La pereza y la prudencia son contagiosas

Psicólogos franceses llevaron a cabo un experimento que, combinado con modelos matemáticos, les permitió demostrar que copiamos determinados rasgos de la personalidad de forma inconsciente.

Redacción salud
01 de abril de 2017 - 03:00 a. m.
La actitud de una persona puede cambiar de forma inconsciente para entrar en sintonía con el grupo que la rodea. /  / Pixabay
La actitud de una persona puede cambiar de forma inconsciente para entrar en sintonía con el grupo que la rodea. / / Pixabay

Actitudes como la pereza, la prudencia o la impaciencia pueden ser imitadas de forma inconsciente, según reveló un estudio llevado a cabo por psicólogos del Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica de París y publicado esta semana en la revista PLOS Computational Biology.

Combinando técnicas de psicología cognitiva y modelos matemáticos, los investigadores Jean Daunizeau y Marie Devaine lograron demostrar que, más allá de defectos o virtudes personales, estas características operan de forma colectiva, afectando a grupos enteros.

En el experimento les pidieron a 56 voluntarios que tomaran una serie de decisiones que incluían asumir algún tipo de riesgo, retrasos o esfuerzos, antes y después de observar las decisiones de participantes ficticios. Estos participantes falsos fueron creados basándose en algoritmos de inteligencia artificial en los que los rasgos de prudencia, paciencia y pereza habían sido calibrados previamente. Los voluntarios no sabían que sus contrapartes eran individuos ficticios.

Luego de analizar los resultados, los investigadores detectaron dos tipos de tendencias cognitivas. La primera estaba ligada a un “falso consenso”, es decir, los participantes tendían a creer, de forma errónea, que las actitudes de los otros sujetos coincidían con las suyas.

La segunda tendencia cognitiva mostró el poder de la influencia social: que la actitud de una persona ante determinada circunstancia cambia para entrar en sintonía con el entorno. Paradójicamente, los participantes no parecían ser conscientes de estar influenciados por este tipo de tendencias.

“Trabajamos para entender tanto la cognición humana como la animal. En concreto, demostramos que la información formal y las teorías de la decisión aportan ideas de un valor incalculable respecto a la naturaleza y la relación de los sesgos en la cognición social”, explicaron los investigadores en un comunicado.

Por Redacción salud

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