunque estas medidas podrían llegar a fortalecer las defensas inmunológicas del cuerpo, no hay evidencia científica que sirvan para generar una contención efectiva del virus. “Ellos hacen cierto uso de plantas con propiedades que favorecen el manejo de la sintomatología. El gran problema es que, ante un cuadro fuerte, cuando empiecen a aparecer los síntomas más agresivos, la respuesta tradicional se va a quedar corta”, dijo el médico Pablo Martínez.

“Contamos con plantas medicinales que son buenas para prevenir varias enfermedades, pero no podemos decir que existe una que pueda combatir al coronavirus”, aseguró Alexis Damanicio, consejero de jóvenes ante la ONIC de las comunidades Tikuna, Cocama y Yagua en el Amazonas. Además de las previsiones de medicina tradicional, algunas comunidades ya han empezado un trabajo de difusión con una de las recomendaciones fundamentales para sobrellevar un contagio de COVID-19: el lavado de manos.

“Estamos haciendo todo un trabajo con las redes de salud para hacer todo el ejercicio junto con los agentes de salud en las veredas, enseñando autocuidado para evitar la propagación del virus, como el lavado de manos y el tema de evitar las aglomeraciones”, aclaró Oscar Bonilla, director de la EPS Indígena del Norte del Cauca. Sin embargo, confesó que no es una tarea fácil porque en el medio hay muchas prácticas tradicionales que no se dejarán de hacer, "culturalmente es complejo, son procesos de educación que no tenemos presentes. Lo que estamos evitando es que gente externa llegue a los territorios para que no entre el virus", agregó Bonilla.

El Ministerio de Salud ha recomendado a las comunidades permanecer en su territorio con el fin de reducir la exposición al riesgo de contagio y limitar el ingreso de personas ajenas. Así como “desarrollar acciones comunicativas con mensajes claros y sencillos según los usos y costumbres de los grupos étnicos presentes en el territorio (resguardos, cabildos, consejos comunitarios, Kumpanias y otras organizaciones de base comunitaria)”. De igual forma, reiteró la importancia de mantener una vigilancia activa para alertar casos sospechosos.

Aunque los manuales se han enviado a través de redes sociales y demás, algunos indígenas no sabrían como proceder más allá respetar el aislamiento ordenado desde la presidencia. Laura Britto, integrante de la comunidad Wayuu le indicó a El Espectador que hasta el momento no han recibido suficiente información sobre los protocolos de salud que deben seguir, “aquí nadie nos ha hecho ni brigadas para que entendamos lo que sucede. Lo que sabemos lo hemos visto de medios de comunicación. Las comunidades estamos abandonadas”.

Si lo que se busca es proteger a esta población a través de las recomendaciones generales que hasta el momento se han dado del tema, hay que tener en cuenta que la construcción de cada comunidad es diferente y las ordenanzas internas varían según su formación cultural. "Los pueblos andinos tienen una mayor capacidad que los pueblos amazónicos porque tienen formas más cohesionadas que los amazónicos. Las comunidades en territorio andino son más rigurosas, tienen mucha más conexión. Esto se da por cuestiones históricas y es una variable que hay que tener en cuenta", explicó Martínez. 

A través de la pedagogía en lavado de manos, el uso de plantas medicinales para fortalecimiento de defensas y rezos que alejan el mal, los indígenas ya han puesto en marcha diferentes estrategias para enfrentarse al coronavirus que también amenaza a lo que ellos más aprecian: los mamos, que son las autoridades espirituales más importantes y que, por lo general, pertenecen la tercera edad, las principales víctimas de la pandemia. “La mayoría de ellos son ancianos, entonces buscamos no afectarlos pues por su misma dinámica no tienen muchas defensas, realmente estamos tomando medidas para frenar esa situación”, concluye Óscar Bonilla, indígena del Norte del Cauca. 

Por Juliana Jaimes Vargas / @julsjaimes y Nicolás Sánchez

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