Después de la decisión de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) de ordenar la suspensión de Uber en Colombia ha habido una fuerte controversia acerca de los alcances de la medida y su interacción con asuntos como competencia en el mercado, desarrollo de la innovación en el país y respeto a la neutralidad de la red.
Esta semana se conoció un documento en el que la misma SIC le ordena a Claro, Tigo, Movistar y ETB proceder a cerrar el acceso a Uber en Colombia. La orden tiene 30 días para ser cumplida y la notificación a las compañías se hizo entre el viernes 27 de diciembre y el lunes 30.
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En el texto del documento se lee que “se aclara a los operadores que esta orden debe cumplirse siempre y cuando estén en posibilidades técnicas de hacerlo”.
Hay que aclarar que la decisión de suspender la operación de Uber en el país fue apelada por la empresa ante el Tribunal Superior de Bogotá, que en su sala civil tendrá la siguiente palabra en el tema.
Los operadores no se han pronunciado al respecto hasta el momento.
Ahora bien, un eventual bloqueo de los operadores a Uber ha sido catalogado como un movimiento que violaría el principio de neutralidad de red. Este es un argumento que han esgrimido analistas del sector de telecomunicaciones y políticos; también es una posición que el Mintic ha apoyado en el pasado.
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Mauricio Toro, congresista que impulsa un proyecto para regular plataformas de movilidad (como Uber) aseguró en su momento “que un ente administrativo de vigilancia como la SIC, que es nombrada directamente por el presidente, se atreva a ordenar a los operadores de telefonía que suspendan la transmisión de datos hacia y desde Uber es una clara violación muy grave al principio de neutralidad tecnológica, que en otros países como Cuba, China y Corea del Norte, han funcionado como censura y graves violaciones a las comunicaciones por internet. Este antecedente que está creando la SIC es muy grave en el ámbito internacional”.
Una posición similar ha sido sostenida por David Luna, exministro de las TIC, quien se pronunció hace varios días a través de su cuenta de Twitter para decir, sobre la decisión de la SIC, que “el principio de neutralidad de red que consagra nuestra ley busca garantizar que el consumidor tenga derecho a escoger el mejor servicio. Esta decisión se asemeja a una ‘gabela’ tributaria para un sector que no quiere competir ni pensar en los ciudadanos”.
¿Qué es la neutralidad de red y que tiene que ver con Uber?
En pocas palabras, neutralidad de red es un principio mediante el cual toda la información debe circular en igualdad de condiciones por un canal: no más rápido, ni más lento, ni se le debe poner trabas a un flujo de datos determinado.El concepto es el resultado directo de cómo se pensó y se implementó internet: una red que, mediante la fragmentación de la información, permite utilizar más eficientemente la capacidad de un medio de transmisión, bien sea un cable telefónico o un hilo de fibra óptica. La red funciona mejor si todos los paquetes de datos viajan en igualdad de condiciones. Esto técnicamente se conoce como una red tonta en el medio, pero con inteligencia en los extremos.
Lo que hoy conocemos como neutralidad de red es una suerte de principio filosófico que anima o sustenta la escritura de políticas públicas, pero que en su momento surgió como resultado del diseño técnico de un sistema. Lo que esto puede decir es que no estamos ante una ley natural de internet ni un asunto absoluto y constante, como la velocidad de la luz o la gravedad, quizá. Se trata de un concepto maleable y que admite interpretaciones.
Chris Marsden, profesor de la Universidad de Sussex y experto en derecho de internet, dijo lo siguiente sobre la neutralidad de red, en una entrevista pasada con este diario. “Hay dos extremos en esta conversación y debemos ignorarlos. En el primero está la gente que asegura que no debe haber ningún manejo, ninguna interferencia, del tráfico de internet. Cualquier ingeniero diría prontamente: siempre hay un tipo de manejo, internet es la red de comunicación con más tipos de mediciones y manejos que ha creado la humanidad. Y en el otro extremo tenemos a quienes dicen que la neutralidad de la red no es necesaria, porque afecta la competitividad de los proveedores de servicios, básicamente. Y esto es igualmente loco”.
Hay que tener en cuenta que no es la primera vez que se contempla la posibilidad de bloquear Uber por orden de la justicia. Ya hay al menos un antecedente de este debate (2017). Y, por más que algunos hablen de respetar la neutralidad de red, hay otros que piensan que una orden de una autoridad sobre este tema no violaría este principio técnico.
De fondo, la neutralidad de la red pretende proteger el desarrollo eficiente y libre de internet y conservar su estructura técnica.
Entonces, un bloqueo ordenado por una autoridad judicial no supondría un riesgo para la arquitectura de internet, como tampoco supondría una amenaza para el manejo transparente de la información que circula en esta, según la opinión de algunos analistas.
Lo que sí complica el panorama, en visión de algunos expertos, es si estas decisiones son tomadas por una autoridad administrativa y no por un juez.
En general, esta perspectiva quizá sirve para ajustar un poco el debate. De fondo lo que hay no es un problema tecnológico (aunque sí habilitado por una tecnología), sino un hueco enorme de legislación de cara a un competidor que no se ajusta del todo a las reglas (o las reglas no se ajustan a él). O sea, hay temas jurídicos, de mercado y, claro, políticos.