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La organización suiza Public Eye y la Red Internacional de Acción por la Alimentación Infantil (IBFAN) publicaron un informe en el que revelan que la multinacional Nestlé (la mayor empresa de bienes de consumo del mundo) agrega azúcar y miel a sus productos comercializados en países de bajos recursos de Latinoamérica, Asia y África, en contravía de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para llegar a esta conclusión, las organizaciones tomaron muestras de dos productos para niños: Cerelac (la marca de cereales para bebés con mayor alcance en el mundo y ventas que superarían los mil millones de dólares en 2022) y Nido (un producto de lácteos destinado a menores de más de un año).
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En ambos casos, en productos comercializados en Latinoamérica, Asia y África, se encontró que los productos tenían azúcares añadidos bajo forma sacarosa o miel. En particular, según la investigación, se registraron altos niveles de variabilidad azúcares entre los productos, incluso dentro del mismo país. Por ejemplo, en Brasil se encontró que dos de cada ocho productos no contenían azúcares añadidos, pero los otros seis contenían casi 4 gramos por porción. En México, por su parte, se encontró que un tercio de los productos Nido para niños tenían 1,7 gramos.
En contraste, en los mercados europeos se encontró que no hay azúcares añadidos en estos productos destinados para menores de tres años.
“Nestlé debe poner fin a este peligroso doble rasero y dejar de añadir azúcar en todos los productos para niños menores de tres años, en todas las partes del mundo”, indica Laurent Gaberell, experto en agricultura y nutrición de Public Eye, a través de un comunicado.
Vale señalar que, según lineamientos de la OMS, se recomienda que los productos alimenticios para niños menores de tres años no contengan azúcares añadidos ni agentes endulzantes, para evitar la obesidad infantil, así como otras enfermedades crónicas asociadas con su consumo.
Frente a esto, Nigel Rollins, funcionario médico de la OMS, afirmó a The Guardian que las conclusiones del reporte representan “un rasero que no puede justificarse”.
Según un estudio reciente de la revista The Lancet, en Colombia se estima que más de 1,2 millones de menores de edad viven con obesidad. De manera general, el país se encuentra en un punto medio en medio de los promedios mundiales. Para el caso de los menores, la prevalencia es del 12 % en las niñas y del 9,3 % en los niños. Una de las cifras más destacadas, en este caso, es que la prevalencia de obesidad en las niñas colombianas se ubicó en el puesto 63 entre los más de 190 países estudiados.
La respuesta de Nestlé
Frente a las conclusiones del estudio, una vocera de Nestlé le indicó a The Guardian que la multinacional confía en “la calidad nutricional de nuestros productos para la primera infancia y damos prioridad al uso de ingredientes de alta calidad adaptados al crecimiento y desarrollo de los niños.”
Por su parte, indicó que Nestlé respeta las regulaciones locales e internacionales, así como los etiquetados que informan sobre los niveles de carbohidratos y azúcares en los alimentos. En general, la multinacional reiteró que declara con transparencia los niveles de azúcar y de miel en sus productos, y que en la última década la multinacional ha reducido en 11 % los azúcares presentes en los alimentos para niños.
Por su parte, se hizo la claridad de que las recetas de los productos dependen en gran medida de las regulaciones nacionales, así como la disponibilidad de ingredientes en cada país. Finalmente, se indicó que el mundo se estaba eliminando la utilización de sacarosa en las “leches de crecimiento”.
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