La mezcla de heroína, gasolina, disolvente para pintura y yodo, que se conoce en Europa como 'krokodil’ o la ‘heroína de los pobres’, se ha convertido en una de las drogas más peligrosas y adictivas del viejo continente y ahora prende las alarmas de América.
Esta semana el Centro de Control de Envenenamiento de Banner, en Arizona (EE.UU), identificó los casos de dos hombres a quienes en consumo de esta sustancia les provocó el estallido de algunos vasos sanguíneos que luego se convirtieron en gangrena.
Según las agencias de noticias, los afectados llegaron con pedazos de piel colgando del cuerpo que dejaban al descubierto los huesos y aceptaron haberse inyectado la droga que tiene los mismos efectos de la heroína pero que es hasta tres veces más barata.
'Krokodil' (se le llama así porque al deteriorar la piel ésta toma una apariencia verde y escamosa) apareció en Siberia (Rusia) en 2002 y fue tomando fuerza entre los consumidores de drogas de menos poder adquisitivo. Su consumo puede ocasionar amputaciones de las extremidades, daño cerebral y trastornos del habla, además de las horribles cicatrices y deformaciones.
El Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías ha identificado que la esperanza de vida de los consumidores puede ser de tres años. Los adictos podrían morir envenenamiento de la sangre, meningitis o neumonía. La prensa rusa ha estimado que el número de adictos al 'Krokodil' en ese país supera el millón.