
Mosquito del género "Sabethes", en la colección del Instituto Nacional de Salud.
Foto: Mauricio Alvarado Lozada
La semana del 17 de febrero, justo dos meses antes de que el Gobierno declarara emergencia sanitaria, Susanne Ardila estaba desesperada, buscando mosquitos en Tolima. Junto con tres colegas había emprendido un recorrido por el Bosque de Galilea, que tiene dos veces el tamaño del Parque Tayrona. Después de ir a tres puntos diferentes y caminar por cinco días, se empezó a preocupar. A diferencia de lo que muchos creen, no es tan fácil dar con los bichos asociados a la transmisión del virus de la fiebre amarilla. Es más: en este momento aún no...

Por Sergio Silva Numa
Editor de las secciones de ciencia, salud y ambiente de El Espectador. Hizo una maestría en Estudios Latinoamericanos. También tiene una maestría en Salud Pública de la Universidad de los Andes. Fue ganador del Premio de periodismo Simón Bolívar.@SergioSilva03ssilva@elespectador.com
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