Se estima que una mujer que utilice tampones usará a lo largo de su vida un total de 10.000. Esto sin contar las toallas, copas menstruales y ropa interior que compre en el mismo periodo del tiempo. Estos productos pueden contener ingredientes químicos que sean tóxicos para la salud de ellas. Entre los componentes más identificados están las sustancias alergénicas, los carcinógenos y los "disruptores endocrinos". Por esta razón, gracias a una lucha de dos décadas, el Estado de Nueva York ha ordenado que los fabricantes revelen de qué están hechos sus productos a través de una etiqueta clara y visible. (Lea: Singapur será el primer país del mundo en prohibir los anuncios de bebidas azucaradas)
Esta medida, que entrará en vigencia en 180 días, fue aprobada el viernes pasado después de que el gobernador Andrew Mark Cuomo firmara este proyecto, llamado "Ley del Derecho a Saber de los Productos Menstruales". La idea es que los fabricantes tengan como plazo 18 meses para crear nuevas etiquetas con sus respectivos componentes o nuevos empaques con el fin de que las consumidoras tomen decisiones informadas.
Tal hecho tiene tras de sí más de dos décadas de trabajo por parte del grupo Women's Voices for the Earth, que ha investigado a profundidad los productos químicos que componen cosméticos y productos para el hogar. Otros activistas como Meika Hollender, cofundadora de Sustain, una marca de bienestar e higiene menstrual, es otra de las impulsadoras de esta ley.
Según ella, "desde que tenía 18 años, cuando supe que las compañías de tampones no tenían que revelar sus ingredientes, he estado en una misión para corregir lo que creía que estaba mal. Debido al estigma en torno a los períodos, las conversaciones sobre los productos para el cuidado de los períodos no han tenido lugar hasta hace poco". Así lo informó el portal Forbes.
La importancia de obligar a los productores a publicar etiquetas de ingredientes radica en que la vagina es uno de los lugares más sensibles del cuerpo femenino. Este órgano está compuesto de vasos sanguíneos y tejidos por donde se absorben las sustancias que rozan con ella. A pesar de esa relevancia, a las compañías dedicadas a este mercado nunca les han exigido revelar sus componentes.
Porque, explicó el gobernador del Estado, "es parte de la cultura generalizada de la desigualdad en nuestra sociedad que ha durado demasiado tiempo, y esa injusticia termina hoy [...] Esto se basa en las protecciones de salud reproductiva que Nueva York ha salvaguardado para las mujeres y niñas en todo nuestro estado y estamos orgullosos de liderar la nación avanzando estas nuevas protecciones de importancia crítica ", citó el mismo sitio web.