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Solo en 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que 82,4 millones de personas contrajeron gonorrea, una infección de transmisión sexual causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae. Esta se transmite, principalmente, a través de las relaciones sexuales vaginales, orales o anales.
Además del aumento de casos, hay otro tema que preocupa en el mundo de la salud: la resistencia a los antibióticos o, en un lenguaje más técnico, la resistencia a los antimicrobianos (RAM). Esta surge cuando bacterias, virus, hongos y parásitos “cambian a lo largo del tiempo y dejan de responder a los medicamentos”, lo que dificulta el tratamiento de las infecciones, incrementa la propagación de enfermedades y su aparición de formas graves, así como la muerte.
La gonorrea es una de esas bacterias que está dejando de responder a los tratamientos que existen. A esto se le conoce como gonorrea resistente a los antimicrobianos o “supergonorrea”. De acuerdo con la OMS, “es un problema grave y creciente que provoca que muchas clases de antibióticos sean ineficaces, y existe el riesgo de que la enfermedad acabe siendo intratable”.
Este lunes, un grupo de científicos de diferentes centros de investigación de Estados Unidos, Reino Unido y Australia, así como de la farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK), publicaron una investigación en la que dan a conocer los resultados de un nuevo tratamiento antibiótico para la gonorrea. Es el primero en tres décadas que ayudaría a combatir la infección sexual.
En el estudio, que fue publicado en la revista The Lancet, los investigadores explican que participaron 622 pacientes. A la mitad de participantes, le administraron pastillas de gepotidacina, mientras que a la otra mitad le aplicaron el tratamiento estándar: una inyección de ceftriaxona y una pastilla de azitromicina.
Saltándonos varios detalles técnicos, los científicos determinaron que la gepotidacina es tan eficaz como el tratamiento estándar. Pero no solo eso, el nuevo tratamiento también fue eficaz en cepas de la bacteria que son resistentes a los antibióticos existentes.
Sin embargo, como los mismos investigadores señalan en el estudio, las recientes pruebas se centraron en la gonorrea urogenital y la mayor cantidad de pacientes fueron hombres blancos. Por lo tanto, señalan que deben realizaron más estudios para infecciones en el recto y la garganta, así como en mujeres y otras etnias.
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