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El viernes pasado se recibió la noticia acerca de los primeros casos en Colombia de microcefalia atribuidas a la infección por el virus del Zika (ZIKV), divulgados por Nature News. Cuando se busca la red RECOLZIKA, grupo que informó acerca de dicho hallazgo, pues la publicación se desconoce todavía, no se encuentra ninguna información distinta a la de su director. Estamos pues atentos a leer dicha publicación, y a no conformarnos con la mera noticia. En Colombia no es raro que se den noticias científicas que nunca se cumplen. Así como es usual no hacer lo que se dice y no decir lo que se piensa.
La noticia, no obstante, ha llamado la atención y algunos medios han querido confirmarla. La sorpresa es que el Instituto Nacional de Salud (INS), en cierto sentido la desvirtúa, y afirma desconocerla, o, al menos, desconocer que esos casos hayan sido evaluados en el INS.
Esta controversia es una muestra más de la desarticulación de un proceso que ha debido ser liderado por alguno de los entes estatales (Colciencias, Ministerio de Salud o INS, o quien corresponda) con el fin de aunar esfuerzos en dos aspectos fundamentales: el diagnóstico oportuno, y la investigación; ambos importantes y urgentes, y en los que, en ambos, se raja el Estado, a pesar de su buena voluntad.
En comunicación con la subdirección del Laboratorio de Salud Pública de Cundinamarca, a raíz de varias personas que se han atendido, tanto maternas con alta sospecha de infección por el virus como pacientes con síndrome de Guillain-Barré y antecedente de infección viral sugestiva, y de los cuales no se tiene resultado alguno, se ha informado que el INS está desbordado y desde hace más de un mes no envía resultados de pruebas solicitadas, o envía los resultados de manera aleatoria.
Hay varios grupos independientes queriendo investigar sobre el ZIKV y sus complicaciones. Por qué no convocarlos a todos, hacer una red nacional para el diagnóstico y la investigación, capacitar a varios laboratorios y tomar medidas excepcionales ante una situación excepcional. Quien camina solo puede llagar más rápido, pero quien camina acompañado llega más lejos.
Inclusive, se debería subsidiar a dichos laboratorios y tomar otra medida excepcional: la inclusión urgente en el Plan Obligatorio de Salud (POS) de dichas pruebas diagnósticas, tanto de PCR para confirmación viral como de ELISA para confirmación de respuesta inmune, previo curso por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA). No hace falta que el INS informe que hay un grupo del CDC en Colombia queriendo aprender de ellos para resolver el problema de su país (como lo interpretó un investigador recientemente) o que se está colaborando con una red de un hospital extranjero para envío de datos.
Es necesario que se fomente la investigación local, que se destinen recursos y se brinden las facilidades necesarias para la implementación oportuna de los experimentos y pruebas de laboratorio, para la recolección unificada y completa de los datos, que se estimule a los grupos reconocidos que desean contribuir en el estudio de este brote y en el estudio de las repercusiones de esta infección; para que se unan y compartan sus ideas (estímulo a la interdisciplinariedad) y, por qué no, los recursos, para que el desarrollo sea común y no individual, para que se haga trasferencia de conocimiento y de tecnología, para que se aproveche una oportunidad de ir más allá. En suma, para fomentar el desarrollo nacional.
Bienvenidas todas las colaboraciones nacionales e internacionales, pero articuladas con fines comunes, costo-efectivas, a largo plazo y con prioridad nacional.
No vaya ser que Colombia quede una vez más como un cuero.
*MD, PhD