Un hombre de 71 años en China se convirtió en la primera persona en recibir y vivir con un trasplante de hígado de un cerdo genéticamente modificado en el mundo. El paciente, según se detalló en un reciente estudio científico sobre este caso, sobrevivió durante cinco meses y tres semanas, lo que demuestra el potencial de este tipo de procedimientos, aunque también en evidencia las posibles complicaciones que aún deben superarse.
El caso involucró un hombre que padecía cirrosis causada por hepatitis B y cáncer de hígado, lo que significada que no podía someterse ni a una cirugía de resección ni a un trasplante de hígado humano. “Dado que todas las opciones de tratamiento convencionales resultaron insuficientes para salvar la vida del paciente, el reto urgente pasó a ser identificar una alternativa viable para el trasplante de hígado”, indicaron los autores del estudio publicado en la Revista de Hepatología.
Los investigadores apuntaron entonces a una alternativa que viene siendo investigada y probada alrededor de mundo: la xenotransplatación, es decir, el uso de órganos de animales no humanos. En sus primeras etapas, se ha hecho intentos con pacientes con muerte cerebral, pero en años más recientes se han documentado procedimientos con riñones y corazones en pacientes vivos. Uno de los casos más recientes fue el de Towana Looney, una mujer de 53 años de Alabama (Estados Unidos), quien recibió el 25 de noviembre de 2024 un riñón de cerdo modificado genéticamente. Sin embargo, a principio de abril de 2025 tuvieron que retirárselo tras un fallo repentino del órgano. Los 4 meses y 9 días que logró mantenerlo funcionando marcaron un nuevo récord de duración para un órgano porcino en un ser humano.
En el caso del paciente chino, los investigadores utilizaron un hígado de cerdo miniatura Diannan modificado genéticamente. En total, el animal presentaba diez alteraciones en su genoma, diseñadas para favorecer la compatibilidad y evitar el rechazo en el receptor humano.
Durante el primer mes después de la cirugía, el injerto funcionó bien: produjo bilis y los factores necesarios para la coagulación, sin señales de rechazo. Pero en el día 38 tuvo que ser retirado porque el paciente desarrolló una complicación grave llamada microangiopatía trombótica (xTMA), asociada al xenotrasplante. Posteriormente, el paciente presentó luego varias hemorragias gastrointestinales y falleció el día 171.
Beicheng Sun, doctor en medicina del Departamento de Cirugía Hepatobiliar de la Universidad Médica de Anhui (China) y uno de los autores del estudio, explicó en un comunicado “este caso demuestra que un hígado de cerdo modificado genéticamente puede funcionar en un ser humano durante un periodo prolongado. Se trata de un avance fundamental que demuestra tanto el potencial como los obstáculos que aún quedan por superar, especialmente en lo que respecta a la desregulación de la coagulación y las complicaciones inmunitarias”.
Los autores del estudio esperan que los avances ayuden avanzar en este tipo de procedimientos y eventualmente reducir el número de personas que fallecen debido a la falta de órganos humanos disponibles.
En contraste, investigadores externos al estudio advirtieron que es necesario mantener cautela frente a estos resultados. “Podemos decir que esto representa un nuevo paso en el avance de la terapia de xenotransplantes, que sigue progresando en su desarrollo clínico, pero también pone de relieve los importantes obstáculos que aún quedan por superar”, comentó, Science Media Centre, Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes de España.
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