Cómo los celulares han cambiado el diseño del computador personal

Esta influencia definirá la concepción de sistemas operativos y también podría afectar la forma cómo se probarán nuevas tecnologías en campos como la inteligencia artificial.

Redacción Tecnología
01 de noviembre de 2016 - 11:52 p. m.
El Surface Studio, de Microsoft. / Cortesía: Microsoft
El Surface Studio, de Microsoft. / Cortesía: Microsoft

Contra todo pronóstico futurista, la cara más visible y reluciente de la tecnología moderna no es el súper computador, ni el robot que asiste al humano en sus tareas diarias, ni tampoco el robot que quiere aniquilar a la humanidad. Tampoco lo son las proyecciones holográficas o la interacción con una máquina, sutil aunque omnipresente, a través del diálogo.

La cara más popular, y obvia, de la tecnología moderna es el teléfono celular y la sombra que proyecta este aparato parece cubrir prácticamente cualquier dispositivo. Más que un set particular de especificaciones técnicas, el celular es entendido acá como la encarnación más fiel del paradigma móvil, que a su vez afecta incluso los equipos y las líneas de servicio que nada tienen que ver con movilidad.

¿Qué significa esto? Que los modos de interacción con un dispositivo, su sistema operativo, las posibilidades de interfaz, su lenguaje de diseño, entre otros factores, son pensados ahora desde la experiencia móvil, como una extensión de los celulares.

Piénselo de este modo: la forma básica del computador portátil no ha cambiado mucho desde hace más de una década, por decir lo menos. Sí, cada vez son aparatos más delgados, capaces y ligeros. Y en el caso de Apple parecen perder puertos en vez de ganarlos. Pero bueno, esa es otra historia. El punto es que su anatomía básica respondió hasta hace poco a una única concepción de lo que hace un portátil.

Y en este punto entran categorías como el dos en uno: tableta/computador portátil o tableta con teclado externo integrado. Quizá uno de los equipos más notables en esta línea es el Surface Book de Microsoft, que no sólo presenta un diseño novedoso, sino que ofrece todas las especificaciones que no tiene ninguna tableta en el mercado (y no muchos portátiles, por cierto).

A esto habría que añadir los nuevos MacBook Pro de Apple, que integran una franja de pantalla táctil en el teclado. La idea, según la marca, es ofrecer una nueva forma de interacción con la máquina. En otras palabras, adaptar algo del universo móvil a una línea de producto que se pensaba distante de este tipo de dispositivos.

La integración de ambos mundos también se da del lado de los sistemas operativos. Y uno de los ejemplos más claros es la influencia de iOS en macOS (antes conocido como OS X). Un asunto que va desde la inclusión de Siri (Cortana también está en Windows 10) hasta las funciones de continuidad de tareas entre un iPhone y MacBook, por ejemplo.

También hay una resonancia continua en los lenguajes de diseño, en la forma como se construye la interfaz. En el caso de Apple, cada vez más su experiencia de escritorio (o de computador, por ponerlo en otros términos) toma más elementos de la presentación de sus teléfonos y tabletas.

Uno de los mejores ejemplos actuales de cómo se desdibujan ambas categorías es el nuevo Surface Studio de Microsoft. Este es un bello equipo de escritorio con una pantalla de 28 pulgadas que, gracias a un soporte de ángulo variable, puede reclinarse hasta quedar casi totalmente horizontal apoyado sobre una mesa. Y desde ahí se transforma en un dispositivo táctil, como una mesa de dibujo.

Aclaración, las posibilidades táctiles están activas en cualquier posición de la pantalla, pero su diseño invita a explotarlas al máximo cuando pasa de ser sólo un monitor a una tableta de grandes dimensiones, capacidades y resolución (mejor que un monitor 4K, según el fabricante).

El Surface Studio sigue siendo un computador de escritorio, con una pequeña torre en forma de cubo que sirve como anclaje al soporte del monitor, mouse y teclado independientes. Y como tal tiene músculo para encargarse de prácticamente cualquier tarea diaria de usuarios pesados. En su configuración máxima, el equipo cuenta con 32GB de RAM, 2 TB de disco duro, 4GB de RAM para la tarjeta gráfica y procesador Core i7.

Pero a pesar de estar diseñado para usos pesados, Microsoft decidió añadir capacidades táctiles de gran escala. “Es apenas un paso normal. Mi hijo de cinco años toca todos los dispositivos que ve porque está creciendo en la era de los celulares y los celulares son táctiles”, decía un comentarista en Reddit. Tiene razón.

Además de esto, la empresa incluyó un lápiz digital y una especie de rueda que funciona como un selector de diferentes funciones. Imagine el dial de un radio, pero más grande y con la posibilidad de darle acceso a funciones rápidas en distintos programas; la rueda está pensada para ir en la mano que no está ocupada con el lápiz.

El peso del terreno móvil en toda la industria está ampliamente documentado. Un reciente estudio documenta cómo nueve de cada diez usuarios que acceden a internet en países como Brasil, Chile, México, Argentina, Perú y Colombia lo hacen a través de dispositivos móviles.

Otros indicadores señalan que la mayoría de los nuevos usuarios que internet tendrá en los años por venir llegarán a la red a través de un celular y, en economías emergentes, puede que este sea el único punto de contacto entre la web y amplios sectores de la población.

Independientemente de su impacto en el público, productos como el Surface Studio o el MacBook Pro proponen nuevas formas de aproximarse a la computación personal, así como otras posibilidades de interacción entre el usuario y la máquina.

El terreno móvil pareciera haberse convertido no sólo en referente para otras líneas de producto, sino también para la adopción de nuevas tecnologías, como aplicaciones diarias de inteligencia artificial, que probablemente entrarán masivamente a través de nuestros teléfonos y desde ahí se filtrarán a otros segmentos. 

Por Redacción Tecnología

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