Nueva EPS ha asegurado en las últimas horas que entre abril del año 2024 y marzo de 2025 ha girado unos $ 259.206 millones a los prestadores RTS. SAS, Davita SAS, Fresenius Medical Care Colombia y Nefrouros con el objetivo de garantizar el acceso a la diálisis de 10.652 pacientes distribuidos en diversas ciudades del país.
La diálisis es un tratamiento que consiste en filtrar y eliminar los desechos, el exceso de líquidos y toxinas de la sangre cuando los riñones ya no pueden hacerlo de manera adecuada. Existen dos tipos principales: la hemodiálisis, que se realiza con una máquina que purifica la sangre, y la diálisis peritoneal, que utiliza el revestimiento interno del abdomen como filtro. Es un tratamiento de vida o muerte para personas con insuficiencia renal crónica en etapas avanzadas.
Este pronunciamiento responde a la denuncia del representante del Centro Democrático, Andrés Forero, quien señaló en sus redes sociales este lunes que, desde la intervención de la EPS en abril hasta diciembre, la cartera con más de 180 días de mora pasó de $0 a $64.000 millones. Según Forero, esta deuda pondría en riesgo el acceso a la diálisis para más de 8.000 pacientes.
Nueva EPS señala que ha garantizado la realización de 1.2 millones de hemodiálisis y más de 997 mil diálisis peritoneales durante el período de la intervención forzosa administrativa adoptada por la Superintendencia Nacional de Salud. “La dialisis esta cubierta y hace rato se pagó. ¿Qué hicieron con los dineros? No trafiquen más con la muerte. La orden está dada. Primero es la vida en Colombia. La superintendencia tiene la orden de encontrar las medicinas. No puede ser el que trafica con la vida", escribió el presidente Gustavo Petro en X, también refiriéndose a la denuncia.
Las explicaciones de Nueva EPS, sin embargo, no convencieron a todos. “En lugar de anunciar que se pondrá al día en su descomunal cartera vencida, solo atina a publicar cuánto han girado tras la intervención sin decir cuánto han facturado. En ningún caso niega las cifras que publiqué y que él me dio”, respondió Forero en X.
La cartera de los hospitales y clínicas
Más allá de este caso en particular, la cartera de diversas entidades del sistema de salud con los hospitales y clínicas si ha ido en aumento en los últimos años.
En su más reciente informe sobre el tema, publicado en noviembre de 2024, la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC)—gremio que agrupa a unas 225 instituciones, incluidas algunas de las más importantes del país, como el Hospital Pabló Tobón Uribe, de Medellín y la Fundación Valle del Lili, de Cali—reveló que hasta junio de 2024 la deuda con sus hospitales y clínicas ascendía a $18,9 billones. Esto representa un incremento del 12,8 % respecto a diciembre de 2023, es decir, que, en solo seis meses, la deuda creció unos $2,1 billones.
“Estamos enfrentando una dificultad enorme por el crecimiento de la cartera en los últimos tiempos”, nos dijo también Mauricio Tamayo, presidente de San Vicente Fundación, una de las instituciones de salud más importantes de Medellín y del noroccidente de Colombia. El pasado 27 de febrero, junto a otras 18 clínicas y hospitales que concentran la mayor parte de los servicios de salud de alta complejidad en el departamento, se reunieron para alertar sobre el impacto de la creciente deuda que diferentes entidades del sistema de salud han acumulado.
A la fecha, esta deuda supera los $2,3 billones, una cifra que, dicen, amenaza su sostenibilidad financiera y pone en riesgo la continuidad de la atención a los miles de pacientes en toda esa región. En la última cumbre de este grupo de hospitales, que llevan 50 años reuniéndose mes a mes, la advertencia fue clara: la deuda está creciendo sin un límite a la vista. “Durante el año pasado y en enero de este año, el flujo de recursos fue significativamente menor al necesario para operar con normalidad, mientras que la demanda de pacientes no ha disminuido. Hoy, los servicios de urgencias en clínicas y hospitales están colapsados porque los pacientes prefieren esperar allí durante horas antes que no recibir atención. El llamado es urgente: necesitamos oxígeno”, enfatizaba Tamayo a este diario. “Y ese oxígeno son los recursos que deben llegar al sector hospitalario”.
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