Con el Tour de Francia 2025 en marcha, donde están participando los colombianos Sergio Higuita (Astana), Santiago Buitrago (Bahrain Victorious), Harold Tejada (Astana) y Einer Rubio (Movistar Team), la emoción del ciclismo internacional vuelve a poner los ojos sobre Colombia.
Más allá de los triunfos en las grandes competencias, el país suramericano ha demostrado ser una verdadera cuna de campeones, forjados entre montañas, niebla y largas carreteras. Esta geografía única ha convertido a pequeños pueblos y municipios en semilleros del talento que hoy brilla en las pistas del mundo.
Desde Egan Bernal, primer latinoamericano en ganar el Tour de Francia, hasta Nairo Quintana y Esteban Chaves, Colombia ha dado al mundo algunos de los nombres más relevantes del ciclismo moderno, y solo por mencionar algunos de la región. Pero ¿de dónde vienen estos ídolos? ¿Qué rutas los formaron? Airbnb comparte un recorrido por los territorios que moldearon a los campeones y que hoy se consolidan como destinos clave del turismo deportivo.
Zipaquirá, el punto de partida de un campeón del Tour
Ubicada a pocos kilómetros de Bogotá, Zipaquirá no solo es conocida por su famosa Catedral de Sal, sino también por ser la ciudad donde creció Egan Bernal, el ciclista que hizo historia en 2019 al convertirse en el primer colombiano en ganar el Tour de Francia, y también por sus espacios para despertarse con la naturaleza.
Las rutas de entrenamiento en esta zona ofrecen una combinación ideal de altitud, clima y exigencia técnica. Tramos como el Alto del Águila o el ascenso hasta Pacho, con más de 37 kilómetros de subidas exigentes y curvas cerradas, han sido clave en el desarrollo del campeón. Hoy, esos mismos caminos son recorridos por aficionados de todo el mundo, que buscan pedalear donde lo hizo una leyenda.
Boyacá, las montañas que vieron nacer a Nairo
Si hay una región donde el ciclismo se vive como parte del ADN cultural, es Boyacá. De estas tierras altas y frías proviene Nairo Quintana, uno de los grandes íconos del ciclismo colombiano.
Rutas como Cómbita–Páramo de Ocetá y el desafiante Alto de la Cuchilla son escenarios naturales ideales para el entrenamiento de alto nivel. Además, Boyacá ha sabido transformar su herencia ciclista en una oportunidad turística. Hospedajes rurales, ecoviviendas y festivales deportivos atraen a viajeros que quieren descubrir no solo la ruta, sino también el alma de la región.
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Cundinamarca: la forja silenciosa de Esteban Chaves
Nacido en Bogotá, Esteban Chaves ha entrenado intensamente en el departamento de Cundinamarca, cuyos paisajes montañosos lo convierten en un verdadero laboratorio de resistencia.
Trayectos como Choachí–Páramo, El Verjón o Guasca–Guatavita, con más de 20 kilómetros de ascenso continuo, han sido parte del entrenamiento habitual del ciclista. También destaca Fusagasugá, considerada una tierra de pedalistas, con rutas tan exigentes como la subida al Alto de San Miguel, donde el calor y la humedad aumentan el reto.
Incluso podrías pasar un fin de semana en un bosque bien escondido y tener una escapada única y tranquila.
Más que ciclismo: cultura, turismo y eventos que mueven regiones
En Colombia, el ciclismo no es solo un deporte: es parte del tejido social. Eventos como el Gran Fondo Nairo Quintana (27–29 de junio en Paipa) o el Giro de Rigo (2 de noviembre en Barranquilla) reúnen a miles de participantes, desde profesionales hasta aficionados.
Estos eventos impulsan no solo el deporte, sino también el turismo y la economía local. De acuerdo con datos del sector, más del 30 % de los viajeros en Colombia se movilizan específicamente para asistir a eventos masivos, como competencias deportivas, siendo los hombres entre 38 y 55 años el público predominante.
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Una experiencia sobre ruedas
En cada pedalazo por estas rutas se revive una parte de la historia del ciclismo colombiano. Ya sea para entrenar, descubrir paisajes o rendir homenaje a los ídolos nacionales, estos destinos ofrecen una experiencia que va más allá del deporte. Son una forma de conectarse con el territorio, con su gente y con el espíritu incansable que ha llevado a Colombia al podio mundial.
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