
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Un grupo de cirujanos de la Universidad de California (UC) y la Universidad del Sur de California (USC) realizó con éxito el primer trasplante de vejiga en un humano, el cual, indicaron en un comunicado, podría ser clave en el tratamiento de pacientes con afecciones debilitantes de la vejiga. Además, se le implantó un riñón.
De acuerdo con las instituciones, la operación, que estuvo a cargo de los doctores Inderbir Gill y Nima Nassiri, duró ocho horas y se llevó a cabo a comienzos de este mes en Oscar Larrainzar, un hombre de 41 años que había perdido una parte considerable de la capacidad de su vejiga debido a los efectos de los tratamientos para una forma rara de cáncer de vejiga.
Gill, presidente del departamento de urología de la USC, aseguró en una entrevista con The New York Times que con esta intervención se “ha abierto una puerta potencial para estas personas que antes no existía”. Hasta ahora, la solución común para pacientes a quienes se les extirpa la vejiga ha sido reutilizar parte del intestino para permitirles miccionar (expulsar orina).
En algunos casos, se recurre a un conducto ileal, que vacía la orina en una bolsa fuera del abdomen. En otros, se implanta una vejiga artificial, una bolsa interna conectada a la uretra que permite orinar de forma tradicional.
Sin embargo, estos procedimientos presentan una alta probabilidad de complicaciones, como desequilibrios electrolíticos o deterioro progresivo de la función renal. Los investigadores comenzaron a desarrollar y perfeccionar esta nueva técnica en 2020. Primero la probaron en cerdos, luego en personas fallecidas y, finalmente, en donantes vivos.
Durante ese proceso, identificaron desafíos importantes, como la complejidad de la infraestructura vascular. Como explicó Gill al medio estadounidense, “tuvimos que operar en la pelvis del donante para captar y preservar un suministro abundante de vasos sanguíneos, de modo que el órgano pudiera funcionar plenamente en el receptor”.
Además, mientras el órgano se mantenía en hielo, los cirujanos optaron por unir las arterias y venas derecha e izquierda. Esto redujo el número de conexiones necesarias en el receptor de cuatro a solo dos, lo que simplificó la operación.
Con la técnica ya perfeccionada, los doctores decidieron intervenir a Oscar Larrainzar, quien había sobrevivido a una enfermedad renal terminal y a un cáncer de riñón. Tras una cirugía para extirpar el tumor, quedó prácticamente sin vejiga. Para tener una idea de su situación: una vejiga normal puede contener más de 300 centímetros cúbicos de líquido, pero la de Larrainzar solo retenía 30.
Los tratamientos complicaron su condición y se volvió prácticamente imposible encontrar suficiente intestino utilizable para reutilizarlo en esta zona.
Aunque todavía es pronto para determinar posibles efectos secundarios, como el rechazo del órgano, los médicos informaron que Larrainzar logró orinar por primera vez en siete años. “Para todos nosotros, esto es muy importante”, señalaron.
Ahora, los especialistas planean realizar trasplantes de vejiga en cuatro pacientes más, como parte de un ensayo clínico.
👩⚕️📄¿Quieres conocer las últimas noticias sobre salud? Te invitamos a verlas en El Espectador.⚕️🩺
