Los químicos que pediatras recomiendan tener lejos de los niños

La Sociedad Americana de Pediatras publicó recientemente una lista de ocho químicos que, consideran, deben mantenerse alejados de los niños y que se encuentran tanto en comida como en empaques plásticos.

Los productos químicos incluyen nitratos y nitritos, que a menudo son añadidos a las carnes procesadas como conservantes, así como el  bisfenol A (BPA), utilizado para fabricar plásticos duraderos, pero relacionado con el cáncer, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. (Lea también: Kufu, la bebida de Postobón que divide a los pediatras)

En esta misma línea, los pediatras recomiendan que los menores no tengan mucho contacto con los ftalatos, que le dan flexibilidad al plástico, y el perfluoroalquilo, o PFC, que es resistente a las manchas, la grasa y el agua. Ambos químicos han sido asociados a una alteración del sistema endocrino, obesidad y a la resistencia a producir insulina.

Los otros tres químicos que no recomiendan son los plaguicidas no persistentes, el erclorato y los colores de alimentos artificiales.

Aunque los  científicos no pueden probar los efectos de estos químicos directamente en los humanos, lo que significa que estos químicos no causan como tal las enfermedades, si existe evidencia científica que los correlaciona, lo que ha llevado a los pediatras a prender las alarmas. (Lea acá: Según un estudio, la comida ultraprocesada puede aumentar el riesgo de cáncer)

Si no está muy seguro que si los productos que come o usa su hijo contienen estos químicos, la recomendación es sólo comprar comida congelada o fresca, y no comida ultraprocesada o empacada en plástico y latas. Igualmente, le piden a las personas que no calienten comida en envases de plástico en el microondas, ya que el calor puede generar la liberación de ciertos químicas.

La Sociedad Americana de Pediatras publicó recientemente una lista de ocho químicos que, consideran, deben mantenerse alejados de los niños y que se encuentran tanto en comida como en empaques plásticos.

Los productos químicos incluyen nitratos y nitritos, que a menudo son añadidos a las carnes procesadas como conservantes, así como el  bisfenol A (BPA), utilizado para fabricar plásticos duraderos, pero relacionado con el cáncer, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. (Lea también: Kufu, la bebida de Postobón que divide a los pediatras)

En esta misma línea, los pediatras recomiendan que los menores no tengan mucho contacto con los ftalatos, que le dan flexibilidad al plástico, y el perfluoroalquilo, o PFC, que es resistente a las manchas, la grasa y el agua. Ambos químicos han sido asociados a una alteración del sistema endocrino, obesidad y a la resistencia a producir insulina.

Los otros tres químicos que no recomiendan son los plaguicidas no persistentes, el erclorato y los colores de alimentos artificiales.

Aunque los  científicos no pueden probar los efectos de estos químicos directamente en los humanos, lo que significa que estos químicos no causan como tal las enfermedades, si existe evidencia científica que los correlaciona, lo que ha llevado a los pediatras a prender las alarmas. (Lea acá: Según un estudio, la comida ultraprocesada puede aumentar el riesgo de cáncer)

Si no está muy seguro que si los productos que come o usa su hijo contienen estos químicos, la recomendación es sólo comprar comida congelada o fresca, y no comida ultraprocesada o empacada en plástico y latas. Igualmente, le piden a las personas que no calienten comida en envases de plástico en el microondas, ya que el calor puede generar la liberación de ciertos químicas.