7 playas poco concurridas en Colombia que debe conocer
Viajar tiene múltiples beneficios para el cuerpo y para la mente, por lo tanto, una escapada a la playa, puede ser la mejor receta para sentirse bien.
María Alejandra Castaño Carmona
Si bien entre las lecciones que está dejando la pandemia está la dificultad para planear actividades –una de ellas es viajar–, no ha dejado de ser un secreto ni una novedad que planear unas vacaciones con tiempo trae múltiples beneficios.
Menor costo en los pasajes y el alojamiento, cupo en las mejores experiencias del destino, buena planeación y descuentos especiales, son algunas de las ganancias de decidir con anticipación.
Además, según expertos, viajar trae múltiples beneficios desde el momento en el que se empieza a planear.
En Go Away Just For The Health of It, el médico canadiense Mel Borins escribió: “Irse lejos contribuye a alejarse de las partes estresantes de la vida. Puede ayudar a mejorar tus perspectivas, a brindar nuevos puntos de vista y permite desarrollar nuevas estrategias para afrontar los problemas”.
Además de conocer lugares, personas, culturas y comidas, viajar estimula el cerebro, que, según el psicólogo Óscar Díaz, tiene la particularidad de poder cambiar su estructura.
“Esto implica una posibilidad de que las diferentes áreas se moldeen según nuestras experiencias, recuerdos, emociones, sueños y habilidades”, asegura el psicólogo.
Asimismo, viajar agudiza los sentidos, según las experiencias, como el tacto y la interocepción, el oído, el gusto o la visión, así como la percepción de nuevos estímulos.
Se han hecho cientos de estudios de las bondades de viajar, algunos concluyen que reduce el riesgo de padecer infarto de miocardio y genera bienestar a largo plazo.
Además, según Óscar Díaz, viajar permite conocer un universo novedoso que hace que haya una mayor confianza en sí mismo y fortalece procesos como el lenguaje, la memoria y las estrategias de solución de problemas.
Por lo tanto, en tiempos turbulentos, una escapada a la playa, que según estudios de especialistas como Anato, Viajala y Despegar es el destino más buscado por los colombianos desde el reinicio del turismo, podría ser la receta perfecta para sentirse mejor.
Estas son siete opciones para las vacaciones de mitad de año. Recuerde seguir estrictamente los protocolos de bioseguridad.
1. Cinto, Magdalena
Dentro de los atractivos que se encuentran en el Parque Nacional Natural Tayrona, está playa Cinto, que se caracteriza por su paz y tranquilidad.
Según Situr Magdalena, esta playa es la indicada para los que buscan descansar y desconectarse del bullicio, mientras contemplan un paisaje de ensueño.
También se pueden hacer caminatas o practicar esnórquel. Cinto tiene una gran vida submarina y agua cristalina.
La zona cuenta con alojamiento en cabañas frente al mar. Para llegar debe tomar una lancha desde la playa de Taganga o desde Neguanje.
2. Nuquí, Chocó
En el Pacífico colombiano se puede disfrutar de la selva tropical, los manglares, las playas vírgenes, una biodiversidad sorprendente, el avistamiento de ballenas y la riqueza de la cultura afro.
Un baño en la Cascada del Amor, recorridos por manglares llenos de biodiversidad de flora y fauna, un recorrido por el Sendero Interpretativo Mar y Río, o kayak en cualquiera de los ríos de Nuquí, son algunas de las actividades que no se puede perder en este municipio.
También puede navegar sobre champas o chingos, que son embarcaciones de madera para una o dos personas.
(Lea también: 7 destinos acogedores en Colombia: calidez y paisajes naturales imperdibles)
3. Capurganá, Chocó
Capurganá, cerca de la frontera con Panamá, es un paraíso natural rodeado por la biodiversidad de la selva del Darién y el mar Caribe.
Al igual que su vecino Sapzurro, en toda la esquina de América del Sur, Capurganá cuenta con diversos atractivos de naturaleza y aventura.
Sus ríos cristalinos, cascadas en la selva, la travesía, caminando o en lancha, hasta La Miel (Panamá), y arrecifes coralinos para la práctica responsable del buceo y el esnórquel, son algunas de las recomendaciones. No deje de visitar las piscinas naturales de La Coquerita y El Aguacate.
4. Ciénaga, Magdalena
Ciénaga ofrece todos los elementos para ser considerado destino turístico de primera categoría. Además de ser parte de la Red de Pueblos Patrimonio de Colombia, por su belleza arquitectónica y riqueza histórica y cultural, es privilegiado por la biodiversidad que lo rodea.
Sus 13,5 kilómetros de playa blanca y suave, la cultura caimanera, sus atardecer de colores, Ciénaga Grande, y sus pueblos palafitos y sus aguas termales, únicas en la región, lo hacen un destino imperdible del Caribe colombiano.
Ciénaga, Patrimonio Cultural de Colombia, está a 25 minutos del aeropuerto Simón Bolívar de Santa Marta, y a una hora y quince minutos del aeropuerto Ernesto Cortissoz, de Barranquilla.
El Templete de la Plaza Centenario, imagen insignia del pueblo, es Patrimonio Arquitectónico Nacional.
5. Rincón del Mar, Sucre
Rincón del Mar, en el tradicional pueblo San Onofre, es un destino de cultura, pesca, agricultura, playas de arena blanca y agua cristalina.
Es un pequeño paraíso de gente sonriente y amigable que camina descalza por la única calle del corregimiento.
Los atardeceres de este rincón de paraíso también son reconocidos por los viajeros que, cuando está acabando el día, disfrutan del espectáculo de colores mientras se saborean con la exquisita comida de mar de este destino, que se caracteriza por su turismo vivencial, por su tranquilidad y por sus económicos precios.
(Lea también: 7 destinos en Colombia donde el turismo es responsable y sostenible)
6. Tumaco, Nariño
Turismo de aventura, de naturaleza y de cultura, avistamiento de ballenas y de aves, recorrido por manglares y reservas naturales, Tumaco, la Perla del Pacífico, es un destino para abrir los sentidos.
Los sonidos suaves y sonoros de la marimba, la brisa del mar Pacífico, el olor de los mariscos frescos y las sonrisas de los tumaqueños son las sensaciones que acompañan un viaje lleno de sorpresas y emociones.
Aves, flores, plantas medicinales, currulao, arrullos y cuerpos morenos que al caminar pareciera que bailaran en la extensa playa, con aguas espumosas, pero cristalinas.
7. Mayapo, La Guajira
Aproximadamente a 30 minutos de Riohacha, en el municipio de Manaure, están las playas de Mayapo, donde, entre muchas otras bondades, es posible encontrar toda la riqueza cultural y ancestral de los indígenas wayúus.
El lugar también se destaca por sus playas de arena blanca y fina y su mar de aguas cristalinas. Asimismo, por los vientos fuertes que soplan en el lugar, Mayapo atrae a aficionados a deportes náuticos como el kitesurf, la navegación en pequeños veleros y el windsurf. Un paraíso poco concurrido, ideal para visitar con familia o amigos.
Si bien entre las lecciones que está dejando la pandemia está la dificultad para planear actividades –una de ellas es viajar–, no ha dejado de ser un secreto ni una novedad que planear unas vacaciones con tiempo trae múltiples beneficios.
Menor costo en los pasajes y el alojamiento, cupo en las mejores experiencias del destino, buena planeación y descuentos especiales, son algunas de las ganancias de decidir con anticipación.
Además, según expertos, viajar trae múltiples beneficios desde el momento en el que se empieza a planear.
En Go Away Just For The Health of It, el médico canadiense Mel Borins escribió: “Irse lejos contribuye a alejarse de las partes estresantes de la vida. Puede ayudar a mejorar tus perspectivas, a brindar nuevos puntos de vista y permite desarrollar nuevas estrategias para afrontar los problemas”.
Además de conocer lugares, personas, culturas y comidas, viajar estimula el cerebro, que, según el psicólogo Óscar Díaz, tiene la particularidad de poder cambiar su estructura.
“Esto implica una posibilidad de que las diferentes áreas se moldeen según nuestras experiencias, recuerdos, emociones, sueños y habilidades”, asegura el psicólogo.
Asimismo, viajar agudiza los sentidos, según las experiencias, como el tacto y la interocepción, el oído, el gusto o la visión, así como la percepción de nuevos estímulos.
Se han hecho cientos de estudios de las bondades de viajar, algunos concluyen que reduce el riesgo de padecer infarto de miocardio y genera bienestar a largo plazo.
Además, según Óscar Díaz, viajar permite conocer un universo novedoso que hace que haya una mayor confianza en sí mismo y fortalece procesos como el lenguaje, la memoria y las estrategias de solución de problemas.
Por lo tanto, en tiempos turbulentos, una escapada a la playa, que según estudios de especialistas como Anato, Viajala y Despegar es el destino más buscado por los colombianos desde el reinicio del turismo, podría ser la receta perfecta para sentirse mejor.
Estas son siete opciones para las vacaciones de mitad de año. Recuerde seguir estrictamente los protocolos de bioseguridad.
1. Cinto, Magdalena
Dentro de los atractivos que se encuentran en el Parque Nacional Natural Tayrona, está playa Cinto, que se caracteriza por su paz y tranquilidad.
Según Situr Magdalena, esta playa es la indicada para los que buscan descansar y desconectarse del bullicio, mientras contemplan un paisaje de ensueño.
También se pueden hacer caminatas o practicar esnórquel. Cinto tiene una gran vida submarina y agua cristalina.
La zona cuenta con alojamiento en cabañas frente al mar. Para llegar debe tomar una lancha desde la playa de Taganga o desde Neguanje.
2. Nuquí, Chocó
En el Pacífico colombiano se puede disfrutar de la selva tropical, los manglares, las playas vírgenes, una biodiversidad sorprendente, el avistamiento de ballenas y la riqueza de la cultura afro.
Un baño en la Cascada del Amor, recorridos por manglares llenos de biodiversidad de flora y fauna, un recorrido por el Sendero Interpretativo Mar y Río, o kayak en cualquiera de los ríos de Nuquí, son algunas de las actividades que no se puede perder en este municipio.
También puede navegar sobre champas o chingos, que son embarcaciones de madera para una o dos personas.
(Lea también: 7 destinos acogedores en Colombia: calidez y paisajes naturales imperdibles)
3. Capurganá, Chocó
Capurganá, cerca de la frontera con Panamá, es un paraíso natural rodeado por la biodiversidad de la selva del Darién y el mar Caribe.
Al igual que su vecino Sapzurro, en toda la esquina de América del Sur, Capurganá cuenta con diversos atractivos de naturaleza y aventura.
Sus ríos cristalinos, cascadas en la selva, la travesía, caminando o en lancha, hasta La Miel (Panamá), y arrecifes coralinos para la práctica responsable del buceo y el esnórquel, son algunas de las recomendaciones. No deje de visitar las piscinas naturales de La Coquerita y El Aguacate.
4. Ciénaga, Magdalena
Ciénaga ofrece todos los elementos para ser considerado destino turístico de primera categoría. Además de ser parte de la Red de Pueblos Patrimonio de Colombia, por su belleza arquitectónica y riqueza histórica y cultural, es privilegiado por la biodiversidad que lo rodea.
Sus 13,5 kilómetros de playa blanca y suave, la cultura caimanera, sus atardecer de colores, Ciénaga Grande, y sus pueblos palafitos y sus aguas termales, únicas en la región, lo hacen un destino imperdible del Caribe colombiano.
Ciénaga, Patrimonio Cultural de Colombia, está a 25 minutos del aeropuerto Simón Bolívar de Santa Marta, y a una hora y quince minutos del aeropuerto Ernesto Cortissoz, de Barranquilla.
El Templete de la Plaza Centenario, imagen insignia del pueblo, es Patrimonio Arquitectónico Nacional.
5. Rincón del Mar, Sucre
Rincón del Mar, en el tradicional pueblo San Onofre, es un destino de cultura, pesca, agricultura, playas de arena blanca y agua cristalina.
Es un pequeño paraíso de gente sonriente y amigable que camina descalza por la única calle del corregimiento.
Los atardeceres de este rincón de paraíso también son reconocidos por los viajeros que, cuando está acabando el día, disfrutan del espectáculo de colores mientras se saborean con la exquisita comida de mar de este destino, que se caracteriza por su turismo vivencial, por su tranquilidad y por sus económicos precios.
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6. Tumaco, Nariño
Turismo de aventura, de naturaleza y de cultura, avistamiento de ballenas y de aves, recorrido por manglares y reservas naturales, Tumaco, la Perla del Pacífico, es un destino para abrir los sentidos.
Los sonidos suaves y sonoros de la marimba, la brisa del mar Pacífico, el olor de los mariscos frescos y las sonrisas de los tumaqueños son las sensaciones que acompañan un viaje lleno de sorpresas y emociones.
Aves, flores, plantas medicinales, currulao, arrullos y cuerpos morenos que al caminar pareciera que bailaran en la extensa playa, con aguas espumosas, pero cristalinas.
7. Mayapo, La Guajira
Aproximadamente a 30 minutos de Riohacha, en el municipio de Manaure, están las playas de Mayapo, donde, entre muchas otras bondades, es posible encontrar toda la riqueza cultural y ancestral de los indígenas wayúus.
El lugar también se destaca por sus playas de arena blanca y fina y su mar de aguas cristalinas. Asimismo, por los vientos fuertes que soplan en el lugar, Mayapo atrae a aficionados a deportes náuticos como el kitesurf, la navegación en pequeños veleros y el windsurf. Un paraíso poco concurrido, ideal para visitar con familia o amigos.