Preocupa consumo de alcohol en adolescentes

“La dependencia al consumo de alcohol se está trabajando de una manera superficial. El problema no lo estamos solucionando desde el fondo con intervenciones tempranas, medidas de prevención, promoción de hábitos saludables ni con las respectivas medidas de control que deben surgir en el hogar, las escuelas y en la sociedad en general”. Las palabras son de Gina Watson, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Colombia, quien además señaló la importancia de hacer frente al alcoholismo de manera preventiva ya que a largo plazo esto tiene beneficios económicos en los Estados.

Según cifras de la OPS el continente americano tiene un consumo de alcohol per cápita mayor que el que se registra en el mundo. Pero lo que más preocupa, según Watson, es que un alto porcentaje de las cifras de consumo pertenecen a población adolecente. Se calcula que en América un 37% de jóvenes entre los 15 y 19 años de edad tienen un intenso consumo de alcohol; la cifra para el mundo es de 22%.

Las causas para la experta son múltiples y cada vez más preocupantes, no solo a nivel regional sino a nivel mundial. Sin embargo, en el Primer Encuentro de prevención del consumo de alcohol en menores de 18 años, Watson afirmó que la pobreza y la condición de ser la región más desigual del mundo, son factores explicativos al patrón de consumo que se registra en zona.

En Colombia la situación no es diferente. Un informe de 2011 de la Organización de Estados Americanos, registró que más del 50% de los jóvenes de secundaria (aproximadamente entre14 y 17 años) consumieron alcohol durante el mes en el que se realizó el estudio. Además según Orlando Scopetta del Ministerio de Salud, el consumo en escolares entre 2005 y 2011 se ha mantenido estable entre el 45 y 50% de los estudiantes.

Estas cifras sumadas a los avances científicos que señalan los daños que el consumo de alcohol genera en los menores de 20 años ha despertado la necesidad de desarrollar programas encaminados a la prevención. Expertos de la región asistieron a este primer encuentro organizado por la fuerza civil Red Papaz y el Instituto de Bienestar Familiar, con el ánimo de compartir experiencias de proyectos aplicados en países de la región.

Guillermo Willi, profesor de la Universidad de Miami, en Estados Unidos, y coordinador del programa de prevención de consumo de sustancias psicoactivas Familias Unidas, recalca la necesidad de cambiar los modelos tradicionales de tratamiento a los jóvenes. “Los programas deben ir dirigidos a los padres. Se requiere una comunicación efectiva entre padres e hijos para evitar que éstos últimos no se inserten en el mundo del alcohol, las drogas y el sexo descontrolado. Sólo si les enseñamos a los padres la manera de hablar con sus hijos sobre estos temas “tabú” lograremos un trabajo preventivo efectivo”, recalca el experto.

Por su parte, en Colombia, el programa Ángel Protector desarrollado en alianza entre Red Papaz y el ICBF ha sido el encargado de hacer un trabajo preventivo en el país con la idea de generar conciencia sobre la ilegalidad e inconveniencia del consumo de alcohol en menores. Ana María de la Torre directora del programa señala que es importante trabajar con todos los sectores de la sociedad civil y en compañía del Estado. Por ello, se han encargado de involucrar y generar alianzas con los locales de venta de alcohol, instituciones educativas, padres de familia y alcaldías.

La idea con estas iniciativas, según los expertos, es concientizar a todos los sectores de la sociedad que esta problemática del incremento del consumo de alcohol en menores no se trata sólo de jóvenes rebeldes y padres despreocupados. La responsabilidad debe ser asumida en conjunto con el Estado que debe trabajar en una política pública transversal y hacer cumplir las leyes que al respecto ya existen para la prevención y el control del consumo de alcohol, señaló de la Torre.

“La dependencia al consumo de alcohol se está trabajando de una manera superficial. El problema no lo estamos solucionando desde el fondo con intervenciones tempranas, medidas de prevención, promoción de hábitos saludables ni con las respectivas medidas de control que deben surgir en el hogar, las escuelas y en la sociedad en general”. Las palabras son de Gina Watson, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Colombia, quien además señaló la importancia de hacer frente al alcoholismo de manera preventiva ya que a largo plazo esto tiene beneficios económicos en los Estados.

Según cifras de la OPS el continente americano tiene un consumo de alcohol per cápita mayor que el que se registra en el mundo. Pero lo que más preocupa, según Watson, es que un alto porcentaje de las cifras de consumo pertenecen a población adolecente. Se calcula que en América un 37% de jóvenes entre los 15 y 19 años de edad tienen un intenso consumo de alcohol; la cifra para el mundo es de 22%.

Las causas para la experta son múltiples y cada vez más preocupantes, no solo a nivel regional sino a nivel mundial. Sin embargo, en el Primer Encuentro de prevención del consumo de alcohol en menores de 18 años, Watson afirmó que la pobreza y la condición de ser la región más desigual del mundo, son factores explicativos al patrón de consumo que se registra en zona.

En Colombia la situación no es diferente. Un informe de 2011 de la Organización de Estados Americanos, registró que más del 50% de los jóvenes de secundaria (aproximadamente entre14 y 17 años) consumieron alcohol durante el mes en el que se realizó el estudio. Además según Orlando Scopetta del Ministerio de Salud, el consumo en escolares entre 2005 y 2011 se ha mantenido estable entre el 45 y 50% de los estudiantes.

Estas cifras sumadas a los avances científicos que señalan los daños que el consumo de alcohol genera en los menores de 20 años ha despertado la necesidad de desarrollar programas encaminados a la prevención. Expertos de la región asistieron a este primer encuentro organizado por la fuerza civil Red Papaz y el Instituto de Bienestar Familiar, con el ánimo de compartir experiencias de proyectos aplicados en países de la región.

Guillermo Willi, profesor de la Universidad de Miami, en Estados Unidos, y coordinador del programa de prevención de consumo de sustancias psicoactivas Familias Unidas, recalca la necesidad de cambiar los modelos tradicionales de tratamiento a los jóvenes. “Los programas deben ir dirigidos a los padres. Se requiere una comunicación efectiva entre padres e hijos para evitar que éstos últimos no se inserten en el mundo del alcohol, las drogas y el sexo descontrolado. Sólo si les enseñamos a los padres la manera de hablar con sus hijos sobre estos temas “tabú” lograremos un trabajo preventivo efectivo”, recalca el experto.

Por su parte, en Colombia, el programa Ángel Protector desarrollado en alianza entre Red Papaz y el ICBF ha sido el encargado de hacer un trabajo preventivo en el país con la idea de generar conciencia sobre la ilegalidad e inconveniencia del consumo de alcohol en menores. Ana María de la Torre directora del programa señala que es importante trabajar con todos los sectores de la sociedad civil y en compañía del Estado. Por ello, se han encargado de involucrar y generar alianzas con los locales de venta de alcohol, instituciones educativas, padres de familia y alcaldías.

La idea con estas iniciativas, según los expertos, es concientizar a todos los sectores de la sociedad que esta problemática del incremento del consumo de alcohol en menores no se trata sólo de jóvenes rebeldes y padres despreocupados. La responsabilidad debe ser asumida en conjunto con el Estado que debe trabajar en una política pública transversal y hacer cumplir las leyes que al respecto ya existen para la prevención y el control del consumo de alcohol, señaló de la Torre.