
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La red de salud de Norte de Santander está respondiendo a la emergencia humanitaria que se presenta desde hace un par de días en ese departamento, con la atención de heridos y desplazados. No hay colapso, pero la saturación está alcanzando porcentajes superiores al 70%. Las autoridades comienzan a reportar un riesgo de escasez de algunos insumos médicos necesarios para la atención.
“La atención se ha podido prestar de manera oportuna en todo el corredor del Catatumbo, lo que es San Calixto, Teorama, Hacarí, Convención y El Carmen”, señala a El Espectador Fernando Augusto Álvarez García, director General del Instituto Departamental de Salud (IDS) de Norte de Santander. “La capacidad instalada tiene una saturación de alrededor de entre el 71% y el 74%, pero se ha logrado mantener ahí porque se atienden los pacientes y se les dan de alta cuando no revisten ninguna gravedad y ninguna patología o diagnóstico que tenga que ser remitida a un segundo nivel de atención. Eso lo estamos haciendo en todos los municipios”.
Los heridos, que se presentaron en mayor número, según Álvarez, el sábado 18 de enero, fueron atendidos en puestos de salud y remitidos, algunos, al Hospital Emiro Quintero Cañizares, que presta servicios de salud de primer y segundo nivel de atención en Ocaña. “Ahí se ha logrado sacar adelante los pacientes. Hemos podido avanzar en las patologías y en los diagnósticos de manera positiva. Hubo algunas urgencias que también fueron atendidas y se lograron sacar adelante”, dice Álvarez.
Los requerimientos en salud de la parte alta del Catatumbo, en los límites fronterizos con Venezuela, se están atendiendo, algunos, en el Hospital Universitario Erasmo Meoz, uno de los más importantes del departamento, ubicado en Cúcuta. “Allá también se han llevado algunos de los fallecidos. Alrededor de 22 cuerpos. En Ocaña tenemos, por otra parte, el reporte de otros 8 cuerpos. Estaríamos hablando de 30 fallecidos ya legalmente registrados. Hay otros que han sido reportados, pero que no han podido ser trasladados por la situación de seguridad”, señala el funcionario.
Con el paso de las horas, comunidades, líderes sociales y organizaciones humanitarias han reportado un número más alto de fallecidos, que Álvarez no puede confirmar con certeza dado el estado de seguridad que enfrentan esas zonas.
“Podemos reportar que las morgues sí están colapsadas, pero no hacen parte de la red prestadora de servicios. Eso se maneja con Medicina Legal. Sabemos que la capacidad instalada en Ocaña es solamente para preparar entre tres y cuatro cuerpos. En Cúcuta facilitamos la morgue del hospital Erasmo Meoz, que tiene una capacidad de albergue de cadáveres de entre 12 a 15 cadáveres”, dice Álvarez.
Desde el departamento insisten en que están garantizando la atención de los pacientes que requieren la atención primaria y algunos eventos de atención secundaria. “Pero ya hoy, domingo 19 de enero, a corte de cuatro de la tarde, estaban empezando a presentarse escasez de algunos medicamentos y de algún material médico-quirúrgico que se requiere para la atención del segundo nivel de atención”, dice Álvarez. Habla de elementos como alcohol y medicamentos básicos para ese nivel. “Ya estamos haciendo la gestión con el Ministerio de Salud y con la Organización Panamericana de la Salud para comenzar a recibir algunas cosas de alta rotación que estamos necesitando. Confiamos que sea en el menor tiempo posible porque el tiempo aquí es lo que más da apremio”, dice el funcionario.
Finalmente, las autoridades reportan más de 2.000 desplazados concentrados solo en lugares como el coliseo cubierto de Ocaña, y eso genera otras preocupaciones. “Estamos identificando crisis de ansiedad, de depresión. También de cuadros virales y diarrea. Nuestra preocupación es la posibilidad es que el hacinamiento termine provocando contagios y alguna proliferación de enfermedades”, señala Álvarez.
Hay que recordar que a través de una Resolución No. 0188 del 16 de enero de 2025, se declaró alerta amarilla hospitalaria debido al recrudecimiento de la violencia en la región del Catatumbo. La medida, según el IDS, es necesaria para contar con los recursos que se requieren para atender la emergencia y brindar una atención adecuada a quienes se ven afectados por el conflicto. También implica la preparación de los servicios de salud para responder ante el incremento de su demanda, por medio de la activación de protocolos y la coordinación con autoridades locales y entidades del Sistema Nacional de Salud.
La alerta amarilla hospitalaria se declaró en los municipios de Tibú, Sardinata, Ocaña, Ábrego, La Playa de Belén, Hacarí, Convención, Teorama, San Calixto, El Tarra y El Carmen. Empezó a regir desde las 6:00 p.m. del 16 de enero y se extenderá hasta la medianoche del próximo jueves 23 de enero.
👩⚕️📄¿Quieres conocer las últimas noticias sobre salud? Te invitamos a verlas en El Espectador.⚕️🩺