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Día de Muertos en el Caribe mexicano: una fiesta entre dos mundos

En México, la celebración del Día de Muertos varía de estado en estado y de pueblo en pueblo, sin embargo, en todo el país tiene un mismo principio, reunir a las familias para dar la bienvenida a sus seres queridos que vuelven del más allá. Recomendaciones para disfrutar de esta celebración en Quintana Roo.

María Alejandra Castaño Carmona
13 de octubre de 2021 - 05:45 p. m.
El Día de Muertos se celebra en todo México, teniendo algunas variantes dependiendo la región o el estado.
El Día de Muertos se celebra en todo México, teniendo algunas variantes dependiendo la región o el estado.
Foto: Cortesía

El “Día de Muertos” es una de las festividades más importantes de México, una celebración ancestral que le ha dado la vuelta al mundo debido a su misticismo, tradiciones, sus colores y sus sabores.

Según el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal del Gobierno de México, en esta celebración la muerte no representa una ausencia sino a una presencia viva; la muerte es un símbolo de la vida que se materializa en el altar ofrecido. En este sentido se trata de una celebración que conlleva una gran trascendencia popular ya que comprende diversos significados, desde filosóficos hasta materiales.

Su origen se ubica en la armonía entre la celebración de los rituales religiosos católicos traídos por los españoles y la conmemoración del día de muertos que los indígenas realizaban desde los tiempos prehispánicos; los antiguos mexicas, mixtecas, texcocanos, zapotecas, tlaxcaltecas, totonacas y otros pueblos originarios de México, trasladaron la veneración de sus muertos al calendario cristiano, la cual coincidía con el final del ciclo agrícola del maíz, principal cultivo alimentario del país.

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Cada año muchas familias ponen ofrendas y altares decorados con flores de cempasúchil, papel picado, calaveritas de azúcar, pan de muerto, mole o algún platillo que le gustaba a sus familiares a quien va dedicada la ofrenda, y al igual que en tiempos prehispánicos, se coloca incienso para aromatizar el lugar.

Asimismo, las festividades incluyen adornar las tumbas con flores y muchas veces hacer altares sobre las lápidas, lo que en apocas indígenas tenía un gran significado porque se pensaba que ayudaba a conducir a las ánimas a transitar por un buen camino tras la muerte.

La tradición también indica que, para facilitar el retorno de las almas a la tierra, se deben esparcir pétalos de flores de cempasúchil y colocar velas trazando el camino que van a recorrer para que estas almas no se pierdan y lleguen a su destino. En la antigüedad este camino llegaba desde la casa de las familias hasta el panteón donde descansaban sus seres queridos.

Este festejo se lleva a cabo en todas las regiones de México y el estado de Quintana Roo no es la excepción con el Hanal Pixán, que en español significa “comida de las almas”, donde, además, se combina la celebración ancestral con sol y playa.

Hay diferentes maneras de unirse a esta fiesta entre dos mundos, una es el Festival de Tradiciones de Vida y Muerte que realiza Xcaret, en donde hay atracciones para todas las edades y gustos: representaciones teatrales, exposiciones de artes visuales, danzas folclóricas, talleres, artesanías, ofrendas y altares, y por supuesto deliciosos antojitos mexicanos como tamales, elotes, churros, dulces típicos mexicanos, esquites y especialidades de la cocina regional, como la cochinita pibil.

Por otro lado, y si quiere vivir estas fechas envuelto en misticismo, puede unirse a los habitantes de Cozumel y de las comunidades de Maya Ka´an y de la Riviera Maya en el Hanal Pixán.

Esta tradición incluye la elaboración del mukbil pollo o pib, platillo que se realiza solo durante esta importante fecha. El pib es un tamal grande hecho a base de masa de maíz, frijol negro, relleno de carne de pollo y de cerdo y que se condimenta con achiote (colorante de origen vegetal), epazote, cebolla y chile habanero. Lo que vuelve tan especial a este platillo es que por lo general se coloca, envuelto en hojas de plátano, en un hueco en la tierra donde se ponen leña y piedras para cocinarlo enterrado. ¡Es una auténtica delicia!

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En Cozumel encontrará muestras culturales y gastronómicas elaboradas por los habitantes del lugar donde se honra a las deidades del inframundo maya: el Xibalbá, para que no sean olvidadas.

Si quiere adentrarse al corazón del día de muertos en las comunidades mayas, la compañía ecoturística Alltournative ofrece una experiencia por demás enriquecedora: la celebración de Hanal Pixán en el poblado de Tres Reyes donde desde una perspectiva respetuosa de la cultura local, podrá visitar los altares de las comunidad donde los locales le explicarán los elementos que ponen en cada una de sus ofrendas y el simbolismo que tienen para ellos.

Se hace también un recorrido por el cementerio local, el cual se prepara especialmente para el evento, y se hace un trayecto a través del puente colgante de la comunidad que conecta con el cenote.

Además, en el “Cenote de la Vida” será testigo de una bendición Maya llevada a cabo por un chamán; a través de este ritual, que es acompañado de bailes y sonidos al ritmo del tambor, se ahúma con el copal, se colocan velas y se adorna el camino con flores con el fin de dar la bienvenida a las almas que han viajado desde el más allá.

Al final, se incluye una comida tradicional del lugar, que incluye chachacuas (tamales), lechón al horno, buñuelos y atole.

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