Los últimos datos relacionados con el consumo de licor adulterado en Colombia son inquietantes: según el Instituto Nacional de Salud (INS), al 9 de diciembre ya se han detectado 20 casos de intoxicaciones por metanol, el alcohol que se utiliza como diluyente de pintura o para fabricar anticongelantes. También lo suelen usar para plaguicidas y ciertos tipos de combustible. (Lea La celebración de velitas y el festivo dejaron 98 lesionados por manipular pólvora)
Estos casos obedecen a un brote que inició a finales de noviembre. Los primeros síntomas empezaron a presentarlos pacientes de Bogotá el 22 de ese mes. Infortunadamente, 3 hombres y una mujer fallecieron el 5 y el 6 de diciembre. Su edad oscilaba entre los 37 y 74 años.
Todas las personas detectadas dieron positivo, justamente, para metanol. Consumieron, específicamente, cuatro bebidas, de acuerdo con el INS: Rey de Reyes, Cabañitas, Old Jhon y Capo.
De hecho, el Invima admitió que han identificado productos que no cumplen con las condiciones sanitarias ni los requisitos necesarios para ser comercializados. En algunos casos se trata de artículo que no tienen registro sanitario; en otros, de bebidas que usan, fraudulentamente, el registro sanitario de productos que sí lo tienen.
Este viernes 9 de diciembre publicó otra alerta sanitaria en la que advierte sobre tres productos fraudulentos: El Parrandero, Ardiente El Gran Niche Xtreme y Anís Cartujo.
🚨¡Atención!🚨 #AlertaSanitaria sobre “El Parrandero, Ardiente El Gran Niche Xtreme y Anís Cartujo”
— Invima (@invimacolombia) December 9, 2022
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¿Cuál es el riesgo para la salud?
Ingerir este tipo de bebidas que contienen metanol, causa muy serios problemas para la salud. Como se lee en el portal MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, se trata de un producto extremadamente tóxico. “Tan solo 2 cucharadas (30 ml) pueden ser mortales para un niño. Alrededor de 2 a 8 onzas (60 a 240 ml) pueden ser mortales para un adulto. La ingesta de metanol afecta varios órganos. El daño a estos órganos puede ser permanente”, indica.
Al tomar bebidas con metanol, como ha sucedido en Bogotá, se pueden presentar síntomas como dificultad para respirar o paro respiratorio. También puede presentar ceguera, completa o parcial, a veces descrita como “ceguera de la nieve”. Visión borrosa y dilatación de las pupilas son otros de los síntomas usuales.
Presión arterial baja, comportamiento agitado, coma (inconsciente), confusión, dificultad para caminar, mareo, dolor de cabeza, crisis epiléptica, uñas y labios azulados, fuerte dolor abdominal, diarrea, problemas con la función hepática (incluso ictericia piel amarilla- y sangrado), náuseas, pancreatitis y vómitos son otras de las señales que indican una intoxicación por metanol.
Sin embargo, como aclara el Ministerio de Salud, la aparición de todo estos signos. Incluso, es posible que no haya síntomas en las etapas iniciales de la ingesta. Pero, posteriormente, habrá un periodo de 30 horas “relacionado con transformación de metabolitos tóxicos y finalmente acidosis metabólica, complicaciones visuales y mayor compromiso en sistema nervioso central”. Si la intoxicación es muy grave puede conducir a la muerte.
En caso de requerir asesoría médica toxicológica, puede comunicarse con la Línea de Información y Asesoría Toxicológica del Ministerio de Salud (1)2886012 y/o 018000 916012 o al correo electrónico lineatoxicologica@minsalud.gov.co
¿Cuáles son las recomendaciones para evitar beber alcohol adulterado?
Hay varias recomendaciones para evitar una intoxicación con licor adulterado, especialmente en estos meses. Una de las principales, como dice Carlos Robles, director de Alimentos y Bebidas del Invima, es fijarse en el precio. Si es muy bajo en comparación al valor del mismo producto en el mercado, lo mejor es no comprar esa bebida.
El otro consejo, aunque suene obvio, es fijarse en las condiciones sanitarias del lugar que vende ese licor. Si no son adecuadas, es mejor sospechar y evitar comprar el producto.
“Evite adquirir bebidas en lugares de dudosa procedencia, revise los sellos, evalúe que no se presenten sedimentos ni alteraciones en el envase”, sugiere el Ministerio de Salud.
En caso de que el envase sea de cartón con cubierta interior en aluminio, dice el Minsalud, hay que revisar que las pestañas están bien pegadas. No debe tener impresiones defectuosas ni ningún tipo de enmendaduras.
Si es una botella, hay que mirar con cuidado la tapa, cerciorarse de que tenga banda de seguridad y el sistema de cierre intacto. Debe tener etiqueta.
Así mismo, si la botella es transparente, es útil verificar si hay elementos como partículas en suspensión, sedimentos, estado del dosificador o presencia de objetos extraños.
Por supuesto, hay que fijarse siempre que la bebida tenga registro sanitario del Invima (y que corresponda a lo que compra). Puede ser consultado en este enlace.
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