Esta semana, entre el 22 y 24 de octubre, se llevó a cabo el encuentro global de la industria móvil: el Mobile World Congress 2019 en Los Ángeles, Estados Unidos, organizado por la asociación mundial de compañías de esta industria, la GSMA.
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Fueron tres días en que se dieron cita cerca de 22.000 asistentes de más de 100 países para hablar del futuro móvil en torno a un concepto: la conectividad inteligente, compuesta por las comunicaciones de quinta generación, la inteligencia artificial, internet de las cosas y big data.
El espacio dentro del evento llamado 4 Years From Now, que Stephanie Lynch-Habib, directora de marketing de GSMA, describe como el lugar para ir a cazar a los “unicornios” (emprendimientos que valen US$1.000 millones o más) que surgirán en los próximos cuatro años, reunió a 133 startups. Entre ellas encontramos tres destacados casos colombianos.
El Alibaba del café: blockchain para un comercio transparente
Laura Amado y Federico Miatton de Fantine - Cortesía
Apenas 5 % del valor de una taza de café llega al productor del grano. Con ganas de cambiar esa realidad, y aprovechando el potencial que hay en el matrimonio de la tecnología con la agricultura, Laura Amado, junto a Federico Miatton, fundó una startup para hacer más justo y transparente el comercio entre caficultores y tostadores.
Le puso por nombre el de la aguerrida Fantine, personaje de Víctor Hugo en Los Miserables, no sólo para resaltar la presencia de las mujeres en el emprendimiento sino para rendir un homenaje a la mano de obra femenina en la caficultura, principalmente las más vulnerables de la cadena: las recolectoras.
“Buscamos dar trazabilidad a través de la tecnología de blockchain, que permite reducir intermediarios, así como transparencia en el precio: el comprador sabe cuánto se está pagando al productor”, explica Amado para quien el café pasó de ser un hobby, en los tiempos en que trabajaba en marketing para una multinacional, a un verdadero compromiso.
La joven emprendedora lo describe como “el Alibaba del café colombiano”: los productores –que pueden vender como independientes o a través de asociaciones o cooperativas– se registran en una plataforma, en la que dan información clave sobre su cultivo y proceso de beneficio, para que después pueda ser vista por los potenciales compradores.
Hoy trabajan con cerca de 2.000 caficultores de regiones como Cauca, Nariño, el Eje Cafetero, Tolima y Santander, por un lado, y con más de 20 tostadores de Europa. Fantine monetiza cobrando una comisión al comprador, que, a través de blockchain, puede tener la certeza de que el café que compró es el mismo que recibió y que se está pagando lo pactado al productor.
Amado y Miatton aseguran que han tenido que ser flexibles en las opciones de pago, debido a que muchos productores ni siquiera están bancarizados. Para hacer crecer su negocio, están por lanzar una estrategia de crowdfunding y buscando inversionistas, para lo cual su próximo escenario, el Mobile World Congress de Barcelona, será una plataforma de peso.
Aprovechar la variedad y el potencial de Colombia como productora de cafés especiales es uno de los objetivos de esta empresa, pero también dar opciones de un comercio más justo y de mayor valor en medio de la mayor crisis de precios del grano que se haya visto en los últimos años. Por ser una startup con un propósito fue reconocida este año con el premio del Founder Institute.
El Airbnb de la música en vivo
Sebastián Larrañaga fundador de Tutoque.co.
Hace alrededor de tres años, Sebastián Larrañaga dejó su trabajo como economista en una ONG para perfeccionar una idea que resolvía una necesidad en el mercado: hoy se trata de una plataforma que conecta a artistas y personas que están buscando música en vivo, con la promesa de dar garantías y reglas de juego claras a ambas partes.
Se llama Tutoque.co, la que él mismo describe como “el Airbnb de la música en vivo”. Actualmente, tienen a cerca de 600 artistas en la plataforma y el 80 % de ventas son a empresas como centros comerciales, casinos o clubes, que necesitan este tipo de servicios para sus eventos. En este momento, por ejemplo, se avecina la temporada de fiestas de fin de año.
Tutoque.co permite ver los perfiles de los artistas, pagar con tarjeta, “te llega el músico y damos garantías a ambas partes”, explica Larrañaga. También “se puede pedir una cotización directa a los artistas”, y, pensando en el mercado corporativo, “a través de un único proveedor, que somos nosotros, se pueden contratar varios artistas al mes en una misma factura, lo que facilita las cosas”.
Su meta es cerrar este año con ventas de $200 millones y trabajar en 2020 en mejorar el desarrollo de una plataforma automatizada para que sobre todo los clientes corporativos puedan acceder a todos los servicios en línea. En este momento, además de música, ofrecen contratación de danza, stand up comedy, entre otros.
Larrañaga, cuyo emprendimiento monetiza cobrando una comisión fija al artista, arrancó con ahorros propios y ha recibido el apoyo de inversionistas y de instituciones como Idartes y Apps.co, del gobierno, en el programa de crecimiento y consolidación de negocios TIC. Hoy sus actividades se concentran en Bogotá, Medellín y Cali, pero el objetivo es “ser el marketplace para artes escénicas en América Latina”.
Una medición objetiva de las emociones
Feelenials, el quinto emprendimiento de Pilar Rattan.
Pilar Rattan tiene experiencia trabajando en compliance, asesoría legal y ética, pero lo suyo realmente es el emprendimiento. “Uniendo esa experiencia y conocimiento decidimos buscar una forma objetiva para medir las emociones”, dice refiriéndose a Feelenials, su quinto emprendimiento, que formó junto con otras dos socias.
Se trata de una solución que se basa en inteligencia artificial para monitorear en tiempo real el estado de ánimo de una persona o de un grupo. Puede ser aplicado, por ejemplo, para procesos de selección en los que las entrevistas o formatos pueden ser muy dispendiosos o costosos para las organizaciones.
La materia prima del software –que voluntariamente se instala en el equipo de una persona– son las expresiones faciales, palabras o textos, que luego son analizadas con inteligencia artificial que trata de entender la personalidad de cada uno. Así como existen variables económicas, de retención de talento, entre otras, las emociones pueden ser “una métrica más para la toma de decisiones”, dice la cofundadora.
El algoritmo se alimenta de “muestras” que captura en determinados momentos, es decir, “no graba conversaciones, no es invasivo”, explica Rattan. Hasta el momento lo han entrenado para detectar cuatro emociones, mientras se va mejorando y complejizando el aprendizaje del sistema.
El proyecto arrancó hace año y medio, ha contado con la inversión propia de Rattan y fue lanzado finalmente en 2019 en el Women Economic Forum. La emprendedora cuenta que hasta el momento han desarrollado dashboards para algunos clientes y harán pruebas piloto con empresas estadounidenses, adaptando el producto a la reglamentación de este país. El próximo año también estarán en el Mobile World Congress de Barcelona.
*El Espectador estuvo en el Mobile World Congress por invitación de la GSMA.