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Este miércoles 2 de abril, la Superintendencia Nacional de Salud anunció que realizará auditorías recurrentes en las IPS que han reportado el cierre de servicios en ciudades como Bogotá y Cali. La medida busca determinar si estos cierres obedecen a problemas de sostenibilidad derivados de una reducción en el número de nacimientos o de deudas acumuladas por parte de las Empresas Administradoras de Planes de Beneficios (EAPB).
“Vamos a verificar si se trata de un tema de sostenibilidad de esos servicios debido a menor número de nacimientos o a la cartera por parte de las EAPB, y si esas deudas son corrientes o antiguas”, afirmó Giovanny Rubiano García, Superintendente Nacional de Salud.
Entre los cierres que motivaron la decisión de Supersalud se encuentra el del servicio de neonatología de la Clínica del Occidente, en Bogotá. La clausura fue anunciada el pasado 1 de abril en una carta que María Cristina Vargas, gerente de la clínica, envió a la gerente de Seguros Bolívar. En el documento, Vargas atribuyó el cierre a la crisis del sistema de salud en Colombia, especialmente en el sector privado, y señaló que la clínica ha enfrentado problemas financieros debido al incumplimiento en el pago de los servicios prestados a usuarios de los regímenes contributivo, subsidiado y particulares, así como a inconsistencias administrativas. Aunque no precisó el monto total de la deuda, afirmó que las aseguradoras deben miles de millones de pesos.
El superintendente Rubiano indicó que, si la deuda es reciente, se implementarán mesas rápidas de conciliación para agilizar los pagos, tanto en la Clínica del Occidente como en otros centros de salud del país. Aclaró, además, que no señalará de manera particular a ninguna EPS, ya que la intención de la Superintendencia es acompañar a las instituciones y proteger su labor, evitando el cierre de servicios.
Rubiano recordó que las auditorías forman parte de los procedimientos rutinarios de inspección, vigilancia y control, cuyo objetivo es identificar posibles fallas en la prestación de los servicios de salud.
El pasado 31 de marzo, la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC) presentó su informe de cartera hospitalaria, con corte a diciembre de 2024. Según el reporte, la deuda con sus afiliados asciende a 20,3 billones de pesos. Además, el documento revela que el 55,3 % de esta deuda está en mora, un aumento en comparación con el 55 % registrado en junio de 2024.
Las EPS del régimen contributivo concentran el 49 % del total de la deuda con los hospitales, lo que equivale a más de 9,9 billones de pesos. De este monto, 8,7 billones corresponden a 13 EPS que siguen en operación, mientras que 1,2 billones pertenecen a 16 EPS que ya fueron liquidadas. Entre las mayores deudoras se encuentran Nueva EPS, Sanitas, Famisanar, Compensar y Sura, que acumulan 6,1 billones de pesos.
En medio de esta situación, otros hospitales también han reportado dificultades financieras. El Hospital Pablo Tobón Uribe, uno de los más importantes de Medellín, declaró emergencia hospitalaria el pasado 28 de marzo debido al colapso de los servicios de urgencias pediátricas y de adultos.
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