Industria tabacalera reacciona al proyecto de ley aprobado que regula los vapeadores

Este miércoles el Congreso de Colombia aprobó un proyecto de ley que “crea” una regulación para vapeadores y cigarrillos electrónicos (entre otros productos llamados “innovadores” de ese tipo), en una decisión que ha sido celebrada por algunos congresistas y organizaciones de la sociedad civil como Red Papaz y Fundación Anáas. El otro actor en esta discusión es la industria tabacalera que, aunque señala que es un “gran primer paso” en el avance hacia una regulación, lamenta que no se haya incluido el enfoque de reducción y riesgo en el proyecto. (Puede ver: Gobierno radicó ponencia de la reforma a la salud)

“Este enfoque diferencial no fue incluido, lo cual nos hace sentir que quizá hizo falta un poco más de tecnicismo”, señaló Marla Gutiérrez, directora ejecutiva de ALTERPRO (el gremio que agrupa a British American Tobacco Colombia, Inversiones GLU Cloud, Relx International y Coltabaco - Philip Morris International). La llamada “reducción de riesgo y daño”, como hemos explicado en El Espectador, defiende que estos nuevos dispositivos pueden representar una alternativa menos perjudicial en comparación con los cigarrillos tradicionales. (Puede ver: El impuesto saludable,sale caro no aplicarlo)

“Creemos que equiparar estos productos con un cigarrillo tradicional no es lo más técnico. Es perjudicial porque va en contra de la tendencia global y de institutos de salud como el de Reino Unido, que tratan de forma diferenciada los productos para darle otra opción al consumidor y al adulto que es dependiente de la nicotina”, agregó Gutiérrez. Frente a este enfoque, la Organización Mundial de la Salud ha señalado que la evidencia científica aún está en evolución, y que se necesita más investigación para comprender completamente los riesgos y beneficios asociados con estos dispositivos. En general, sin embargo, este organismo se ha mostrado preocupado por la falta de regulación y la posibilidad de que estos productos lleguen a las nuevas generaciones y se conviertan, de facto, en un ingreso al mundo del tabaco.

“Reiteramos de manera clara y contundente, las personas no deberían fumar nunca y si lo hacen, la mejor decisión siempre será abandonarlo por completo”, agregó, por aparte, Coltabaco – afiliada de Philip Morris en Colombia-. La empresa considera que contar con un marco regulatorio para estos productos siempre ha sido “una necesidad urgente”, por lo que reconoce “la gestión realizada por el Congreso de la República y en especial la Cámara (…)”. (Vea: Insulina, diabetes y obesidad: cuando se mezclan peras con manzanas)

Sin embargo, Coltabaco asegura que “aquellos adultos fumadores que no lo hacen (abandonar el hábito de fumar), tienen derecho a conocer que existen mejores alternativas que continuar fumando”. “Por esto, tiene la mayor relevancia, como parte de un legítimo derecho a la participación ciudadana, la generación de espacios de educación y conocimiento que, desde la óptica científica, muestren los atributos, presentaciones y perfiles de riesgo de esta nueva categoría de productos”. Hay que recordar que esta compañía (una de las más grandes de la industria tabacalera a nivel global) se vio relacionada esta semana en una polémica después de que invitara a 12 congresistas a una planta de producción e investigación en Suiza, algo que un sector de la opinión calificó como “injerencia” y que la compañía defendió como un espacio de educación.

La empresa espera, entonces, que el proyecto aprobado se traduzca en una “reglamentación (que) refleje la evidencia científica actualmente disponible sobre la nueva categoría y reconozca los diversos enfoques para el manejo y control del tabaquismo. Esto, en línea con las disposiciones de la OMS y el Convenio Marco para el Control de Tabaco, el cual reconoce las estrategias de prevención, cesación y reducción de daños por igual”. Coltabaco finaliza insistiendo en “la necesidad de abrir conversaciones transparentes, respetuosas, abiertas y diversas con razones objetivas al servicio del bien común y desprovistas de sesgos ideológicos sobre esta nueva categoría”. (Puede ver: Comer alimentos ultraprocesados aumentaría el riesgo de ansiedad)

“Respetamos los espacios y participaremos en los espacios que se propongan para esa reglamentación con nuestro enfoque. Es importante que los congresistas entiendan qué están regulando”, agrega también Gutiérrez, hablando en nombre de ALTERPRO. El proyecto de ley, aprobado este miércoles en último debate en la Cámara de Representantes, “crea” una regulación para el consumo de cigarrillos electrónicos y vapeadores en el país. El “crea” es relativo, pues el proyecto, liderado por los senadores Norma Hurtado Sánchez y José David Name, lo que hace en realidad es incorporar estos productos en el marco regulatorio establecido en la Ley 1335 de 2009, conocida como la “Ley Antitabaco”.

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Este miércoles el Congreso de Colombia aprobó un proyecto de ley que “crea” una regulación para vapeadores y cigarrillos electrónicos (entre otros productos llamados “innovadores” de ese tipo), en una decisión que ha sido celebrada por algunos congresistas y organizaciones de la sociedad civil como Red Papaz y Fundación Anáas. El otro actor en esta discusión es la industria tabacalera que, aunque señala que es un “gran primer paso” en el avance hacia una regulación, lamenta que no se haya incluido el enfoque de reducción y riesgo en el proyecto. (Puede ver: Gobierno radicó ponencia de la reforma a la salud)

“Este enfoque diferencial no fue incluido, lo cual nos hace sentir que quizá hizo falta un poco más de tecnicismo”, señaló Marla Gutiérrez, directora ejecutiva de ALTERPRO (el gremio que agrupa a British American Tobacco Colombia, Inversiones GLU Cloud, Relx International y Coltabaco - Philip Morris International). La llamada “reducción de riesgo y daño”, como hemos explicado en El Espectador, defiende que estos nuevos dispositivos pueden representar una alternativa menos perjudicial en comparación con los cigarrillos tradicionales. (Puede ver: El impuesto saludable,sale caro no aplicarlo)

“Creemos que equiparar estos productos con un cigarrillo tradicional no es lo más técnico. Es perjudicial porque va en contra de la tendencia global y de institutos de salud como el de Reino Unido, que tratan de forma diferenciada los productos para darle otra opción al consumidor y al adulto que es dependiente de la nicotina”, agregó Gutiérrez. Frente a este enfoque, la Organización Mundial de la Salud ha señalado que la evidencia científica aún está en evolución, y que se necesita más investigación para comprender completamente los riesgos y beneficios asociados con estos dispositivos. En general, sin embargo, este organismo se ha mostrado preocupado por la falta de regulación y la posibilidad de que estos productos lleguen a las nuevas generaciones y se conviertan, de facto, en un ingreso al mundo del tabaco.

“Reiteramos de manera clara y contundente, las personas no deberían fumar nunca y si lo hacen, la mejor decisión siempre será abandonarlo por completo”, agregó, por aparte, Coltabaco – afiliada de Philip Morris en Colombia-. La empresa considera que contar con un marco regulatorio para estos productos siempre ha sido “una necesidad urgente”, por lo que reconoce “la gestión realizada por el Congreso de la República y en especial la Cámara (…)”. (Vea: Insulina, diabetes y obesidad: cuando se mezclan peras con manzanas)

Sin embargo, Coltabaco asegura que “aquellos adultos fumadores que no lo hacen (abandonar el hábito de fumar), tienen derecho a conocer que existen mejores alternativas que continuar fumando”. “Por esto, tiene la mayor relevancia, como parte de un legítimo derecho a la participación ciudadana, la generación de espacios de educación y conocimiento que, desde la óptica científica, muestren los atributos, presentaciones y perfiles de riesgo de esta nueva categoría de productos”. Hay que recordar que esta compañía (una de las más grandes de la industria tabacalera a nivel global) se vio relacionada esta semana en una polémica después de que invitara a 12 congresistas a una planta de producción e investigación en Suiza, algo que un sector de la opinión calificó como “injerencia” y que la compañía defendió como un espacio de educación.

La empresa espera, entonces, que el proyecto aprobado se traduzca en una “reglamentación (que) refleje la evidencia científica actualmente disponible sobre la nueva categoría y reconozca los diversos enfoques para el manejo y control del tabaquismo. Esto, en línea con las disposiciones de la OMS y el Convenio Marco para el Control de Tabaco, el cual reconoce las estrategias de prevención, cesación y reducción de daños por igual”. Coltabaco finaliza insistiendo en “la necesidad de abrir conversaciones transparentes, respetuosas, abiertas y diversas con razones objetivas al servicio del bien común y desprovistas de sesgos ideológicos sobre esta nueva categoría”. (Puede ver: Comer alimentos ultraprocesados aumentaría el riesgo de ansiedad)

“Respetamos los espacios y participaremos en los espacios que se propongan para esa reglamentación con nuestro enfoque. Es importante que los congresistas entiendan qué están regulando”, agrega también Gutiérrez, hablando en nombre de ALTERPRO. El proyecto de ley, aprobado este miércoles en último debate en la Cámara de Representantes, “crea” una regulación para el consumo de cigarrillos electrónicos y vapeadores en el país. El “crea” es relativo, pues el proyecto, liderado por los senadores Norma Hurtado Sánchez y José David Name, lo que hace en realidad es incorporar estos productos en el marco regulatorio establecido en la Ley 1335 de 2009, conocida como la “Ley Antitabaco”.

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