Ahora, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) ha realizado un estudio en sus 34 países miembros que arroja datos bastante parecidos: el 20% de los trabajadores sufre una enfermedad mental.
En otras palabras, uno de cada cinco trabajadores padece una enfermedad mental como depresión o ansiedad y esas condiciones están afectando cada vez más la productividad en el lugar de empleo, porque muchos tienen problemas para controlarlas.
“Los servicios de salud y de empleo deben intervenir antes, involucrar a los actores claves y asegurarse de que trabajen juntos con el fin de ayudar a las personas con problemas de salud mental a encontrar trabajo y permanencia en el trabajo”, expone la OCDE.
El informe “Mente en forma, trabajo en forma” indica que alrededor del 30 al 40% del total de número de casos de enfermedad y discapacidad en los países de la OCDE están relacionados con problemas de salud mental. En Europa, se estima, el costo total de la enfermedad mental suma el 3,5% del PIB.
Además, las personas con estos trastornos leves o moderados poseen el doble de probabilidades de perder su empleo y tienen un riesgo más alto de vivir en la pobreza y la marginación social.
“Los problemas de salud mental cobran un alto precio en los individuos, sus familias, los empleadores y la economía”, explicó el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría. “Los legisladores han sido demasiado lentos en actuar. Se necesita un liderazgo político fuerte para impulsar la reforma y hacer frente a este problema”.
El estigma continúa
A pesar del creciente reconocimiento en la sociedad, los expertos consideran que existe aún un considerable estigma social en torno a las enfermedades mentales. De hecho, aunque la intervención temprana es crítica, en la práctica pueden pasar más de diez años entre la aparición de la enfermedad y el primer tratamiento.
Aunque una gran carga de trabajo y el estrés relacionado pueden empeorar los problemas de salud mental, la evidencia muestra que la permanencia en la escuela o en el trabajo es también parte de la solución si se proporciona el apoyo adecuado.
Por otro lado, el informe subraya que los maestros, empleadores, médicos, trabajadores sociales y de servicios de empleo son a menudo los más indicados para identificar en una etapa temprana a las personas con problemas de salud mental.