Un estudio publicado en la revista Molecular Psychiatry, demostró que los efectos de las anfetaminas pueden mantenerse hasta por 39 días en el cuerpo y causar efectos adversos en el hipocampo, generando dificultades en la capacidad de aprendizaje y memorización.
“Los efectos de las anfetaminas dependen de muchos factores, como el tipo que se consuma o la edad de quien las tome, pero son demoledores, especialmente en la adolescencia. El cerebro no está terminado y se altera”, advierten en entrevista con El País de España, Antonio Rodríguez-Moreno, profesor de Fisiología de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y el profesor Gonzalo Flores, de la Benemérita Universidad de Puebla en México, quienes participaron en la investigación.
Según la OMS, las anfetaminas son la segunda droga más consumida en el mundo después del cannabis y aunque sus efectos inmediatos incluyen euforia, aumento de energía y falsas sensaciones de lucidez, control y sociabilidad, Rodriguez-Moreno afirma que “nadie es más inteligente por tomar drogas y los efectos a largo plazo en el cerebro son muy peligrosos”.
Los científicos determinaron que consumir anfetaminas además de generar muerte de neuronas, causa una disminución en los niveles de zinc del cerebro y alteraciones en el equilibrio entre oxidación y reducción a causa de los grandes niveles de dopamina liberados. Lo que quiere decir que se presentan graves problemas de comunicación entre las células nerviosas.
El trabajo concluye explicando que el consumo de estas drogas causa “alteraciones en la estructura neuronal, en la actividad motora, en el comportamiento y en los procesos cognitivos, de memoria y aprendizaje” y confirma y amplía lo que un estudio anterior ya habría demostrado.
En 2011, Gonzalo Herradón Gil-Gallardo, profesor de Farmacología de la Universidad CEU San Pablo realizó un estudio que detectó algunos de los efectos adversos permanentes que causa el consumo de anfetaminas, especialmente si el consumo se genera entre los 14 y 17 años.