Aunque muchos no lo sepan, Xbox se dio su primer chapuzón en la industria de los videojuegos con una consola que de puertas para adentro era más un PC que un sistema completamente dedicado a los juegos. La Xbox original, esa que fue mal recibida en Japón por su enorme tamaño, por dentro se parecía más a un computador que a una plataforma de Gaming.
Pero fue esa estructura interna la que le permitió ser considerablemente más potente que sus rivales de turno; la PlayStation 2 y la Nintendo GameCube. El hardware de la X verde contaba con un puerto Ethernet para conectarse por medio de un cable LAN a internet. Una obviedad actualmente, pero que para 2002 era una completa novedad que solo ofrecía Xbox.
Además, por el lado del software, era la única consola de su generación capaz de brindar una experiencia multijugador online estable gracias a sus servidores. Algo que también ayudó mucho a popularizar este modo de juego, especialmente en títulos como Halo y Gears of War, dos sagas icónicas de la empresa estadounidense.
A esta plataforma le siguió la Xbox 360 (2006), la Xbox One (2013) y la Xbox Series X|S (2020). Todas con más cara de sistema de juego que de PC gamer. Sin embargo, parece que la marca de Bill Gates quiere volver a sus raíces y prepara una videoconsola de décima generación con más pinta de computador, que de consola.
¿Cómo será la nueva Xbox de 2028?
Algunos analistas apuntan que la separación del procesador (CPU) de la tarjeta gráfica (GPU) atiende a una necesidad de los jugadores de PC. Estos podrán cambiar los componentes con facilidad y recurrencia sin tener que cambiar toda la “consola”.
Además, la intención de AMD, colaborador de Xbox en la fabricación de su nueva plataforma, es que durante los siete u ocho años de la generación se puedan actualizar estas piezas sin tener que lanzar revisiones completas del sistema.
Todo lo anterior se asemeja, al menos físicamente, más a un computador gamer que a una videoconsola tradicional. En ese sentido, parece que la X verde ya no ve a PlayStation como su competencia, sino a la infinidad de compañías de PC’s prefabricados.
¿Cuánto costará la próxima Xbox?
Aún es arriesgado especular sobre el precio de una plataforma de juegos que se espera este a la venta dentro de tres años. No obstante, de acuerdo con el análisis de algunos expertos, podríamos estar hablando de la “consola” más costosa de su generación.
El enorme poder gráfico que se le presagia y su capacidad para intercambiar piezas lo haría más caro que la PlayStation 6 y mucho más que la Nintendo Switch 2. Sin embargo, aún son especulaciones que necesitan tiempo para confirmarse o desmentirse.
En conclusión, parece que la décima generación de videoconsolas será la más heterogénea de la historia. Una Nintendo Switch 2 adelantada a la competencia, una PlayStation 6 que ya no tendrá videojuegos exclusivos y una Xbox que parece se despide por completo de un mercado que marcó su identidad por más de 20 años; ser una consola.