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El Valle Sagrado de los Incas, ubicado a tan solo una hora y media de la ciudad de Cusco, no solo deslumbra por su riqueza histórica y cultural. También es el escenario perfecto para los amantes de la aventura que buscan una conexión profunda con la naturaleza a través de actividades llenas de emoción. Desde ciclismo de altura hasta escaladas vertiginosas, estas cuatro experiencias prometen un viaje inolvidable al corazón de los Andes peruanos.
1. Ciclismo en Maras: paisajes y arqueología sobre dos ruedas
Pedalear por los caminos andinos de Maras es una forma única de explorar la majestuosidad del Valle Sagrado. Esta actividad ofrece rutas con distintos niveles de dificultad, todas atravesando parajes impresionantes a más de 3,300 metros sobre el nivel del mar.
Desde el Ramal de Maras hasta el centro del pueblo, donde destaca la iglesia de San Francisco con su mezcla de historia inca y colonial, hasta trayectos más largos que conducen a las icónicas Salineras de Maras o al laboratorio agrícola de Moray, el recorrido combina naturaleza, arqueología y adrenalina. Ideal para quienes buscan una experiencia activa en un entorno cargado de historia.
2. Kayak y stand up paddle en la laguna Piuray: calma y conexión total
Para quienes prefieren la serenidad sin renunciar a la aventura, la laguna Piuray es el lugar perfecto. Rodeada de montañas con andenes y poblados tradicionales, sus aguas tranquilas son ideales para practicar kayak o stand up paddle.
Aquí, los visitantes pueden deslizarse sobre la superficie del agua mientras contemplan el reflejo de las nubes y los imponentes paisajes andinos. La experiencia se puede complementar con sesiones de yoga al aire libre o clases de cocina local, convirtiendo la actividad en una inmersión completa en la naturaleza y la cultura del Cusco.
3. Canopy en el Valle Sagrado: volar como un cóndor andino
El canopy —también conocido como tirolesa o zipline— permite ver el mundo desde una perspectiva totalmente distinta: suspendido en el aire, deslizándose a gran velocidad entre montañas y ríos.
Esta actividad, disponible en diferentes puntos del Valle Sagrado, ofrece circuitos que suman hasta 2,000 metros de recorrido aéreo. Con todos los equipos de seguridad incluidos, es una experiencia accesible que combina emoción, vistas impresionantes y la incomparable sensación de volar sobre el majestuoso paisaje andino.
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4. Vía ferrata en Ollantaytambo: escalada extrema con vistas de impacto
Para los viajeros más audaces, la vía ferrata de Ollantaytambo representa el reto perfecto. Equipados con arneses, cascos y guantes, los participantes ascienden por paredes rocosas mediante escaleras metálicas y puentes colgantes hasta alcanzar alturas de 300 metros.
La experiencia incluye una desafiante pero segura subida y un emocionante descenso en rápel de 100 metros. Todo esto con la recompensa de contemplar una de las vistas más espectaculares del Valle Sagrado desde lo alto.
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¿Cómo llegar?
Cusco está más cerca de lo que parece. Perú cuenta con excelentes conexiones aéreas desde Colombia: 95 vuelos semanales conectan Bogotá, Medellín y Cartagena con Lima, desde donde se puede abordar un vuelo doméstico a Cusco. Además, existen 7 vuelos directos semanales desde Bogotá a la capital del Imperio Inca.
Ya sea para una escapada corta o unas vacaciones más largas, Cusco ofrece aventura, historia y naturaleza en una sola experiencia. Un destino imperdible para quienes buscan emociones fuertes en un entorno místico.
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