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Un intervalo de 6 a 14 semanas entre la primera y la segunda dosis de Pfizer produjo una respuesta inmune más fuerte contra el COVID-19. Así lo señaló un estudio financiado por el Departamento de Salud y Asistencia Social (DHSC) del Reino Unido.
La investigación, publicada este viernes, analizó las respuestas inmunes de 503 trabajadores de la salud que habían recibido la vacuna Pfizer. Los hallazgos mostraron que, las concentraciones de anticuerpos eran más altas en un intervalo de 6 a 14 semanas que después de las 3 a 4 semanas recomendadas inicialmente.
Con estos resultados, los investigadores aseguraron que la extensión del intervalo de dosificación de la vacuna Pfizer “es un protocolo inmunogénico eficaz”. En meses anteriores, el Reino Unido aumentó el plazo entre la primera y la segunda dosis como parte de su decisión de acelerar la cobertura de la población con una solo dosis. En ese momento, varios estudios señalaron que el intervalo era más efectivo con la vacuna Oxford-AstraZeneca.
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Desde entonces, la decisión ha sido respaldada y se ha seguido investigando. La investigadora Susanna Duanchie, de la Universidad de Oxford dijo también hace un tiempo que un intervalo de ocho semanas era el “punto óptimo” para generar respuestas inmunes efectivas con las células T que tienen el propósito de identificar y matar a patógenos invasores o células infectadas. “Después de la primera dosis, si está en el intervalo de dosificación largo, los anticuerpos neutralizantes disminuyen durante las 10 semanas mientras espera la segunda dosis, en particular para el virus delta, pero las células T la respuesta está bien mantenida”, dijo.
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Con otro estudio, que se está llevando a cabo en cinco universidades del Reino Unido , también se ha encontrado que cuatro semanas después de la primera dosis hubo una marcada disminución en los niveles de anticuerpos neutralizantes del SARS-CoV-2, pero, por el contrario, una respuesta sostenida de las células T que ayudan a proteger el cuerpo.