Este 25 de enero la multinacional Pfizer anunció que inició un ensayo clínico para evaluar la seguridad y eficacia de una candidata a vacuna contra la variante ómicron. A través de un comunicado de prensa aseguró que los primeros participantes inscritos ya recibieron la primera dosis y que esperan, en total, reclutar a 1.420 personas entre los 18 y los 55 años.
Su anuncio ha sido replicado por agencias y varios medios de comunicación. Para muchos es una buena noticia que, en medio de una nueva ola de casos de covid-19, la mayoría causados por ómicron, se esté evaluando una nueva vacuna. Pero antes de celebrar, hay varios puntos que ayudan a entender por qué hay que tener un poco de cautela antes de aplaudir estos anuncios.
El primero lo reconoce Pfizer en su comunicado: “Las investigaciones actuales muestran que las dosis de refuerzo continúan brindando un alto nivel de protección contra enfermedades graves y hospitalizaciones causadas por ómicron”.
De hecho, hace pocos días, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), publicó un breve boletín en el que resumía las conclusiones a las que había llegado respecto a la vacunación frente a la nueva variante.Entre ellas, resaltaban que si bien las vacunas disponibles en el mercado ofrecen menos protección contra esta variante, ratificaban que “la vacunación continúa ofreciendo una protección considerable contra la hospitalización y el covid-19 grave causado por ómicron, especialmente después de una dosis de refuerzo”. Cada vez es más claro, añadían, que se necesita una dosis de refuerzo para extender la protección de la vacuna.
Ya en varias oportunidades en El Espectador hemos sintetizado la evidencia que ha surgido respecto a la efectividad de una tercera dosis frente a ómicron. En este artículo, por ejemplo, resumimos los estudios publicados hace una semana por Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. y que demostraban la utilidad de un tercer pinchazo de varias vacunas. En este otro texto, por solo mencionar otro más, explicamos los resultados alentadores de una tercera dosis de Moderna frente a ómicron.
Incluso, en otro comunicado publicado ayer, Pfizer detallaba los resultados de un artículo publicado en Science y de otro que aún no ha sido revisado por pares. En pocas palabras, también hallaron que una tercera dosis de su vacuna producía anticuerpos que neutralizan a ómicron.
Hace unas semanas John Moore, profesor de microbiología e inmunología en la Universidad de Cornell (EE.UU.), le explicaba mejor este punto a ABC News con lo que había sucedido con otras variantes del coronavirus: aunque los laboratorios también prometieron vacunas para delta y beta la promesa se esfumó con el tiempo luego de que varios estudios demostraran que los biológicos existentes eran efectivos contra esas variantes.
“Así que no era necesario fabricar y lanzar una variante de la vacuna específica para delta en ese momento”, apuntaba Moore al tiempo que recordaba la gran inversión que se requiere para lograrlo.
Dicho esto, otro de los factores que hay que tener en cuenta en este asunto es la necesidad de tener una nueva vacuna para ómicron, luego de que la variante se ha propagado a una gran velocidad. En Colombia, como en muchos países, es la que domina el “mapa” que se construye a partir de la vigilancia genómica que hace el Instituto Nacional de Salud.
En la otra cara de la moneda, como lo recordaba la EMA, algo que sí podría cambiar las reglas del juego es que las farmacéuticas exploren la viabilidad de desarrollar vacunas bivalentes o multivalentes que se “dirijan” a varias variantes.
Por el momento, Pfizer continuará con el ensayo clínico porque, según dijo Kathrin U. Jansen, vicepresidenta sénior y directora de investigación y desarrollo de vacunas de la compañía, “mantenernos alerta contra el virus requiere que identifiquemos nuevos enfoques para que las personas mantengan un alto nivel de protección, y creemos que desarrollar e investigar vacunas basadas en variantes, como esta, son esenciales en nuestros esfuerzos para lograr este objetivo”.
“Este estudio es parte de nuestro enfoque basado en la ciencia para desarrollar una vacuna basada en variantes que logre un nivel similar de protección contra ómicron como lo hizo con variantes anteriores”, añadió Ugur Sahin, director ejecutivo y cofundador de BioNTech.
De acuerdo con lo dicho por la multinacional, en caso de tener resultados alentadores, producir una nueva vacuna no será un problema para cumplir la promesa que han hecho para 2022: fabricar cuatro mil millones de dosis.