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Uno de cada cuatro centros de atención sanitaria en el mundo carece de servicios básicos de agua, lo que afecta a más de 2 mil millones de personas, según un nuevo informe del Programa Conjunto de Monitoreo de UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Abastecimiento de Agua, Saneamiento e Higiene (JMP, por sus siglas en inglés).
El informe también estima que uno de cada cinco centros no tiene servicios de saneamiento, lo que afecta a 1.500 millones de personas. También se evidencia que muchos no poseen instalaciones básicas para la higiene de las manos y la eliminación segura de los desechos sanitarios.
"Los servicios de agua, saneamiento e higiene en las instalaciones sanitarias son los requisitos más básicos para la prevención, el control de infecciones y una atención de calidad. Son fundamentales para respetar la dignidad y los derechos humanos de todos los pacientes y de los propios profesionales", ha comentado el secretario general de la ONU, António Guterres, sobre el informe.
Según los datos recogidos por estas organizaciones, solo la mitad (55%) de los centros sanitarios de los países menos desarrollados cuentan con servicios básicos de abastecimiento de agua. Se estima que 1 de cada 5 nacimientos en el mundo tiene lugar en estos países y que, cada año, 17 millones de mujeres de estas naciones dan a luz en lugares que carecen del agua, saneamiento e higiene adecuados.
"Cuando un bebé nace en estas condiciones, el riesgo de infección y muerte tanto para la madre como para el bebé es alto. Cada nacimiento debe ser controlado por un par de manos médicas seguras, lavadas con agua y jabón, usando equipo estéril, en un ambiente limpio", ha recordado la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.
En un informe complementario, los investigadores de la OMS y UNICEF señalan que más de un millón de muertes al año están relacionadas con los nacimientos que se han producido en malas condiciones de higiene. Las infecciones representan el 26 por ciento de las muertes neonatales y el 11 por ciento de la mortalidad materna. Según UNICEF, 7.000 recién nacidos murieron cada día en 2017, en su mayoría debido a afecciones prevenibles y tratables, incluidas infecciones como la sepsis.
"Imagínense dar a luz o llevar a su hijo enfermo a un centro de salud sin agua potable, retretes ni instalaciones para lavarse las manos. Esa es la realidad para millones de personas cada día. Nadie debería tener que hacer eso, y ningún trabajador sanitario debería tener que prestar atención en esas circunstancias. Asegurar que todas las instalaciones de salud cuenten con servicios básicos de agua, saneamiento e higiene es esencial para lograr un mundo más sano, seguro y justo", ha señalado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.