Viceministro de Salud denuncia campaña de desinformación

Muy activos han estado en Twitter el ministro de salud, Alejandro Gaviria, y su viceministro Fernando Ruíz. Desde sus cuentas en la red social han intentado contrarrestar lo que ellos consideran una campaña de desinformación que motivó la marcha contra la reforma a la salud convocada por los médicos y demás profesionales de la salud para este 29 de octubre.  (Lea más sobre Médicos convocan marcha en rechazo a la reforma de la salud)

“En Colombia, con frecuencia inusitada, se enarbolan las banderas de la igualdad para defender la exclusión y los privilegios”, escribió Gaviria ante el candente debate que ha generado la propuesta de permitir que los hospitales también formen especialistas en medicina.  (Lea: Formar más médicos, ¿una propuesta indecente?)

Horas antes había escrito en respuesta a otro de sus seguidores: “Hay varias propuestas para la discusión. Faltan dos debates parlamentarios. Nada de terquedad de mi parte”.

Por su parte, el viceministro Ruíz parece que tampoco ha tenido tregua respondiendo mensajes a través de Twitter y exponiendo sus argumentos en blogs, foros y entrevistas.

“Cuando los argumentos escasean la clave está en desinformar”, escribió Ruíz refiriéndose a las críticas planteadas por un dirigente gremial al capítulo de educación de especialistas contenido en la reforma ordinaria a la salud. (Lea también Ministerio de Salud rechaza reducción de salarios a médicos)

“En realidad va a tener que usar su imaginación o contarnos qué está fumando verde, porque en ninguna parte del texto de la reforma se delega a las EPS la formación de especialistas. Desinformación pura, o mejor dicho no tan pura ya que seguramente esconde objetivos politiqueros en un momento tan complicado como el que atravesamos”, añadió Ruíz e invitó a los médicos residentes de Colombia a investigar la historia del sistema de salud.

“Se encontrarían que hace más de 30 años se entregó la formación de los especialistas a las universidades para acallar sus reclamaciones y manejar los efectos de sus reclamaciones sobre mejores condiciones. Ese día selló su suerte y se dio inicio a un periodo de profunda inequidad en la educación médica en el país”, añadió.

“La salud se juega su última carta”, trinó Gaviria. Pero la educación médica no es el único punto que ha generado debate. El papel de las EPS -ahora llamadas Gestoras de Salud-, las deudas a los hospitales, el plan de beneficios para pacientes, el manejo de los recursos de la salud y la integración vertical también hacen parte de las razones por las que los médicos saldrían a marchar este 29 de octubre.

“Cualquier reforma enfrenta contradictores: quienes pierden o no quieren entender y los que dejaron de hacer cuando tuvieron la oportunidad”, agregó el viceministro Ruíz refiriéndose a los intereses que se mueven detrás de un cambio en el sistema de salud.

La verdadera batalla por la salud parece que no se va a jugar en el Congreso de la República sino en el terreno de la opinión pública. La complejidad de un sistema de salud, lleno de tecnicismos y que mueve 44 billones de pesos, ha dificultado un debate transparente y poco a poco se abre la puerta a la desinformación.

Muy activos han estado en Twitter el ministro de salud, Alejandro Gaviria, y su viceministro Fernando Ruíz. Desde sus cuentas en la red social han intentado contrarrestar lo que ellos consideran una campaña de desinformación que motivó la marcha contra la reforma a la salud convocada por los médicos y demás profesionales de la salud para este 29 de octubre.  (Lea más sobre Médicos convocan marcha en rechazo a la reforma de la salud)

“En Colombia, con frecuencia inusitada, se enarbolan las banderas de la igualdad para defender la exclusión y los privilegios”, escribió Gaviria ante el candente debate que ha generado la propuesta de permitir que los hospitales también formen especialistas en medicina.  (Lea: Formar más médicos, ¿una propuesta indecente?)

Horas antes había escrito en respuesta a otro de sus seguidores: “Hay varias propuestas para la discusión. Faltan dos debates parlamentarios. Nada de terquedad de mi parte”.

Por su parte, el viceministro Ruíz parece que tampoco ha tenido tregua respondiendo mensajes a través de Twitter y exponiendo sus argumentos en blogs, foros y entrevistas.

“Cuando los argumentos escasean la clave está en desinformar”, escribió Ruíz refiriéndose a las críticas planteadas por un dirigente gremial al capítulo de educación de especialistas contenido en la reforma ordinaria a la salud. (Lea también Ministerio de Salud rechaza reducción de salarios a médicos)

“En realidad va a tener que usar su imaginación o contarnos qué está fumando verde, porque en ninguna parte del texto de la reforma se delega a las EPS la formación de especialistas. Desinformación pura, o mejor dicho no tan pura ya que seguramente esconde objetivos politiqueros en un momento tan complicado como el que atravesamos”, añadió Ruíz e invitó a los médicos residentes de Colombia a investigar la historia del sistema de salud.

“Se encontrarían que hace más de 30 años se entregó la formación de los especialistas a las universidades para acallar sus reclamaciones y manejar los efectos de sus reclamaciones sobre mejores condiciones. Ese día selló su suerte y se dio inicio a un periodo de profunda inequidad en la educación médica en el país”, añadió.

“La salud se juega su última carta”, trinó Gaviria. Pero la educación médica no es el único punto que ha generado debate. El papel de las EPS -ahora llamadas Gestoras de Salud-, las deudas a los hospitales, el plan de beneficios para pacientes, el manejo de los recursos de la salud y la integración vertical también hacen parte de las razones por las que los médicos saldrían a marchar este 29 de octubre.

“Cualquier reforma enfrenta contradictores: quienes pierden o no quieren entender y los que dejaron de hacer cuando tuvieron la oportunidad”, agregó el viceministro Ruíz refiriéndose a los intereses que se mueven detrás de un cambio en el sistema de salud.

La verdadera batalla por la salud parece que no se va a jugar en el Congreso de la República sino en el terreno de la opinión pública. La complejidad de un sistema de salud, lleno de tecnicismos y que mueve 44 billones de pesos, ha dificultado un debate transparente y poco a poco se abre la puerta a la desinformación.