La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó la radiografía más reciente sobre el consumo de tabaco en el mundo y, por primera vez en este tipo de seguimientos, incluyó cifras sobre el vapeo o uso de cigarrillos electrónicos, que —según revela el informe— registra un importante auge entre los adolescentes a nivel global.
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El reporte, publicado hace unos días, alerta de que el consumo de tabaco “sigue enganchando a uno de cada cinco adultos en todo el mundo, provocando millones de muertes evitables cada año”. En contraste, el análisis de los datos disponibles muestra que el número de consumidores de tabaco ha descendido de 1.380 millones en 2.000 a 1.200 millones en 2024. En concreto, desde 2010, el número de personas que consumen tabaco ha descendido en 120 millones, lo que supone una caída del 27 %. De estos, 35 millones vienen de países del continente americano, desde Canadá hasta Argentina y Chile, incluyendo el Caribe.
Estas y otras cifras del informe revelan un panorama complejo en medio de olas de nuevos productos, brechas de género, y realidades y ritmos muy distintos entre países en el mundo, la mayoría de los cuales se propusieron para 2025 lograr una reducción relativa del 30 % en el consumo de tabaco. Actualmente, la cifra ronda el 27 %, en comparación con lo registrado en 2010.
“Casi el 20 % de los adultos siguen consumiendo tabaco y productos con nicotina. No podemos bajar la guardia ahora”, afirmó, en un comunicado, Jeremy Farrar, subdirector general de Promoción de la Salud y Prevención y Atención de Enfermedades de la OMS. “El mundo ha logrado avances, pero la única forma de vencer la epidemia del tabaquismo es adoptar medidas más enérgicas y rápidas”.
Un importante descenso, pero no el esperado
Una de las principales conclusiones del informe es que se reporta un importante descenso en la prevalencia del consumo de tabaco, es decir, el porcentaje de personas que consumen dentro de una población en un periodo determinado. A nivel mundial, el consumo de tabaco adulto fue menor del 20 % para 2024.
Esto representa un avance significativo, si se tiene en cuenta que en el año 2000 una de cada tres personas (33,1 %) de 15 años o más consumía algún tipo de tabaco. En ese entonces, casi el 50 % de los hombres fumaba, mientras que entre las mujeres la cifra era del 16,5 %.
Pero es precisamente al analizar las diferencias por sexo cuando el panorama se complica. Aunque tanto en hombres como en mujeres se han registrado reducciones importantes en el consumo, el descenso entre los hombres ha sido mucho más lento, como puede ver en el siguiente gráfico.
Mientras que la prevalencia del consumo en hombres para 2024 fue de 32,5 %, en las mujeres fue de 6,6 %, alcanzando así la meta de reducción en este grupo. Estas disparidades han ampliado la brecha de género en el consumo: si en el año 2000 había tres hombres por cada mujer que usaba tabaco, para 2024 la relación aumentó a cinco a uno.
“No se espera que los hombres alcancen el objetivo hasta 2031. Hoy en día, más de cuatro de cada cinco consumidores de tabaco en todo el mundo son hombres, y algo menos de 1.000 millones de hombres siguen consumiendo tabaco. Aunque la prevalencia entre los hombres ha descendido del 41,4 % en 2010 al 32,5 % en 2024, el ritmo del cambio es demasiado lento”, indicó la OMS, a través de un comunicado.
Otro de los puntos que destaca el informe es que, aunque se han registrado descensos porcentuales, esto no siempre se traduce en una reducción en términos absolutos. Por ejemplo, aunque el número total de consumidores bajó a 1.200 millones en 2024, en dos regiones —África y Europa mediterránea— la cantidad de personas que consumen tabaco aumentó en algunos daños debido al crecimiento de la población.
Y, ¿cómo ha evolucionado el consumo por edad? Como se observa en el siguiente gráfico, los mayores picos de consumo se concentran entre los 45 y 55 años, aunque se estima que estos podrían reducirse casi a la mitad para 2035.
La nueva ola de productos
Como explica el informe de la OMS, de casi el 20 % de adultos que consumen tabaco, la mayoría lo hace fumando, principalmente a través de cigarrillos (un 85 %). En contraste, solo un 7 % consume tabaco sin humo —es decir, lo mastican o lo inhalan—, un fenómeno muy concentrado, especialmente en el sur de Asia. En el caso de los adolescentes, se estima que más de 40 millones consumen algún tipo de producto de tabaco, de los cuales 20 millones fuman cigarrillos. No obstante, advierten los autores del informe, estas cifras deben interpretarse con cautela, ya que las encuestas disponibles son limitadas y varían según el país.
Sin embargo, esta es solo una parte del panorama. La OMS advierte sobre lo que está ocurriendo con los cigarrillos electrónicos o vapeadores, un fenómeno más difícil de dimensionar, ya que solo se cuenta con datos de 85 países para adultos y de 123 para adolescentes.
El informe encontró que la prevalencia de consumo de estos productos entre los adultos es del 1,9 % —lo que equivale a unos 86 millones de personas—, siendo la Región de las Américas la que presenta la mayor proporción, con un 5 % de los adultos que reportan su uso.
Se estima que cerca del 7 % de los adolescentes —es decir, jóvenes entre 13 y 15 años— consumen cigarrillos electrónicos o vapeadores, que, vale aclarar, no siempre contienen tabaco. Estas cifras son considerablemente más altas en algunas zonas de Europa, donde la prevalencia alcanza el 14 %, tendencia que también se observa en países de altos ingresos. Aun así, la falta de datos en muchos países impide tener un panorama global completo.
“El uso casi omnipresente de los cigarrillos electrónicos por parte de los adolescentes en todo el mundo ha suscitado una gran preocupación en la comunidad de salud pública. Durante la última década, se han multiplicado los estudios sobre los daños para la salud, las prácticas de comercialización de la industria y el efecto puerta de entrada de los productos de nicotina diseñados para enganchar a los niños a la nicotina desde una edad temprana mediante características y sabores atractivos. El aumento del consumo entre los jóvenes, evidente en las encuestas, la proliferación de los productos en los mercados mundiales y la agresiva comercialización, incluso dirigida a niños y adolescentes, llevaron a la OMS a hacer un llamamiento a la acción para prevenir el consumo de cigarrillos electrónicos y contrarrestar la adicción a la nicotina”, se lee en el informe.
La comparación del uso de cigarrillos electrónicos entre adultos y adolescentes (de 13 a 15 años o grados escolares equivalentes) en los países que reportan datos de ambos grupos muestra que los adolescentes los utilizan con mucha mayor frecuencia que los adultos: en promedio, nueve veces más. Según la OMS, este resultado no sorprende, dado que la industria está enfocando de manera agresiva su mercadeo hacia niños y jóvenes, incluso a través de canales digitales con poca regulación. Aunque varios países han avanzado en la creación de normas o prohibiciones sobre los cigarrillos electrónicos, para finales de 2024 todavía 62 países no contaban con ninguna política al respecto y 74 no tenían una edad mínima establecida para su compra.
En esto coincide Chris Armstrong, uno de los investigadores del estudio, quien indica que, para contrarrestar “el descenso en el consumo de tabaco, la industria tabacalera dirige sus esfuerzos tanto a jóvenes como a adultos en todos los países, con el fin de crear un mercado de reemplazo para los consumidores que ha perdido, ya sea porque dejaron de fumar, murieron prematuramente a causa de una enfermedad relacionada con el tabaco o decidieron no empezar tras conocer los riesgos. No es ningún secreto que la industria tabacalera promueve de manera agresiva el uso de dispositivos electrónicos de suministro de nicotina —como los “vapeadores”— y otros productos con nicotina, los cuales cada vez demuestran con mayor evidencia ser adictivos y perjudiciales para la salud".
¿Va Colombia en buen camino?
De acuerdo con el informe, para 2024 el 8 % de la población colombiana reportó consumir algún producto con tabaco (11,9 % en el caso de los hombres y 4,1 % en las mujeres). En el caso de los cigarrillos —el producto de tabaco más consumido en el mundo—, su prevalencia es del 6,9 % (10,3 % en hombres y 3,5 % en mujeres).
Por su parte, las cifras más recientes sobre el consumo de cigarrillos electrónicos o vapeadores son de 2019 y señalan que solo el 1,9 % de los adultos reportaron este tipo de uso. En el caso de los adolescentes, una encuesta nacional de 2022 muestra que esta prevalencia fue del 9,2 %, ligeramente por encima del promedio mundial.
Con estas cifras y las políticas públicas vigentes, la OMS considera que el país está “en buen camino” para alcanzar la meta del NCD GAP de reducir en un 30 % la prevalencia del consumo de tabaco para 2025, tomando como base el año 2010.
Para mejorar estas cifras, la OMS asegura que es necesario aumentar los impuestos al tabaco, prohibir su publicidad y ampliar los servicios para dejar de fumar, de modo que millones de personas más puedan abandonar el consumo.
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