Medicamento para el acné: ¿induce a la depresión?

El Centro de Información de Medicamentos de la Universidad Nacional de Colombia y la Asociación Colombiana de Dermatología y Cirugía Dermatológica se enfrentan por los efectos de la isotretinoína, un fármaco más conocido como roacután.

Lucety Carreño Rojas / @LucetyC / lcarreno@elespectador.com
26 de abril de 2018 - 08:24 p. m.
El medicamento, comúnmente conocido como Roacután, Isoface o Dercutan, se suministra por vía oral. / Archivo Cromos
El medicamento, comúnmente conocido como Roacután, Isoface o Dercutan, se suministra por vía oral. / Archivo Cromos

Clara Cortés es diseñadora industrial y tiene 33 años. Cuando tenía 18 tomó por prescripción médica isotretinoína, popularmente conocida como roacután, para tratar el acné quístico: granos grandes y abultados en las mejillas, la barbilla, la frente, el pecho y la espalda. “Era esa época en la que uno se quiere ver bien. Estaba saliendo del colegio. Tenía amigos que preguntaban: ‘¿Oye qué te pasa?, ¿qué tienes?’. Hacían chistes pesados, opinaban. Era complejo”.

Durante el tratamiento experimentó los síntomas secundarios que advierte el medicamento: resequedad en la boca o nariz, descamación de la piel y cansancio. El acné se resistía a irse. Tras no ver resultados, fue a otro dermatólogo, quien le aumentó la dosis. Un día, al levantarse y abrir los ojos se dio cuenta que no veía por uno de ellos. Tuvo que ir a urgencias. Las pastillas le causaron un trastorno ocular.

A pesar de los inconvenientes, al finalizar el tratamiento que duró un año, pensó que había funcionado y tenía la piel como la soñaba: sin granos. Luego de tres meses sin tomar el medicamento su pesadilla regresó y peor. Clara hace parte del 10% de personas a las que el tratamiento con isotretinoína no les funcionó. Lea: Sobreviví al Roaccutan

El medicamento

La droga que usó Clara es un derivado de la vitamina A, que se usa para tratar desde el acné más fuerte, ese que deja cicatrices y no responde a los tratamientos convencionales, hasta otras enfermedades dermatológicas como cáncer en la piel. Su eficacia radica en que combate las glándulas sebáceas. El medicamento, comúnmente conocido como Roacután, Isoface o Dercutan, se suministra por vía oral.

Dependiendo de la gravedad del problema, el dermatólogo decide si una persona debe tomarlo o no. El paciente, por su parte, debe estar enterado de todas las contraindicaciones y, antes de empezar a ingerirlo, debe hacerse unos exámenes de sangre para saber si es apto. El efecto secundario más fuerte, y en el que han sido enfáticos desde que se descubrió en 1980, es que puede causar malformaciones congénitas. Por eso, las mujeres que van a empezar a usarlo deben firmar un acuerdo de no quedar en embarazo durante el tratamiento y tres meses después de haberlo terminado.

“Efectos como malformación del feto, muerte del embrión o de la madre está científicamente comprobados. La vitamina A tiene ese gran problema y por eso debe tener restricciones y venderse solo con fórmula. No tanto por la depresión, que es otro de los posibles efectos, sino por estas contraindicaciones. De hecho, si una mujer está medicada y queda en embarazo, es una de las causas legales de aborto, porque corre riesgo la vida del bebé”, afirma el dermatólogo Pedro Castro, quien ha realizado estudios sobre el tema que se encuentran disponibles en el Centro Dermatológico Federico Lleras Acosta.

¿Induce al suicidio?

Pero más allá de estos efectos en mujeres embarazadas, hay una alerta de algunos organismos de salud que ha abierto un debate: supuestamente existiría una relación entre el medicamento y la depresión y podría llevar al suicidio, como lo señaló el pasado 18 de abril un comunicado del Centro de Información de Medicamentos de la Universidad Nacional de Colombia (Cimun), en el que alertaba los riesgos de consumir el medicamento.

Testimonios como el de Juan Camilo Gómez, quien vive en Canadá y tiene 35 años, respaldarían esta alerta. Él tomó isotretinoína cuando era adolescente. Asegura que la dermatóloga no le advirtió los efectos secundarios y en la caja encontró un cuadernillo que solo mencionaba los efectos especialmente en las mujeres. “Nadie me dijo que tendría efectos sobre mi estado de ánimo. Empecé a sentirme mal, dejé de disfrutar la vida. Un día intenté suicidarme. La depresión duró casi un año”.

Por su situación le recetaron antidepresivos, estuvo internado en la Clínica Monserrat y luego en el pabellón de psiquiatría de la Clínica Shaio. Finalmente, en un tratamiento de desintoxicación. Dice que el medicamento pudo ser la causa de muchos desbalances en su cuerpo. Es consciente de que el fármaco no es el único factor, pero sí cree que es un peligro.

Respaldado en casos como estos es que el químico farmacéutico, José Julián López, director del centro, advierte que “la isotretinoína produce un estado de depresión que se expresa en una idean suicida, asociada con la falta de interés por las actividades cotidianas”.  Al preguntarle sobre el sustento científico para llegar a esa conclusión, cita estudios hechos desde 2004 en Suiza, Reino Unido y Nueva Zelanda, donde evidenciaron que personas a las que les recetaron ese medicamento sintieron esos efectos. Eso sí, aclaró que es una asociación y no quiere decir que el producto lleve a quitarse la vida. 

El Cimun emitió la alerta basado varios estudios entre los que se encontraba uno publicado en 2014 por la  Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios de Reino Unido (Mhra) en el que se concluía que las personas pueden experimentar trastornos psiquiátricos, como depresión y conductas suicidas, mientras reciben tratamiento con isotretinoína.

“Esto quiere decir que las personas que usan este tratamiento tienen mayores tendencias suicidas. Sin embargo, también es cierto que quienes padecen de acné severo presentan algún grado de depresión como consecuencia de su enfermedad, más que por el consumo de medicamentos. Eso dicen las investigaciones. Ante la gravedad de esas evidencias, las entidades regulatorias han obligado a las farmacéuticas a incluir esa información en el inserto del producto”.

El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos en Colombia (Invima) ya empezó a hacerlo. La entidad les pide a los dermatólogos informar a pacientes y a sus familiares “que la isotretinoína puede causar trastornos psiquiátricos como depresión, ansiedad y, en raros casos, pensamientos suicidas. Informales que deben estar atentos a los síntomas que se presenten e informar cualquier evento a su médico tratante”.

No está probado

No obstante, hay otros testimonios que dejarían en tela de juicio esa conclusión. Pacientes como Andrea Martínez, se sometieron al tratamiento, siguieron las recomendaciones y, fuera de ver los efectos secundarios comunes y los efectos positivos en el tratamiento del acné, dice nunca pensó en suicidarse. “Sentí algo de enojo, pero no pensamientos suicidas”. Resalta que, por el contrario, el ver los resultados del tratamiento mejoró su autoestima.

Este tipo de testimonios son los que llegan al dermatólogo Pedro Castro a contradecir la alerta del Cimun. “Los estudios clínicos no demuestran una asociación entre depresión, tendencias suicidas y uso de isotretinoína oral. De hecho, es famosa una conclusión de los primeros estudios que se hicieron, en los que se introdujo una variable de confusión. Es decir, cogieron una población con riesgo de depresión y obviamente se deprimieron. Por eso, quedó en el imaginario que el medicamento producía ese efecto”.

Y agrega: “Estoy trabajando con grupos de siquiatras que envían pacientes con depresión, porque tienen acné deformante. Y de común acuerdo con ellos, les receto tratamiento con isotretinoína. Se toman todas las precauciones necesarias. Hoy son personas que salen de la depresión, porque se ven todos los días con el rostro más bonito”.

Roche, una de las marcas farmacéuticas más reconocidas que distribuye el Roacután, afirma que constantemente evalúan la seguridad sus medicamentos. "Tomamos acciones cuando los riesgos sobrepasan los beneficios. En el caso de Roacután, la información actual sugiere que los beneficios superan los riesgos de posibles eventos adversos. Su uso se ha relacionado con la depresión, síntomas sicóticos y, en raras ocasiones, intento de suicidio. Sin embargo, la evidencia científica disponible no ha identificado una asociación directa entre el medicamento y estos eventos adversos". 

Uno de los reportes más recientes es de junio de 2017 publicado por la revista de la Academia Americana de Dermatología (JAAD) en el cual se menciona que el tratamiento con isotretinoína no parece estar asociado la depresión. Por el contrario, el tratamiento mejoraría los síntomas depresivos en los pacientes. 

Natalia Hernández, presidenta de AsocolDerma, también defiende los beneficios del fármaco. “Este es un fármaco que ha sido utilizado por más de 20 años para tratamiento del acné moderado a severo. Cuenta con la aprobación de agencias de control de medicamentos internacionales como la Administración de Alimentos y Medicamentos en Estados Unidos (FDA), la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y nacionales como Invima”. 

“El medicamento salva tantas pieles que lo seguimos usando en dermatología y le ponemos el pecho a quien sea necesario para que nuestros pacientes tengan la mejoría esperada en el caso indicado.  Si el caso está correcto, lo seguimos recetando y esa fue la voz dermatológica en el mundo”, Pedro Castro.

El debate sobre los efectos de la isotretinoína sigue abierto. Aunque existen testimonios y registros en organismo de control como la FDA y EMA sobre los casos de depresión que se han presentado, la ciencia no ha establecido una relación causal entre el fármaco y el estado anímico.

Por Lucety Carreño Rojas / @LucetyC / lcarreno@elespectador.com

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