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Hace unos meses, realme presentó en Colombia la serie 14, su más reciente apuesta por conquistar el segmento de gama media-alta. Con una trayectoria que prioriza la potencia y la experiencia de usuario, la marca china lanza el realme 14 Pro con la promesa de mantener esa reputación bien ganada.
Este modelo hace parte de la nueva generación de la serie numérica, una línea que ya no solo busca destacar por su costo, sino también por ofrecer un conjunto técnico robusto, con serias aspiraciones de convertirse en referente. No es el más barato del catálogo, pero sí uno de los más equilibrados si se tienen en cuenta diseño, pantalla, cámara y rendimiento.
El realme 14 Pro 5G, en su versión de 256 GB de almacenamiento, ya se encuentra disponible en las principales cadenas de almacenes del país, con un precio de lanzamiento de $2.199.900.
En El Espectador tuvimos la oportunidad de ponerlo a prueba durante varios días, y esta fue nuestra experiencia.
Rendimiento sólido para el día a día (y algo más)
El realme 14 Pro integra el procesador MediaTek Dimensity 7300 Energy, acompañado por una RAM dinámica de 12 GB, con la posibilidad de expandirse virtualmente hasta los 24 GB. Esta combinación permite ejecutar tareas exigentes con soltura. Durante nuestras pruebas, llegamos a mantener abiertas hasta diez aplicaciones de forma simultánea —entre redes sociales, navegación y videojuegos— sin experimentar retrasos ni cierres inesperados.
La experiencia general es fluida. El dispositivo corre con solvencia las aplicaciones más populares de la Play Store, y se comporta bien incluso con títulos exigentes.
Descargamos juegos como Fortnite y el desempeño fue más que aceptable. Realme integró su sistema HyperBoost, una herramienta que optimiza los recursos internos para priorizar el rendimiento en juegos. Al activar el modo de alto rendimiento, los títulos alcanzan los 60 cuadros por segundo, algo que se agradece si se busca una experiencia gaming casual sin tener que recurrir a un chip de gama alta.
Pantalla brillante y confiable
Uno de los grandes aciertos del realme 14 Pro es su pantalla. Aunque no propone una revolución tecnológica, sí ofrece un panel AMOLED de muy buena calidad: resolución Full HD+, tasa de refresco de 120 Hz y un brillo máximo de hasta 4.500 nits. Esto se traduce en una excelente visibilidad incluso en exteriores bajo luz solar directa. El contenido multimedia se disfruta con nitidez, colores vivos y buena fluidez.
Su diseño curvo en los bordes le da un toque moderno, aunque esto puede ser un punto sensible en caso de caídas. La pantalla parece resistente, pero sigue siendo recomendable el uso de un protector o case para evitar sorpresas.
Audio cumplidor, pero mejorable
En el apartado de sonido, el realme 14 Pro ofrece un sistema de altavoces estéreo que cumple, pero no deslumbra.
El volumen es alto y suficiente para videollamadas, videos o música casual. Sin embargo, hace falta una mejor presencia de bajos, algo que habría elevado la experiencia multimedia a otro nivel.
No es un punto débil grave, pero sí el más discreto del conjunto.
Autonomía que marca diferencia
Uno de los apartados donde el realme 14 Pro destaca con fuerza es en la autonomía. Mientras hace un año la mayoría de teléfonos de gama media ofrecía baterías de 5.000 mAh como estándar, este modelo sube la apuesta con una generosa batería de 6.000 mAh, que se traduce en una experiencia de uso prolongada sin necesidad de estar pendiente del cargador.
Durante varios días de uso continuo, el rendimiento energético fue consistente. En condiciones reales —con sesiones de juegos, navegación, uso de redes sociales, mensajería y productividad— el teléfono aguantó sin problema dos jornadas completas. Incluso, en escenarios de menor exigencia, logró acercarse a los tres días sin necesitar carga, algo que no es común en este segmento.
La carga rápida también aporta valor añadido. Aunque viene con soporte para 45 W como estándar —y un cargador compatible incluido en la caja—, el dispositivo es capaz de alcanzar hasta 80 W con el sistema de carga rápida de la marca. Esto permite recuperar buena parte de la batería en cuestión de minutos, ideal para quienes no tienen mucho tiempo para dejar el celular conectado.
En conjunto, el realme 14 Pro no solo cumple, sino que supera con holgura las expectativas en autonomía. Y eso, en un mundo donde el uso intensivo del celular es la norma, se agradece.
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Un sistema de cámaras que sorprende en su gama
El sensor principal es un Sony IMX882, respaldado por una capa de inteligencia artificial y un sistema de triple iluminación que trabaja en conjunto para ofrecer resultados muy competitivos, incluso en condiciones complejas. Esta combinación compensa muchas de las limitaciones que suelen tener las cámaras de gama media.
Uno de los puntos más destacados es el modo retrato, que entrega un efecto de desenfoque bastante natural, superando lo que se espera en este rango de precio. A esto se suma un zoom óptico de 3 aumentos. Aunque no es el más avanzado del mercado, su inclusión se agradece, especialmente en tomas espontáneas o situaciones donde acercarse físicamente no es posible.
En escenas nocturnas, el rendimiento es correcto. No compite con sensores de gama alta, pero sí logra imágenes utilizables, con buen tratamiento del ruido y una exposición razonable. Parte de ese buen desempeño se debe al triple flash trasero, ajustable tanto en potencia como en temperatura de color, una solución práctica que aporta versatilidad en condiciones de poca luz.
Para los más exigentes, el dispositivo permite capturar en formato RAW desde el modo Pro. Además, realme incorpora su tecnología AI HyperRAW, pensada para mejorar la calidad de estas tomas mediante una reducción inteligente del ruido.
En la práctica, las cámaras principales entregan resultados muy sólidos durante el día. El nivel de detalle es alto, el rango dinámico está bien gestionado y el tratamiento del color es natural. Hay que hilar fino para encontrar fallos evidentes.
Por su parte, la cámara frontal de 32 megapíxeles deja una impresión igualmente positiva. Las selfis son nítidas, con buen manejo de las luces y sombras. Como es habitual, pierde algo de calidad cuando la iluminación escasea y puede llegar a sobreexponer algunas fuentes de luz artificial, pero en líneas generales ofrece muy buenos resultados para su segmento.
Conclusión
El realme 14 Pro es un smartphone que demuestra cómo la gama media puede ofrecer una experiencia cercana a la de los modelos premium sin exigir el mismo gasto al bolsillo. Es un dispositivo fácil de recomendar, especialmente para quienes buscan renovar un celular de alta gama de hace unos años sin perder sensaciones de calidad.
Su construcción, el rendimiento equilibrado, la autonomía sobresaliente y el sistema de cámaras bien resuelto lo posicionan como una de las propuestas más completas dentro de su rango de precio. No es un equipo perfecto, pero sus puntos débiles, como el sonido mejorable o la ausencia de algunas funciones avanzadas, no logran opacar lo que hace bien. Y eso, en el contexto actual del mercado, es mucho decir.
En comparación con la competencia directa, el realme 14 Pro sale bien librado en varios frentes clave. Puede que haya opciones más económicas, pero pocas tan consistentes.
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