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¿Por qué algunas personas experimentan más picazón tras una picadura de mosquito o después de oler polvo o polen, mientras que otras no tienen la misma reacción? Una investigación publicada en Nature sugiere que esto podría suceder debido a un mecanismo en el sistema inmunológico. Comprender esto puede ayudar a explicar por qué algunas personas son más susceptibles que otras a las alergias.
En primer lugar, es importante saber que la piel tiene neuronas. Sí, la piel tiene unas neuronas sensoriales especializadas que detectan estímulos como el calor, el frío y el dolor. Estas neuronas son las que nos permiten sentir cuando algo nos pica o nos irrita. Cuando nos exponemos a alérgenos, como el polvo o el polen, estas neuronas reaccionan y provocan la sensación de picazón. También reconocen las picaduras de mosquitos. Cuando un mosquito pica, inyecta saliva que contiene proteínas que pueden causar una reacción alérgica local. Estas proteínas activan las neuronas sensoriales en la piel, que envían señales al cerebro para alertar sobre la presencia de un irritante. Esta señalización provoca la sensación de picazón y es parte de la respuesta inflamatoria que ayuda a eliminar la sustancia irritante y a sanar la piel afectada.
¿Y el sistema inmunológico no juega ningún papel? Este sistema es crucial para detectar y responder a bacterias y virus, activando una respuesta inmune para eliminarlos. En el caso de los alérgenos como el polen, el sistema inmunológico también juega un papel importante, especialmente cuando una persona es expuesta a un alérgeno por primera vez y desarrolla una respuesta alérgica. En personas con alergias crónicas, el sistema inmunológico y el sistema nervioso sensorial interactúan de manera compleja, con células inmunitarias que pueden influir en la sensibilidad de las neuronas sensoriales y exacerbar la picazón.
“Nuestra investigación proporciona una explicación de por qué, en un mundo lleno de alérgenos, una persona puede tener más probabilidades de desarrollar una respuesta alérgica que otra”, dijo la autora principal del estudio, Caroline Sokol, médica asistente en la Unidad de Alergia e Inmunología Clínica en Mass General Brigham (una red de médicos y hospitales con sede en Boston) y profesora de medicina en la Facultad de Medicina de Harvard. El estudio muestra que un tipo de célula del sistema inmunológico produce una sustancia que hace que las neuronas de la piel respondan más fuertemente a los alérgenos.
Entrando en detalles, la investigación se realizó con ratones y reveló que un tipo específico de células del sistema inmunológico, llamadas células GD3, juegan un papel crucial en cómo el cuerpo responde a los alérgenos. Estas células producen una sustancia llamada IL-3, que afecta la forma en que las neuronas sensoriales reaccionan a los alérgenos. “Al establecer una vía que controla la respuesta a los alérgenos, hemos identificado un nuevo circuito celular y molecular que puede utilizarse para tratar y prevenir las respuestas alérgicas, incluida la picazón”, dice Sokol. Esto podría explicar por qué algunas personas tienen más picazón o reacciones alérgicas que otras. Sin embargo, hay algunos limitantes de este estudio.
La investigación se realizó en ratones, por lo que los investigadores no pueden estar seguros de que las células humanas se comporten exactamente de la misma manera. Aunque las células inmunitarias de los ratones en el estudio tienen genes y proteínas muy similares a sus equivalentes humanos, los investigadores reiteraron en una entrevista con el medio especializado Livescience que es clave continuar la investigación.
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