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“Street‌ ‌Medic”,‌ ‌los‌ ‌voluntarios‌ ‌que‌ ‌atienden‌ ‌heridos‌ ‌en‌ ‌medio‌ ‌de‌ ‌las‌ ‌protestas ‌

Esta brigada médica se fundó en noviembre de 2019 con el estallido de las protestas sociales. Así vivieron sus tres integrantes la jornada del 20 de julio en Bogotá.

Natalia Pedraza Bravo
22 de julio de 2021 - 02:02 a. m.
La ONG temblores reportó 784 intervenciones de la fuerza pública en lo que va del paro.
La ONG temblores reportó 784 intervenciones de la fuerza pública en lo que va del paro.
Foto: NATALIA PEDRAZA BRAVO

Diego vive en un segundo piso de un edificio en Bogotá. Es un joven colombiano que tiene el cuerpo lleno de tatuajes que sobresalen de su camisa, por los brazos y el cuello. Hay dos que llaman la atención: el escudo del Cuerpo de Marines y del “1st Marine Raider Batalion”, un batallón de fuerzas especiales asignado al Conjunto de Operaciones Especiales de Estados Unidos.

Se está preparando para la jornada de manifestaciones del 20 de julio. Mientras se hace un café y un sándwich de desayuno explica que se enlistó en la Marina americana a los 17 años.

Cuenta que entró para ser médico militar, se formó durante tres años y sirvió seis meses en Afganistán. Allá sufrió un accidente que dejó marcas en su rostro -aunque solo se notan cuando está muy cerca- y, además, le diagnosticaron estrés postraumático.

Se retiró de la fuerza con honores, siendo “Petty officer second class”, el equivalente a suboficial segundo de la Fuerza Naval de la Armada Nacional en Colombia. Regresó al país en 2017. En 2018 empezó a salir a las calles a atender heridos en las manifestaciones y en el estallido social de noviembre de 2019 fundó la primera brigada de “Street Medic” en Colombia.

“‘Street Medic’ es una iniciativa que existe en distintos lugares del mundo”, explica, “en Estados Unidos, Francia, Ucrania”, continúa. Se trata de grupos de voluntarios que son parte del personal de salud o que tienen conocimiento en primeros auxilios y que salen a las calles durante las manifestaciones, que implican confrontaciones entre dos grupos, para asistir médicamente a quien lo requiera.

En Colombia son tres personas que se financian por medio de recursos propios y donaciones. Diego, que es médico militar; Alejandra, que es médica general, y Daniel, un estudiante de biología que ha tomado cursos con Diego y que sabe prestar primeros auxilios. “He dado capacitación a muchas instituciones”, asegura Diego. “Mi formación me permite certificar ese tipo de estudios”, afirma. (Lea Ivermectina, la historia de un fraude)

Tiene una escarapela de la ONU colgada en el espejo del comedor donde está desayunando y cuenta que ha trabajado dando instrucciones a esta entidad. También muestra fotos en su celular con otros grupos que ha preparado, entre ellos personal del Inpec, del Ejército y de la Alcaldía de Bogotá.

“Nosotros somos la única brigada constituida legalmente y reconocida ante la Secretaría de Salud de Bogotá”, asevera Diego. Eso les permite, además de dar instrucción certificada, facilidades en campo que otras brigadas no siempre tienen.

“Los gestores de diálogo nos presentan con el comandante de Policía que esté a cargo de las operaciones ese día y también con los grupos de manifestantes que están en el lugar”, explica. “La idea es que todos y todas sepan que estamos ahí si nos necesitan”, concluye.

La presentación también se da para que ambos grupos sepan que ellos no pueden ser blanco de ninguna agresión.

Cerca de las 10 de la mañana llegan a la casa de Diego sus dos compañeros. Alejandra desempaca el instrumental médico con el que atenderán ese día a los pacientes y entre los tres lo desinfectan en un frasco lleno de glutaraldehido, un líquido para esterilización en frío.

Cada uno tiene una maleta llena de materiales médicos para prestar primeros auxilios. Gasas, inmovilizadores, mantas térmicas, medicamentos y vendas son algunos de ellos.

Visten una camiseta manga larga azul con el logo de “Street Medic” en el brazo y un pantalón táctico con muchos bolsillos.

Llevan, además, una máscara antigás y un casco para protegerse de piedras, marcadores y gases, chalecos donde pueden colgar los insumos y donde se puede leer un letrero grande que dice “Paramédico”.

Aunque hay días que recorren distintos puntos de la ciudad, este 20 de julio van a un puesto fijo: el Puente de la Dignidad, en la localidad de Usme, en Bogotá.

Al llegar los recibe un grupo de RedPas, la red popular de primeros auxilios que nació con el paro nacional de 2021 para prestar servicios de salud de emergencia en el contexto de las protestas. El lugar de encuentro es un salón comunal del barrio que han adaptado como consultorio, lugar de reuniones y comedor. Acaban de terminar una clase de teatro, así que mientras entran los brigadistas salen personas con disfraces y en zancos.

La brigada médica popular de Medellín también se encuentra en el lugar, son más de 20 personas que vinieron desde esta ciudad para asistir a las manifestaciones del 20 de julio en la capital.

En total hay 32 personas que se presentan para hacer “reconocimiento”, es decir, para que entre todos sepan quiénes son.

“En estos contextos hay que tener mucho cuidado con los posibles infiltrados”, explica Diego. “Nosotros manejamos muchos datos de los pacientes que en malas manos pueden ser un peligro, por eso es importante poder confiar en las personas que están en las brigadas”, continúa.

Luego de la presentación, la brigada de “Street Medic” se divide. Alejandra se queda en el centro médico, mientras Diego y Daniel salen a campo. Ya se dio el “estallido”, como lo llaman los manifestantes, lo que quiere decir que empezaron los enfrentamientos contra la Policía.

Según cifras de la Policía, solo el martes pasado, cuando se celebró el Día de la Independencia, el Esmad intervino en 28 oportunidades en distintos puntos de la capital colombiana. Los gases lacrimógenos, por ejemplo, sacaron corriendo a cientos de personas que se encontraban debajo del Puente de la Dignidad, presenciando un concierto como celebración del 20 de julio.

A pesar de que los gases lacrimógenos son considerados un arma de letalidad reducida, expertos han advertido que sus efectos son catastróficos en medio de una pandemia cuya principal fuente de transmisión es la vía aérea. Como lo señaló Eric Jordt, en entrevista con el medio de salud KNH:

“Usarlo en la situación actual con COVID-19 es completamente irresponsable. Hay suficientes datos que prueban que el gas lacrimógeno puede aumentar la susceptibilidad a los patógenos, a los virus”, aseguró el investigador.

Los gases alcanzan a los brigadistas que alzan sus brazos en medio de la turba que intenta huir para pedirles que no corran y prevenir así un accidente. Utilizan un neutralizador hecho con antiácido estomacal y agua para mermar los efectos del gas. Luego de aplicarlo en ellos mismos asisten a los habitantes del barrio que se han visto afectados.

Diego y Daniel atienden al primer paciente: un joven con una herida en la cabeza. Reconoce que no sabe qué la causó, pudo ser alguna munición de la Policía o una piedra que lanzó algún manifestante. Diego limpia la herida y le avisa al joven que no necesita puntos. Entre los dos brigadistas se aseguran de que el sangrado pare y de que el joven se tranquilice.

“Las heridas que pueden darse en manifestaciones son de diversas fuentes”, explica Alejandra. “Contusiones, torceduras de tobillo (que se dan, casi siempre, por correr), heridas en las manos y quemaduras por explosivos son algunas de las más comunes”, asegura la médica.

Esta jornada del Día de la Independencia dura 15 horas para los voluntarios. “Estuvo corta”, reconoce Daniel, mientras cuenta que hay días que han salido a las cinco de la mañana de trabajar.

Para moverse de un lado a otro corren de poste a poste intentando cubrirse para evitar ser alcanzados por cualquier cosa que pueda hacerles daño.

Los manifestantes saben que ellos están ahí, aunque no los vean, por lo que cada vez que hay un herido gritan “¡Médico!” y los brigadistas corren ante la señal de auxilio.

En el puesto fijo -el del salón comunal- las cosas no son más tranquilas. Entran uno tras otro los heridos más graves que no pudieron ser atendidos en campo.

Ataques de pánico, desmayos, heridas profundas que sí necesitan sutura y fracturas son algunos de los casos.

Según la Cruz Roja, el martes atendieron 61 personas en toda Bogotá, pero RedPas registra 65 pacientes atendidos solo en el centro médico de Usme, donde estuvo presente “Street Medic”.

Aunque la mayoría de heridos que atienden las brigadas son manifestantes, en ocasiones la prensa, otros paramédicos y la Fuerza Pública también requieren su ayuda.

Cerca de las nueve de la noche, a Diego lo alerta una de las integrantes de RedPas. Hay policías heridos a tres cuadras del centro médico. Para llegar tienen que cruzar en medio de los enfrentamientos. Alzan los brazos esperando ser reconocibles y evitar que los ataquen.

Logran llegar al otro lado del Puente de la Dignidad, donde están los policías, los recibe el comandante y les pide ayuda para dos de sus uniformados. Tienen heridas en las manos, una de las pocas partes del cuerpo que quedan expuestas con las armaduras que usa la Fuerza Pública para estos eventos. Diego y Jennifer, la integrante de RedPas, los atienden.

A pesar de que su prioridad son los manifestantes, que no cuentan con la formación médica y los insumos que los policías sí tienen, “Street Medic” y todos los demás voluntarios cumplen con el juramento que hace el personal médico -así no tengan un título certificado- en el que la vida es la mayor de sus preocupaciones por encima de partidos, religiones, razas o, como en este caso, partes de un enfrentamiento.

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Carlos(12851)22 de julio de 2021 - 08:55 p. m.
Cinco estrellas para esta mirada del 20 de julio.
Tomas(10675)22 de julio de 2021 - 10:52 a. m.
Se debe decir: “en medio del vandalismo”. Tontos útiles del micro tráfico.
Carlos(63194)22 de julio de 2021 - 07:32 a. m.
Qué "héroes" tan notables! Su accionar los convierte cómplices de terroristas y asesinos (primera línea) cuya misión es destruir a nuestro país y a todos los colombianos que no sigamos su pensamiento de extrema izquierda.
  • Eduardo(52171)22 de julio de 2021 - 12:01 p. m.
    Que estúpidos tan estúpidos son ustedes dos.
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